La Cirugía es Más Segura que la Intervención Endovascular para un Tipo de Arteritis Crónica

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Los pacientes que se someten a cirugía de bypass para tratar la arteritis de Takayasu, una enfermedad inflamatoria crónica, sufren menos complicaciones al cabo de 5 o 10 años que los que se someten a reparación endovascular, según los datos recopilados del primer estudio que evaluó los resultados a largo plazo de la revascularización para tratar este tipo de trastorno. Los resultados se publicaron en Internet el 9 de enero de 2012 previo a su edición impresa en Circulation.

El Dr. en Medicina Dr. David Saadoun, del Hôpital Pitié-Salpétrière de París, Francia y sus colegas estudiaron a 79 pacientes consecutivos con arteritis de Takayasu, una enfermedad que afecta, principalmente, a vasos grandes tales como la aorta. El estudio se realizó entre 1992 y 2010 en tres centros franceses. Los pacientes se sometieron a 106 intervenciones vasculares (62,4% cirugía de bypass, 37,3% angioplastia) para tratar estenosis u oclusión arterial en varios territorios vasculares, entre ellos el aórtico (18,7%), subclavio (14,4%), renal (13,2%) y carotídeo (11,4%), entre otros muchos otros.

Las opciones quirúrgicas fueron el bypass protésico (65,4%) y el bypass venoso (34,6%), mientras que aproximadamente dos tercios de las intervenciones endovasculares (67,7%) implicaron colocación de stents. La decisión de tratar al paciente con cirugía o angioplastia quedó a discreción del médico.

La Mitad de las Reparaciones Endovasculares Producen Complicaciones

El índice global de complicaciones arteriales a los 5 años fue del 44%. La mitad de las intervenciones endovasculares resultaron en complicaciones, bien en la fase temprana (< 30 días) o en la tardía (> 30 días) frente a las intervenciones quirúrgicas (37,5%). De los pacientes a los que se les colocó un stent (n = 42), el 47,6% sufrió alguna complicación vascular. Cuando se presentó alguna inflamación biológica, el índice de complicaciones fue de casi el 61,5% y 64%, respectivamente, para la reparación endovascular y la cirugía. La complicación primaria más grave fue, con diferencia, la reestenosis, arrojando una incidencia total de casi el 31%. La reestenosis supuso el 75,7% de todas las complicaciones, seguida de trombosis (10%), hemorragias (8,6%) y ACV (5,7%).

Durante el seguimiento medio que se hizo de 6,5 años de duración, hubo 4 muertes (1 por cirugía y 3 por reparaciones endovasculares). Los índices de supervivencia de Kaplan-Meier fueron altos en varios intervalos hasta los 10 años, mientras que los índices de supervivencia sin complicaciones favorecieron a la cirugía frente a la revascularización endovascular (gráfico 1).

Gráfico 1. Índices de Supervivencia Tras la Revascularización Contra la Arteritis de Takayasu

 

1 Año

3 Años

5 Años

10 Años

Supervivencia

97%

96%

96%

92%

Supervivencia sin complicaciones
Cirugía
Endovascular


78%
NA
NA


67%
NA
NA


56%
60%a
49%


45%
57%a
29%

a Supervivencia sin complicaciones P < 0,05 para la cirugía frente a la endovascular.

En el momento de la revascularización, la inflamación biológica fue, en el análisis multivariable, un factor predictivo independiente de complicaciones (cociente de probabilidades (CP) 7,48; IC del 95% 1,42-39,39; P = 0,04), al igual que lo fue la reparación endovascular (CP 3,61; IC del 95% 1,3-10,3; P = 0,021).

Los autores reconocen las limitaciones de su estudio, incluida su naturaleza retrospectiva y su potencial para las diferencias basales entre los 2 grupos. No obstante, concluyen diciendo que “sorprendentemente, es probable que nuestros resultados sean clínicamente significativos para los médicos que tratan a los pacientes que sufren arteritis de Takayasu.”

Se Prefiere la Cirugía

Sobre todo, en comunicación por email con TCTMD, el Dr. Saadoun dijo que los médicos “deberían tener en cuenta que cuando hablamos de arteritis de Takayasu, la revascularización debe posponerse se dan casos de síndrome inflamatorio biológico, que es cuando la cirugía debería ser la opción preferente sobre las intervenciones endovasculares.”

Aunque la diferencia en las complicaciones entre la cirugía y la revascularización fuesorprendente, el Dr. Saadoun añadió que, “la revascularización siguió siendo eficaz, aunque en pacientes que presentaban inflamación biológica en el momento de la intervención, el índice de complicaciones aumentó notablemente en más del 60% de los casos.”

La Dra. Maya J. Salameh, del Centro Médico Universitario Johns Hopkins de Baltimore, Maryland), dijo que cuando se trató a los pacientes no quedó claro en qué fase de la enfermedad se encontraban. La Dra. Salameh también dijo coincidir con los autores del estudio en que podía haber habido diferencias en las características basales de los pacientes que habrían hecho que los autores eligiesen un determinado tratamiento u otro.

Sin embargo, “los resultados me dicen que hay que llevar a cabo más investigaciones antes de considerar la reparación endovascular como la opción de tratamiento invasivo de primera línea para pacientes con arteritis de Takayasu,” advirtió la Dra. Salameh en comunicación por email con TCTMD.”

La Patología de la Arteritis es Distinta a la de la Aterosclerosis

Tiene sentido, continuó señalando la Dra. Salameh ya que la patología de base de la enfermedad es distinta de la de la aterosclerosis. La arteritis de Takayasu “es, sobre todo, una patología crónica que está caracterizada por la inflamación. Tal y como se señaló en el documento, dicha inflamación resulta en ‘extensa fibrosis periarterial, engrosamiento y adhesiones’, lo que a su vez provoca la rigidez de la pared de los vasos; por todo ello, se mi preguntan yo diría que tratar estas lesiones con el tratamiento endovascular sería más complicado que colocar un stent en la típica lesión aterosclerótica,” señaló la Dra. Salameh.

A diferencia de la cirugía, el riesgo primario sería la reestenosis, que “simplemente implica colocar un bypass en la zona afectada,” añadió la Dra. Salameh

No obstante, a pesar de que la cirugía debería seguir siendo la opción de tratamiento de primera línea contra la arteritis de Takayasu, la Dra. Salameh dijo, que esto no quiere decir que la reparación endovascular nunca sea apropieada. Un ejemplo sería “un paciente de riesgo extremadamente alto como para someterse a cirugía,” observó la Dra. Salameh.

Tan importante como la diferencia entre cirugía y reparación endovascular, “es que los pacientes del estudio que se sometieron a la intervención, independientemente de si ésta fue quirúrgica o endovascular, arrojaban un índice de complicaciones mucho mayor si había alguna inflamación biológica activa en el momento de la intervención,” concluyó la Drs. Salameh.

Detalles del Estudio

La mayoría de los pacientes fueron mujeres (79,9%), con una edad media de 45 años en el momento del diagnóstico. La característica principal con que debutaron fue claudicación arterial de las extremidades inferiores.


Fuente:
Saadoun D, Lambert M, Mirault T, et al. Retrospective analysis of surgery versus endovascular intervention in Arteritis de Takayasu: A multicenter experience. Circulation. 2012;Epub ahead of print.  

Declaraciones:

  • Los Dres. Saadoun y Salameh no declararon conflicto de interés económico alguno.

Jason R. Kahn, the former News Editor of TCTMD, worked at CRF for 11 years until his death in 2014…

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