Alta Supervivencia a Largo Plazo tras TEVAR por Disecciones Agudas

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Los pacientes que se someten a reparación endovascular del aneurima de aorta torácica (TEVAR) por disección aórtica complicada aguda obtienen resultados duraderos y una excelente supervivencia a largo plazo, según un pequeño estudio de un único centro publicado en Internet el pasado 3 de octubre de 2013, previo a la edición impresa en Journal of Vascular Surgery. Además, aunque suele haber necesidad de reintervención, ésta no tiene coste alguno sobre la mortalidad.

El Dr. G. Chad Hughes, del Centro Médico de la Universidad de Duke (Durham, Carolina del Norte), y sus colegas analizaron los resultados de 50 pacientes consecutivos sometidos, en su centro, a una TEVAR por disección aórtica complicada tipo B, entre julio de 2005 y diciembre de 2012. Las indicaciones para proceder a la TEVAR fueron rotura (20%), mala perfusión (48%), y/o dolor refractario o rotura inminente (34%). Se hizo seguimiento de los pacientes durante una media de 33.8 meses y se les sometió a una angiografía tomográfica computerizada de seguimiento a los 1, 6 y 12 meses, postoperatoriamente.

El éxito técnico primario, definido como el despliegue del endoinjerto sin endofuga tipo I o III y la ausencia de conversión quirúrgica o muerte a las 24 horas, se alcanzó en todos salvo en un paciente (98%). No hubo ninguna muerte en el hospital ni a los 30 días de la intervención. Las complicaciones a corto plazo incluyeron 1 ACV, 2 casos de diálisis de nueva aparición y un caso de paraparesia/paraplegia permanente.

Tres pacientes precisaron someterse a intervenciones adicionales endovasculares o de cirugía abierta a los 30 días de la reparación endovascular original.

La supervivencia Kaplan-Meier a los 7 años fue del 84% si bien la supervivencia específica de la aorta del 100%.

Necesidad de Reintervención

Los resultados positivos a largo plazo se mitigaron, de algún modo, por el índice de reintervenciones del 26%, con un tiempo medio transcurrido hasta la 1ª intervención de 4.5 meses. En total, 13 pacientes precisaron 17 reintervenciones por:

  • Endofuga Tipo I (n = 5)
  • Patología aórtica metacronos (n = 5)
  • Presurización falsa persistente de la luz mediante fenestraciones distales (n = 4)
  • Endofuga Tipo II (n = 2)
  • Disección aórtica Tipo A aguda retrógrada (n = 1)

No obstante, la mayoría de reintervenciones (65%) se realizaron mediante técnicas endovasculares o híbridas, no observándose diferencia alguna en la supervivencia entre los pacientes que precisaron someterse a la intervención y los que no.

Ya el Estándar

Según el Dr. Hughes, como el estudio representa la serie de un único centro más grande con el seguimiento más largo hasta la fecha, los datos ofrecen evidencias sólidas de que la TEVAR es la técnica apropiada para el tratamiento de pacientes con esta patología.

“La práctica clínica ya ha cambiado,” dijo a TCTMD en una entrevista telefónica. “Ante una disección complicada aguda, que ahora sabemos, acarrea una mortalidad quirúrgica muy alta, no creo que nadie prefiera la cirugía.”

No obstante, el Dr. Hughes subrayó que como la intervención endovascular es más complicada que la TEVAR, por ejemplo, para los aneurismas, probablemente ésta se reserva para centros con volúmenes altos de casos y que cuentan con la experiencia necesaria para el manejo de esta población más complicada de pacientes, y, además, con experiencia en cirugías abiertas caso de ser necesario.

Monitorización en Curso

En entrevista telefónica con TCTMD, el Dr. Philip P. Goodney, del Centro Médico Dartmouth-Hitchcock (Lebanon, NH), subrayó la importancia de la monitorización a corto y largo plazo de estos pacientes.

“Este estudio es tranquilizador en el sentido de que en pacientes con lesiones de bajo riesgo y algunas de riesgo alto, las TC eran capaces de identificar aquellas complicaciones que precisaban reintervenciones,” dijo. “También pudimos saber cuáles tenían más probabilidades de ocurrir durante las primeras 12-24 horas.”

Según el Dr. Goodney, todo esto subraya la necesidad de ser exigente con las imágenes durante los primeros 2 años tras la intervención. En cualquier caso, concluyó, la monitorización a más largo plazo es “una diana un poco más en movimiento” ya que la exposición recurrente a la radiación con el paso del tiempo es algo preocupante y la ecografía no es una modalidad de imágenes efectiva en esta situación.


Fuente:

Hanna JM, Andersen ND, Ganapathi AM, et al. Five-year results for endovascular repair of acute complicated type B aortic dissection. J Vasc Surg. 2013;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Los Dres. Hughes y Goodney no declararon conflicto de interés alguno.

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