El Uso de la TAVR en Europa se asocia a la Economía y a los Reembolsos

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La sustitución de la válvula aórtica mediante técnicas transcatéter (TAVR) es una intervención muy infrautilizada en pacientes europeos que padecen estenosis aórtica severa, según un estudio publicado en el número del 16 de julio de 2013 en el Journal of the American College of Cardiology. Los resultados también indican que el uso de la TAVR varía en función de la region y depende, en gran medida, de las políticas económicas y de reembolsos.

 El Dr. Nicolo Piazza, del Centro de Salud de la Universidad McGill (Montreal, Canadá) y del Centro Cardiovascular Alemán de Munich (Alemania) y sus colegas utilizaron datos de registros y un rastreador de mercado TAVR basado en implantaciones para analizar los índices de uso y los patrones en 11 países europeos entre 2007 y 2011.

La TAVR Florece en Alemania

Durante el período del estudio, 34.317 pacientes se sometieron a TAVR. Casi la mitad de todas las implantaciones se realizaron en Alemania (45.9%), representando Italia (14.9%) y Francia (12.9%) juntas otra ¼ parte de las intervenciones. Irlanda (0.4%) fue el país en el que menos implantaciones se realizaron.

Los mayores aumentos anuales en el volumen de intervenciones en 2011 se registraron en Francia (61%) y Alemania (49%), aunque Irlanda (-15%) y Portugal (-3%) registraron descensos. En total, el número anual de intervenciones TAVR aumentó unas 33 veces, si bien el índice annual de crecimiento del volumen operatorio descendió pasando del 429% en 2008 al 40% en 2011.

En 2011, el número de intervenciones por cada millón de pacientes osciló entre 6.1 en Portugal y 88.7 en Alemania, registrándose una media total de 32.9 ± 24.9 implantaciones. En pacientes de 75 o más años, la media aumentó 398 ± 283. El número de centros que realizaban TAVR también aumentó unas 9 veces durante el período de estudio, pasando de 37 a 342, localizándose la mayor parte de dichos centros en Alemania e Italia, mientras en Portugal, Dinamarca e Irlanda solo se localizaban 3 centros por país.

En total, la media ponderada del índice de penetración TAVR en Europa fue del 17.9% en 2011. Alemania y Suiza registraban los índices más altos individuales y Portugal y España lo más bajos.

Por último, los investigadores compararon el uso de la TAVR con índices económicos y de reembolsos y encontraron una correlación entre el número de implantaciones por cada millón de pacientes ≥ 75 años y el gasto sanitario como porcentaje del producto interior bruto (P = 0.025) y el gasto en atención sanitaria per capita (P = 0.005). Se observó una cierta tendencia hacia una mayor uso de la TAVR en países con seguridad social que en países cuyo seguro sanitario está financiado con los impuestos (P = 0.056). Además, los sistemas de reembolsos específicos de la TAVR se asociaron a un número 33 veces más alto de implantaciones por cada millón de pacientes ≥ 75 años que los sistemas constreñidos (P = 0.002). Los países con reembolsos operatorios se asociaron, también, a 2.5 veces más de implantaciones por centro que aquellos países sin dichos reembolsos (P = 0.008).

Sigue Observándose un ‘Importante Abismo en el Tratamiento’

“A pesar de la rápida adopción de la TAVR en toda Europa, nuestros hallazgos indican que se sigue observando un importante abismo en el tratamiento en pacientes de riesgo quirúrgico alto/prohibitivo con estenosis aórtica severa,” aseguraron el Dr. Piazza y sus colegas.

Son varias las razones que explicarían esta divergencia en el uso de la TAVR entre unos y otros países, observan. “El reto económico de ofrecer una atención progresiva a una población envejecida ha obligado a que el uso de nuevas tecnologías de dispositivos médicos no solo dependa de la expectativa de obtener mejores resultados clínicos sino también de rentabilizar los costes,” aseguran los autores. “Es axiomático, pues, que la magnitud de los recursos destinados a la atención sanitaria influye en la adopción de nuevas tecnologías de dispositivos médicos.” Como España, Portugal e Irlanda están, en la actualidad, atravesando problemas económicos, no es de extrañar que tengan los índices TAVR más bajos registrados, añaden.

Como ya ha quedado demostrado que los reembolsos por intervenciones y la financiación sanitaria influyen en el uso de desfibriladores cardioversores implantables y stents coronarios, los autores aseguran que estos sistemas son “factores críticos a la hora de determinar la adopción de nuevas tecnologías de dispositivos médicos.” Aún así, “nuestras estimaciones de penetración TAVR sugieren que la TAVR seguirá infrautilizándose en Europa occidental.”

“La adopción de nuevas tecnologías puede ser un proceso lento,” continuan. “Requiere un umbral de una sólida evidencia clínica, iteración del dispositivo, formación del médico y planificación clínica y financiera. Además, el cambio cultural que se necesita para acoger nuevos tratamientos suele evolucionar gradualmente.”

El Dr. Piazza y sus colegas aseguran que la penetración de la TAVR podría no ser, necesariamente, un sustituto de la calidad de la atención médica, más bien, “podría sugerir una mayor necesidad de que los pacientes accedan a tratamientos nuevos que pueden llegar a salvarles la vida. Echándoles un vistazo a aquellos países con índices más altos de penetración, “nos damos cuenta de que podríamos estar ante el nacimiento de una tendencia a tratar a pacientes de menor riesgo quirúrgico extremo,” concluyen.

Fuente:

Mylotte D, Osnabrugge RLJ, Windecker S, et al. Transcatheter aortic valve replacement in Europe: Adoption trends and factors influencing device utilization. J Am Coll Cardiol. 2013;62:210-219.

Declaración:

  • El Dr. Piazza dijo ser supervisor y consultor de Medtronic.

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