El Empeoramiento de la Función VI tras una PCI Primaria de las Mujeres podría Deberse a Retrasos a la Hora de Acudir al Hospital

Si las comparamos con los hombres, las mujeres que se someten a una intervención coronaria percutánea (PCI) tras sufrir un cuadro de infarto de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI) corren un mayor riesgo de presentar una función ventricular izquierda (VI) de carácter moderado o un empeoramiento de la misma. No obstante, el papel que juega el género del paciente desaparece tras ajustar por las características pre-tratamiento, según un estudio publicado en Internet el pasado 26 de agosto de 2014, previo a su edición impresa en el American Journal of Cardiology.

Los autores sugieren que el peor pronóstico de las mujeres podría deberse, en parte, a retrasos a la hora de acudir al hospital y recomiendan mayores esfuerzos para que estas sean más conscientes de sus propios síntomas cardíacos.

El Dr. Adaya Weissler-Snir, y sus colegas del Centro Médico Rabino (Tel Aviv, Israel), estudiaron, prospectivamente, a 789 pacientes consecutivos (625 varones y 164 mujeres) sometidos a PCI tras presentar un primer cuadro de STEMI anterior, en su centro, entre marzo de 2003 y septiembre de 2012. 

Se Aprecian Evidentes Diferencias de Género

Las mujeres debutaron a edades más avanzadas que los varones y solían presentar diabetes, hipertensión, insuficiencia renal y pertenecer a una clase Killip > 1, si bien eran menos propensas a tener antecedentes de tabaquismo. El tiempo transcurrido desde que se cursaron síntomas hasta su llegada a urgencias fue mayor para las mujeres, así como el tiempo isquémico total. No obstante, no se observó diferencia alguna entre uno y otro género en el tiempo puerta-balón (tabla 1).

 Tabla 1. Características del Debut según el Género

 

Varones

(n = 625)

Mujeres

(n = 164)

Valor P

Edad, años

59

62

< .001

Diabetes

23%

40%

.003

Hipertensión

43%

60%

.002

IFG < 60ml/min/1.73m2

11%

24%

< .001

Clase Killip >1

13%

23%

.001

Antecedentes de Tabaquismo

48%

27%

< .001

Tiempo Transcurrido desde Cursar Síntomas hasta llegar a Urgencias, hrs.

2.0

2.75

.005

Tiempo Isquémico Total, hrs.

3.4

4.0

.001

Tiempo Puerta-Balón, hrs.

1.0

1.0

.1

Abreviaturas: IGF: índice de filtración glomerular.

Los grados de flujo TIMI fueron parecidos entre hombres y mujeres antes de la PCI, si bien tras la intervención, los hombres arrojaron mejores resultados angiográficos e índices más altos de flujo TIMI grado 3 que las mujeres (del 96% frente al 89.6%; P = .006).

Además, durante las primeras 48 horas que siguieron a la PCI, más mujeres que hombres presentaron disfunción VI de carácter moderado o bien un empeoramiento de la misma (fracción de eyección ventricular izquierda-LVEF < 40%) valorada mediante ecocardiograma transtorácico (del 61.6% frente al 48%; P = .002). Una relación que se pudo confirmar en el análisis multivariado, que también asoció el género femenino con un tiempo isquémico total > 3.5 hrs., un flujo TIMI pre-PCI grado < 2, un recuento alto de glóbulos blancos >10.0 x 109/L, diabetes e insuficiencia renal. No obstante, tras dar cuenta de los distintos perfiles de riesgo basal entre uno y otro grupo a través de técnicas multivariadas y de puntuación de la propensión, el género femenino siguió siendo predictivo de todo salvo de la disfunción VI de carácter moderado o de un empeoramiento de la misma.

A los 2 años, las mujeres arrojaron índices más altos de MACE (episodios cardiovasculares adversos graves) que los hombres (del 36.5% frente al 24.3%; P = .003) condicionados por una mayor mortalidad así como por la ocurrencia de IM recurrentes, si bien la mortalidad a 30 días no varió (P = .5). El análisis multivariado no confirmó que el género del paciente fuese un predictor independiente de la mortalidad.

Hay que Concienciar y Formar Más

Según los autores, la mayoría de estudios anteriores sobre diferencias de género en pacientes sometidos a PCI primarias se han centrado más en la mortalidad y los MACE que en la función VI.

Observan que, comparado con los varones, el mayor tiempo isquémico total de las mujeres se vio condicionado por demoras desde que cursaron los síntomas hasta que se acudió a urgencias. Este hallazgo, asegura, sugiere que “los retrasos a la hora de acudir al hospital podrían explicarse por lo poco concienciadas que están las mujeres en lo que a patologías cardiovasculares se refiere y/o por la presentación de síntomas atípicos, más habituales en mujeres que en hombres, y que podrían asociarse a diferentes percepciones del dolor, a una edad más avanzada y a la diabetes.”

Advierten que “en el tratamiento de mujeres no hubo retrasos ni diferencia alguna comparado con el tratamiento de los varones,” y concluyen que hemos de destinar más esfuerzos a concienciar a las mujeres en materia de síntomas cardíacos.

 

 


 

Fuente:

Weissler-Snir A, Kornowski R, Sagie A, et al. Gender differences in left ventricular function following percutaneous coronary intervention for first anterior wall ST-segment elevation myocardial infarction. Am J Cardiol. 2014;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Este estudio no contiene información alguna sobre los posibles conflictos de interés.

 

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