El Uso de Terapia Antianginosa Previa a una PCI en el Tratamiento de la EAC Estable Parece Bajo e Inconsistente

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A pesar del uso apropiado de criterios que abogan por la importancia de intentar 2 o más fármacos antianginosos antes de proceder con un tratamiento invasivo contra la enfermedad arterial coronaria (EAC), casi 1/3 parte de los pacientes sometidos, en EE.UU., a intervenciones coronarias percutáneas (PCI) electivas por cuadros de EAC, nunca reciben un fármaco antianginoso, según un estudio publicado en Internet el pasado 6 de agosto de 2013, previo a su edición impresa en Circulation: Cardiovascular Interventions.

El Dr. William B. Borden, de la Facultad de Medicina Weill Cornell (Nueva York, NY), y sus colegas analizaron la terapia antianginosa previa a 300.772 intervenciones PCI por cuadros de EAC estable en el Registro CathPCI del Registro Nacional de Datos Cardiovasculares, utilizando, para ello, datos extraidos del Atlas Dartmouth para evaluar la variación regional. Las PCI se realizaron en 1.164 hospitales entre enero de 2009 y marzo de 2011. El Atlas Dartmouth ordena el mercado de asistencia sanitaria, en EE.UU., en 306 regiones de hospitales derivadores (HRR), 282 de las cuales se incluyeron en el presente estudio.

Notable Variación en el Uso Antianginoso

En, aproximadamente, 1/3 parte de los pacientes (32.8%), no se instauró ningún fármaco antianginoso 2 semanas antes de la PCI, si bien el 18.9% recibió 2 o más de estos fármacos durante el mismo período de tiempo.

Los hospitales metropolitanos arrojaron índices medios más altos que los hospitales rurales en cuanto a que ofrecían 2 o más fármacos antianginosos antes de proceder a una PCI (18.0% frente al 12.8%; P < 0.0001), así como los hospitales con frente a sin programas de formación médica universitaria (17.9% frente al 14.3%; P < 0.0001). Los análisis por sensibilidad de varias poblaciones de pacientes no alteraron los patrones HRR así como tampoco los análisis regresivos, incluidas las CABG y los índices totales de revascularización.

Cuando se utilizaron fármacos antianginosos, los beta bloqueadores fueron el tipo más frecuente (59.4%) seguido de los bloqueadores de los canales de calcio (15.9%) y los nitratos de acción prolongada (12.5%).

Cuando se compararon los HRR, se observó una notable variación en el uso de 2 o más fármacos antianginosos, con un rango del 0 al 42.0% y un rango intercuartil del 0.3% al 36.0%. Los índices de uso apropiado 2 semanas antes de la PCI no se asociaron a los índices de PCI por región (P = 0.64). Aproximadamente ¼ parte de los HRR entraba dentro de alguno de los siguientes escenarios:

  • Por debajo de índices medios de ≥ fármacos antianginosos y una PCI: 24.1%
  • Por debajo de índices medios de ≥ fármacos antianginosos pero por encima de índices medios PCI: 25.9%
  • Por encima de índices medios de ≥ 2 fármacos antianginosos pero por debajo de índices medios PCI: 25.9%
  • Por encima de índices medios de ≥ 2 fármacos antianginosos y PCI: 24.1%

Los Hallazgos muestran Indicios de Diferencias en los Patrones de Práctica según la Región

“La falta de una correlación entre los índices de terapia antianginosa y las PCI sugiere que otras variables, aparte del tratamiento médico, explican la variabilidad de los índices de PCI,” aseguran los autores del estudio.

Además, el Dr. Borden y sus colegas aseguran que la notable variación observada entre los distintos HRR sugiere que los patrones de práctica clínica regional podrían influir en el uso del tratamiento médico. Cabe destacar, añaden, el hallazgo de índices altos de terapia antianginosa e índices bajos de PCI, sugestivos, ambos, de que los patrones de práctica de estas regiones “podrían explicar ciertas estrategias que parecen reservar las PCI, preferencialmente, para aquellos pacientes en quienes fracasa el tratamiento médico.”

Por otro lado, en regiones con índices altos de PCI a pesar de índices altos de tratamiento médico, los patrones de práctica son más difíciles de discernir, advierten los investigadores. Entre las posibles explicaciones está que el tratamiento antianginoso agresivo y el seguimiento intenso podrían llevar a más PCI por una mayor detección de cuadros anginosos.

Futuros estudios deberían de examinar variables tales como el conocimiento y las actitudes del propio médico hacia importantes ensayos y factores clínicos asociados a los sistemas sanitarios locales y regionales, advierten.

“Es probable que la relación existente entre la terapia antianginosa y las PCI sea multifactorial,” concluyen los autores. “Al examinar la interacción existente entre varios elementos estudiados, con anterioridad, independientemente, la comunidad médica puede llegar a entender, de forma más completa, las diferentes variaciones en la asistencia sanitaria.”

Detalles del Estudio

Los pacientes que recibieron 2 o más fármacos antianginosos antes de someterse a la PCI eran más sintomáticos, más mayores, tenían más patologías comórbidas, eran más propensos a ser beneficiaros de Medicare y menos propensos a ser fumadores, en la actualidad, o a haber sido fumadores recientemente.

 


Fuente:
Borden WB, Spertus JA, Mushlin AI, et al. Antianginal therapy before percutaneous coronary intervention. Circ Cardiovasc Interv. 2013;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • El Dr. Borden dijo ser asesor principal del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.

 

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