El Guiado Sin Vaina por Catéter es Seguro y Eficaz en la realización de PCI Primarias Transradiales


El uso de catéteres guía sin vaina durante la realización de PCI (intervenciones coronarias percutáneas) primarias resulta seguro y eficaz, según los hallazgos publicados en Internet el pasado 10 de septiembre de 2015, previo a su edición impresa en Catheterization and Cardiovascular Interventions. Además, el abordaje no aumenta los tiempos puerta a balón ni el tiempo de fluoroscopia mucho más que los catéteres convencionales.

 

El Mensaje

Según los autores del estudio, mientras los centros y los operadores sean adeptos al abordaje transradial, los catéteres-guía sin vaina podrían ser una alternativa a los catéteres convencionales durante la realización de PCI primarias.

El Dr. Masaki Miyasaka, del Hospital Sendai Kousei (Sendai, Japón), y sus colegas realizaron PCI transradiales utilizando, para ello, un catéter guía sin vaina PCI (Asahi Sheathless Eaucath Guiding Catheter; Asahi Intecc; Nagoya, Japón) en 478 pacientes víctimas de STEMI (infarto de miocardio con elevación del segmento ST) (media de edad 67 años; el 21.7% mujeres) tratados en su hospital entre septiembre de 2010 y mayo de 2013.

El abordaje radial izquierdo se utilizó en todos salvo en 5 pacientes, empleándose para ello vainas de 6.5-Fr y 7.5-Fr en 150 y 328 pacientes, respectivamente. El índice de masa corporal (IMC) medio por paciente fue de 24.0 kg/m2.

El punto final primario de éxito quirúrgico, definido como un flujo TIMI 2 ó 3 al final de la intervención con una estenosis <30% en la lesión causante y sin cruzamiento en el punto de acceso/abordaje se alcanzó en el 97.5% de los pacientes. La razones del fracaso operatorio incluyeron una reperfusión incompleta por embolización distal en 9 pacientes, imposibilidad de cruzar la lesión causante con un alambre-guía en 2 pacientes y cruzamiento a la arteria femoral por un inadecuado soporte de apoyo para una lesión compleja en un paciente. No obstante, ningún paciente desarrolló espasmos en la arteria radial que precisaran cruzamiento al punto de acceso/abordaje.

El tiempo medio transcurrido puerta a balón fue de 45 minutos, el tiempo medio de fluoroscopia fue de 16.4 minutos y el volumen medio de contraste, 134 mL.

De los 370 pacientes sometidos a intervenciones coronarias transradiales entre 10 días y 12 meses después de la PCI primaria, el 3.8% refirieron complicaciones en las arterias radiales, incluidos cuadros de estenosis y oclusiones. Otras complicaciones durante subsiguientes intervenciones fueron las disecciones de la arteria coronaria (n = 1), los pseudoaneurismas de la arteria radial que precisaron cierre quirúrgico (n = 1) y las hemorragias en el punto de punción que precisaron transfusiones sanguíneas (n = 1). No hubo ningún caso de fístulas arteriovenosas ni de extremidades isquémicas que precisaran cirugía.

Tanto el Recubrimiento Hidrofílico como la Experiencia Transradial se asociaron al Éxito Operatorio

Aunque investigaciones anteriores han arrojado resutados esperanzadores para los catéteres guía sin vaina durante la realización de PCI transradiales, la población de pacientes STEMI de estos estudios ha sido escasa, advierten el Dr. Miyasaka y sus colegas. “Los actuales hallazgos sugieren que el éxito operatorio puede anticiparse sin tiempos puerta a balón o tiempos de fluoroscopia más largos en centros en los que los catéteres guía sin vaina se utilizan habitualmente,” explican.

El índice de cruzamiento del punto de acceso observado fue “mucho menor [una incidencia del 1.8-9.6%] que lo descrito en anteriores estudios sobre PCI transradiales utilizando catéteres guía convencionales,” advierten los autores.

Los primeros estudios identificaron las punciones inadecuadas, los espasmos de la arteria radial, las oclusiones periféricas y un inadecuado soporte del catéter guía como algunas de las causas más comunes de cruzamiento, advierten. En cambio, el recubrimiento hidrofílico del catéter sin vaina “minimiza la fricción entre el catéter y los tejidos circundantes” reduciendo, así, la probabilidad de que ocurran tales problemas, aseguran los investigadores.

Otro factor responsable del índice mínimo de cruzamiento podría ser el uso predominante del abordaje radial izquierdo, que ya ha demostrado, previamente, ser más sencillo de utilizar a nivel técnico que el abordaje en el lado derecho ya que la tortuosidad es menor en la arteria subclavia izquierda, explican los autores.

Una ventaja más del catéter sin vaina es que supera las limitaciones de tamaño impuestas por los catéteres convencionales. Estos últimos requieren vainas introductoras y catéteres guía, permitiendo, por tanto, un mayor rango de opciones en el tratamiento de lesiones complejas, observan el Dr. Miyasaka y sus colegas.

No obstante, advierten, el alto nivel de experiencia de su centro en la realización de PCI transradiales, unido al nivel de comodidad de sus operadores con dicho abordaje, deberían de tenerse en cuenta a la hora de interpretar los resultados.


Fuente:
Miyasaka M, Tada N, Kato S, et al. Sheathless guide catheter in transradial percutaneous coronary intervention for ST-segment elevation myocardial infarction. Catheter Cardiovasc Intv. 2015;Epub ahead of print.

Declaración:

  • El Dr. Miyasaka no declaró conflicto de interés alguno.

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