La Calidad de Imagen ATCC No se ve Comprometida con Dosis Muy Bajas de Radiación

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Se pueden alcanzar¡ importantes descensos en la dosis de radiación con la angiografía tomográfica coronaria computarizada (ATCC) mediante un nuevo algoritmo que no compromete la calidad de la imagen diagnóstica, según un pequeño estudio publicado en Internet el pasado 19 de febrero de 2014, previo a su edición impresa en el European Heart Journal. Esta tecnología mejorada acarrea una exposición a la radiación en el mismo rango de radiación de una radiografía torácica, aseguran los autores

Investigadores dirigidos por el Dr. Philipp A. Kaufmann, del Hospital Universiario de Zurich (Zurich, Suiza) valoraron a 42 pacientes consecutivos con enfermedad arterial coronaria (EAC) conocida o sospecha de EAC utilizando, para ello, tanto una ATCC con una dosis estándar baja como una ATCC con una dosis ultra baja.

La ATCC con dosis estándar baja se reconstruyó utilizando, para ello, un forma de reconstrucción iterativa estadística adaptativa (RIEA), mientras la ATCC con dosis ultra baja se reconstruyó mediante un nuevo algoritmo de procesamiento llamado reconstrucción iterativa basada en el modelo (RIBM; ambos de GE Healthcare, Waukesha, WI).

La Dosis de Radiación se Reduce en 4/5 Partes

El producto medio dosis-longitud de la ATCC de dosis ultra baja fue de 14.9 mGy-cm frente a los 84.7 mGy-cm de la ATCC de dosis estándar baja, arrojando una dosis media estimada de radiación efectiva de 0.21 mSv (rango intercuartil-IQR 0.18-0.23 mSv) frente a 1.19 mSv (IQR 1.07-1.30 mSv; P < 0.0001), para un descenso de la dosis del 82%.

La puntuación de calcio en los 20 pacientes que presentaban calcificaciones coronarias (puntuación de calcio > 0) estuvo en torno a 335 ± 499 de media.

Se evaluaron un total de 168 vasos y 551 segmentos arteriales coronarios con un diámetro de, al menos, 1.5 mm. Ambos protocolos de las ATCC arrojaron una calidad de imagen entre buena y excelente por segmento, coronaria y paciente. En la escala Likert de 4 puntos, la puntuación media de la calidad de imagen por segmento fue idéntica (3.5) para ambos métodos. Además, el el grado de concordancia interobservador en lo que a la calidad de imágenes se refiere fue bueno. En total, el 97.8% de los segmentos de la ATCC de dosis ultra baja y el 98.7% de los segmentos de la ATCC de dosis baja tuvieron una buena calidad de imagen diagnóstica.

El ruido medio de la imagen descendió y la atenuación media aumentó con la ATCC de dosis ultra baja comparad con la ATCC de dosis estándar baja (tabla 1). Así, la ATCC de dosis ultra baja y el RIBM resultaron en un aumento del cociente señal-ruido a pesar del notable descenso en la dosis.

 Tabla 1. Comparativa de Parámetros de Calidad de Imagena

 

ATCC Dosis Ultra Baja

ATCC Dosis Baja

Ruido, HU

20 ± 3

32 ± 8

Atenuación, HU
    LMA
    RCA


558 ±
 121
511
 ± 100


456 ± 82
444 ±
 72

Cociente Señal-Ruido, HU
    LMA
    RCA


29
 ± 7
27 ±
 6


15
 ± 5
14
 ± 4

Abreviaturas: HU = Unidades Hounsfield; RCA: arteria coronaria dcha.; LMA: Arteria principal izda.

a P < 0.001 para la diferencia entre la ATCC de dosis ultra baja y la ATCC de dosis baja para todas las métricas.

 

En entrevista telefónica con TCTMD, el Dr. James K. Min, de la Facultad de Medicina Weill Cornell (Nueva York, NY), tildó estos descensos de la dosis logrados con la nueva tecnología de “muy impresionantes.” Están “por debajo de otras pruebas de imágenes cardíacas que utilizan radiación ionizante,” dijo, advirtiendo que la dosis media de una prueba nuclear de esfuerzo está entre 12 y 15 mSv. “Con la reconstrucción iterativa basada en el modelo, las dosis van a seguir bajando,” añadió.

Este primer estudio del nuevo algoritmo en un rango bastante amplio de pacientes “ciertamente resulta prometedor,” dijo el Dr. Andrew J. Einstein, del Centro Médico de la Universidad de Columbia (Nueva York, NY) a TCTMD en entrevista telefónica.

Advirtió, no obstante que calidad de imagen que asegura el estudio no es concluyente; que los lectores consideren que una imagen sea ‘buena’ o ‘excelente’ no garantiza que tiene toda la información diagnóstica necesaria, dijo el Dr. Einstein, que añadió que la nueva tecnología todavía ha de compararse al estándar de referencia de la angiografía invasiva. El Dr. Min coincidió en que tal validación será importante.

Nuevos Horizontes para la ATCC

El Dr. Einstein se hizo eco de lo dicho por los autores al afirmar que haber alcanzado una dosis de radiación muy baja probablemente amplíe los horizontes de uso de la ATCC, aún en pacientes de riesgo más bajo. “Siempre hemos sido reacios a exponer a personas sanas a la radiación sin una buen razón para someterles a un escáner cardíaco,” observó, pero la ATCC de dosis ultra baja parece cambiar este equilibrio perjuicio-beneficio en favor del beneficio de estos pacientes.

“…La exposición a la radiación con esta técnica es más baja que para la puntuación de calcio,” continuó, “aun así la ATCC tiene el potencial de ofrecer más datos que la puntuación de calcio. No solo muestra la placa calcificada sino también la placa blanda, la placa mixta y la estenosis coronaria. Y ahora incluso tenemos la reserva fraccional del flujo (FFR) determinada por TC. Así que si somos capaces de dar toda esta información a un coste muy bajo en términos de radiación, estaremos abriendo el camino para que la ATCC sea la prueba potencial de cribado y monitorización. Por supuesto, todavía ha de haber, todavía, más demostraciones.”

El Dr. Min se mostró más cauto. “Creo que todavía falta hasta que tengamos los datos que avalen cribados con la ATCC,” dijo. “No obstante, sí podemos tener en cuenta la perfusión por TC de tal forma que podamos emparejar la evaluación de la severidad de la estenosis angiográfica con la valoración fisiológica de la perfusión miocárdica. Si somos capaces de realizar, ambos, a 0.2 mSv por intervención, estarímos hablando de 0.4 mSv, que es 20 veces menos que una prueba de esfuerzo de las que se realizan hoy en día.”

Lo que no sabemos respecto a esta Nueva tecnología es el efecto que puede tener un IMC más alto, dado del bajo voltaje del tubo empleado, dijo el Dr. Einstein, y esta es una cuestión importante dado que la obesidad es prevalente en los pacientes norteamericanos.

En lo que a la viabilidad de incorporar el nuevo algoritmo a los actuales escáneres TC, el Dr. Einstein observó que es “exigente a nivel computacional,” lo que quiere decir que podría limitar su implementación ya que, es posible, que muchos centros no tengan espacio ni los recursos económicos necesarios para instalar dichos escáneres, planteó.

Aunque estuvo de acuerdo en el que algoritmo RIBM es “intenso a nivel computacional,” el Dr. Min dijo que no cabe duda de que el tiempo extra necesario para reconstruir los datos se reducirá en un futuro. De momento, el principal problema es que el software todavía no está disponible, dijo, añadiendo que “es evidente que sí lo estará en el futuro.”

Otros proveedores de tecnología TC ya están incorporando un software parecido, concluyó el Dr. Einstein.

Detalles del Estudio

Todos los exámenes se realizaron con un escáner TC de 64 cortes (Discovery HD 750, GE Healthcare) que utilizó un ECG prospectivo durante la retención de la inspiración.

La media de edad de la cohorte del estudio estuvo en torno a los 55 años y el IMC de 25.2 kg/m2.


Fuente:

Fuchs TA, Stehli J, Bull S, et al. Coronary computed tomography angiography with model-based iterative reconstruction using a radiation exposure similar to chest X-ray examination. Eur Heart J. 2014;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • El Dr. Kaufmann dijo haber recibido una subvención institucional para su investigación de GE Healthcare.
  • El Dr. Einstein dijo haber recibido subvenciones para su investigación de GE Healthcare y Philips Healthcare.
  • El Dr. Min dijo ser miembro de la junta científica asesora de GE Healthcare.

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