La Dosis de Radiación que Recibe el Operador sigue siendo Más Alta con el Abordaje Radial, Pese a la Protección del Paciente

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El uso de un protector pélvico de plomo resulta muy efectivo a la hora de reducir la exposición del operador a la radiación durante la angiografía coronaria mediante abordaje radial y femoral, tal y como se desprende de un estudio publicado en el número de abril de 2012 de JACC: Cardiovascular Interventions. No obstante, a pesar de esta protección adicional, las intervenciones radiales todavía se asocian a dosis de radiación más altas.

 

Los Dres. Helmut W. Lange de Herzzentrum Bremen y Heiner von Boetticher, de Klinikum Links der Weser (ambos de Bremen, Alemania) aleatorizaron a 210 pacientes que se sometieron a una angiografía coronaria voluntaria realizada por el mismo operador mediante abordaje radial (n = 107) o femoral (n = 103) con o sin el protector pélvico de plomo para el paciente. El Dr. Lange, que tiene una amplia experiencia en materia de abordajes radiales, realizó todas las intervenciones.

 

En todos los casos, la protección estándar consistió en un protector acrílico de plomo suspendido del techo con la silueta y contorno del paciente que se desplegó sobre el abdomen de éste. Se incorporó un protector lateral de plomo al lateral de la mesa, plegándose hacia abajo el faldón protector superior en todos los casos. También se extendió sobre la mesa un faldón adicional hasta el suelo.

 

El protector pélvico del paciente era una manta de plomo a medida que cubría a éste desde el diafragma hasta las rodillas. La parte superior tenía forma diagonal para que pudieran obtenerse proyecciones caudales con 1 o 2 cortes para los puntos de punción femoral.

 

La Protección Adicional es Útil para los Operadores

 

Las dosis de radiación del operador se registró al comienzo y al final de cada intervención at través de un dosímetro situado en la parte exterior del bolsillo del pecho del delantal de plomo.

 

Con el protector pélvico de plomo, la dosis del operador fue más baja tanto durante la intervención radial como durante la intervención femoral, comparado con la protección estándar, aunque las intervenciones radiales continuaron arrojando dosis del operador casi 3 veces más altas que las femorales. El protector pélvico de plomo redujo la dosis del operador normalizada por producto dosis-área (la dosis del operador dividida por el producto del área de la dosis) a niveles parecidos para ambas vías de abordaje (gráfico 1).

 

Gráfico 1. Descensos en la Dosis de Radiación del Operador

 

 

Protección Estándar

Protector Pélvico de Plomo

Valor P 

Dosis del Operador, µSv
Femoral
Radial

15,3 ± 10,4
20,9
 ± 13,8

2,9 ± 2,7
9,0 ± 5,4

< 0,0001
< 0,0001

Dosis-Área Producto Normalizado, µSv x Gy-1 x cm-2
Femoral
Radial

0,70 ± 0,26
0,94 ± 0,28

0,16 ± 0,13
0,39 ± 0,19

< 0,0001
< 0,0001

 

El tiempo de fluoroscopia fue más prolongado con el abordaje radial que con el femoral (2,7 ± 1,4 min. frente a 2,1 ± 1,1min.; P < 0,001). La dosis de radiación del paciente fue similar en todos los casos, tanto radiales como femorales, no observándose diferencia alguna en la exposición con independencia de si se utilizó o no un protector pélvico de plomo además de protección estándar.

 

En un nuevo análisis se demostró que sólo el protector pélvico de plomo y la vía de abordaje influyeron tanto sobre la dosis de radiación del operador como sobre la dosis del operador normalizada por producto dosis-área.

 

Las Intervenciones Radiales Necesitan Más Protección

 

Según los autores, tanto los factores secundarios a la intervención como los relacionados con el propio operador son responsables de la mayor radiación dirigida al operador en las intervenciones radiales. Como ejemplo, los desafíos técnicos que plantea maniobrar catéteres dentro de los ostia coronarios, generan un mayor tiempo de fluoroscopia, que se reduce a mayor experiencia del operador.

 

“Lo más importante para mejorar la protección ante la radiación es que el operador se encuentra muy cerca al tubo de rayos X, algo propiamente inherente al abordaje radial,” aseguran. En un estudio anterior se dieron cuenta de que la dosis del operador se multiplicó por dos en las intervenciones diagnósticas, siendo un 50% más alta en las intervenciones acometidas mediante abordaje radial.

 

Cabe destacar que el presente estudio también halló una importante dispersión de la radiación en los huesos pélvicos procedente del ángulo existente entre el protector instalado en el techo y el protector lateral, “lo cual, básicamente, podría neutralizarse mediante el uso de un protector que cubra la pelvis y los muslos del paciente,” añadieron.

 

“El mensaje principal es que si se coloca cuidadosamente un protector adicional se consigue una mejor protección,” concluyó el Dr. Stephen Balter del Centro Médico de la Universidad de Columbia (Nueva York) en una entrevista telefónica concedida a TCTMD. “Yo creo que merece la pena, sobre todo porque, durante el abordaje radial, el operador está muy cerca del corazón. Por eso se necesita una protección extra.”

 

Hace Falta Algo Más para Salvar la Distancia que existe entre Abordaje Radial y Femoral

 

No obstante, el protector pélvico por sí solo no basta para salvar la “distancia de radiación” que existe para el operador entre el abordaje radial y el femoral, advirtieron los autores. Además, sugirieron que nuevos descensos, si cabe, en las exposiciones a la radiación, para los operadores radiales “son posibles y deberían de establecerse como objetivo, combinando, por ejemplo, un protector pélvico de plomo y una mesa, también, protectora. Estas medidas podrían terminar con la diferencia que existe en la exposición que tiene el operador a la radiación secundaria a los abordajes radiales.”

 

El Dr. Balter dijo que aunque que la mesa protectora es un buen comienzo, aún queda mucho por hacer hasta que se consigan reducir las dosis de radiación lo máximo posible, algo crucial, sobre todo, para todos aquellos operadores que realizan un gran número de intervenciones. Es más, aunque el protector pélvico que se usó en este estudio fue muy efectivo, no se comercializa en EE.UU.

 

“Tenemos de sábanas desechables con protectores anti-radiación incorporados, pero disparan el gasto, mientras que el protector pélvico es reutilizable y sirve para el mismo propósito concreto,” dijo el Dr. Balter. “Lo principal es que, si se va a acometer un abordaje radial, se necesita una mayor protección que si el abordaje es femoral, y el protector pélvico es un buen ejemplo de cómo se pueden aplicar dispositivos profilácticos de manera efectiva.”

 

El Dr. Balter añadió que se está haciendo un esfuerzo a nivel mundial para lograr reducir la dosis máxima a la que se exponen los operadores permitida durante este tipo de intervenciones.

 

“Eso quiere decir que los operadores deben hacer uso de todo lo que tenga a su disposición para mantenerse dentro de esos límites,” concluyó. “Este estudio describe los límites que se establecieron en Alemania, que probablemente dentro de unos años acabarán siendo iguales en EE.UU., por lo que no cabe duda de que es una cuestión a la que debemos prestarle más atención.”

 

 


 

Fuente:Lange HW, von Boetticher H. Reduction of operator radiation dose by a pelvic lead shield during cardiac catheterization by radial access: Comparison with femoral access. J Am Coll Cardiol Intv. 2012;5:445-449.

 

 

Declaraciones:

  • Los Drs. Lange, von Boetticher, y Balter no declaran conflicto de interés económico alguno.

 

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