¿Derroche o Garantía? El Gasto Médico se asocia a Menos Reclamaciones por Mala Praxis


En lo que respecta a reducir las probabilidades de ser demandado por mala praxis, más podría a menudo ser mejor en términos de gasto médico, según un estudio publicado en Internet el pasado 5 de noviembre de 2015, previo a su edición impresa en British Medical Journal. Si l2 “medicina defensiva” está, a día de hoy, reduciendo el número de errores, y por lo tanto, las reclamaciones por mala praxis, justificadamente o no, o es un simple derroche de dinero es algo que hay que esclarecer, aseguran los autores

 

Otra Perspectiva

Según el Dr. Harlan Krumholz, sería inapropiado inferir de este estudio que los médicos que solicitan más pruebas o más intervenciones están de alguna forma protegiéndose de las reclamaciones por mala praxis.

Para determinar si el gasto en forma de gastos hospitalarios medios influye en la probabilidad de que un incidente termine en una reclamación por mala praxis médica, investigadores dirigidos por el Dr. Anupam B. Jena, del Hospital General de Massachusetts (Boston, MA), asociaron los datos de casi todas las hospitalizaciones de Florida entre los años 2000 y 2009, a la historia de mala praxis del médico de turno de cada caso. En total, los datos incluyeron a 24.637 médicos (154.725 médicos años, 18.352.391 hospitalizaciones).

Las especialidades clínicas examinadas fueron: medicina interna, subespecialidad en medicina interna, medicina de familia, pediatría, cirugía general, subespecialidad quirúrgica y obstetricia y ginecología.

Los Hallazgos son Consistentes en las Distintas Especialidades

Los investigadores analizaron los gastos hospitalarios totales asociados a los pacientes tratados por un médico en un año determinado. Esto se promedió en todos los pacientes tratados por ese médico durante ese año y se ajustó por las características tanto de los pacientes como de los propios médicos.

Durante el período de estudio se interpusieron 4.342 reclamaciones por mala praxis (índice de reclamación del 2.8% por médico año). Los incidentes de mala praxis variaron entre las distintas especialidades, del 1.6% por médico año  para los pediatras al 4.1% por médico año para los cirujanos generales y los obstetras/ginecólogos.

Comparados con los cinco últimos médicos en lo que a gasto hospitalario total se refiere, los cinco primeros médicos corrieron un menor riesgo de verse comprometidos en reclamaciones de mala praxis entre las distintas especialidades (tabla 1).

Tabla 1. Índices de Reclamaciones por Mala Praxis según Gasto por Médico

Especialidad

Los que Menos Gastabana

Los que Más Gastabana

Medicina Interna

1.5%

0.3%

Subespecialidad en Medicina Interna

1.7%

0.2%

Medicina de Familia

0.5%

0.2%

Pediatría

0.7%

0.1%

Cirugía General

2.3%

0.4%

Subespecialidad Quirúrgica

1.7%

0.1%

Obstetricia & Ginecología

1.9%

0.4%


Un ‘análisis del propio médico’ pretendió eliminar diferencias no observables constantes en el tiempo que podrían contribuir a una mayor intensidad media de riesgo de manejo y mala praxis también reveló que un mayor gasto médico en un determinado año se asoció, negativamente, a la probabilidad de una reclamación por mala praxis al año siguiente. Este hallazgo fue consistente en las distintas especialidades y relevante a nivel estadístico para todas excepto para la medicina de familia (P = .18).

El Gasto Motivado por una “Medicina Defensiva” a Debate

Según los autores del estudio, un estudio a nivel nacional publicado en 2010 confirmó que más del 60% de los médicos norteamericanos aseguraron haber solicitado pruebas diagnósticas o consultas con el único propósito de reducir la amenaza de ser denunciados por mala praxis. Además, citan varios estudios económicos durante los últimos 15 años que han confirmado la presencia de cierta medicina defensiva entre médicos norteamericanos.

No obstante, aseguran que hay razones para creen que un mayor gasto tiene poco o ningún impacto en la mala praxis, sobre todo desde que un puñado de estudios revelaran que “una importante fracción de reclamaciones por mala praxis se deben a una mala comunicación médico-pacientes.”

Comentando este nuevo estudio, el Dr. Harlan M Krumholz, del Hospital Yale-New Haven (New Haven, CT), dijo a TCTMD que “presenta datos interesantes pero a los que les falta especificidad.”

Jena y colegas reconocen la falta de información del estudio sobre la severidad de la enfermedad y la incertidumbre de si un mayor gasto estuvo motivado por una cierta medicina defensiva.

“Si un mayor gasto está motivado porque preocupa la mala praxis pero, no obstante, se asoció a menos errores y, por tanto, a menos reclamaciones por mala praxis, entonces este gasto ser consideraría motivado por una medicina defensiva que, no obstante, no sería un despilfarro ya que se observan menos errores,” aseguran. “Si, en cambio, un mayor uso de recursos no se asocia a menos errores y no aporta ningún beneficio clínico, entonces este gasto adicional se consideraría un despilfarro, motivado, o no, por la medicina defensiva.”

No obstante Krumholz dijo que la afirmación de que los médicos que utilizan más recursos tienen menos reclamaciones por mala praxis “no cumple los principios de calidad, comunicación y resultados, ni tampoco cómo relacionar costes y reclamaciones legítimas y poco razonables de mala praxis. Sería inapropiado inferir de este estudio que los médicos que solicitan más pruebas o más intervenciones están de alguna forma protegiéndose de las reclamaciones por mala praxis, ya sea de forma frívola o justificada.”

La cuestión de si un mayor gasto se asoció a menos errores médicos o a la ocurrencia de menos episodios adversos ha de tenerse en cuenta seriamente, añaden los Dres. Tara F. Bishop y Michael Pesko, ambos de la Facultad de Medicina de la Universidad Weill Cornell (Nueva York, NY), en un editorial que acompaña al estudio. Advierten que estudios anteriores han revelado “notables discrepancias entre la ocurrencia de episodios adversos y las reclamaciones por mala praxis.”

Cabe destacar, advierten Bishop y Pesko que también “sería interesante saber si los médicos de las categorías más altas de gasto se habían visto implicados en una reclamación por mala praxis con anterioridad al período del estudio.” Si este fuera el caso, “serían mucho más conscientes del riesgo de reclamaciones por mala praxis y podrían estar empleando una práctica defensiva dirigida u otras prácticas no observadas tales como una mejor comunicación con los pacientes a fin de reducir los riesgos, aseguran Bishop y Pesko

“El estudio revela que tenemos que entender mejor lo que es la medicina defensiva, incluido cómo definirla y medirla, de forma fiable, y cómo afecta este tipo de práctica tanto a médicos como a pacientes,” concluyen.


Fuentes:
1. Jena AB, Schoemaker L, Bhattacharya J, Seabury SA. Physician spending and subsequent risk of malpractice claims: observational study. BMJ 2015;Epub ahead of print.
2. Bishop TF, Pesko M. Does defensive medicine protect doctors against malpractice claims? BMJ 2015;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Este estudio está financiado por becas de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. y por el Instituto Nacional del Envejecimiento, también de EE.UU.
  • Jena, Bishop y Pesko no declararon conflicto de interés alguno.

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