La Hiperglucemia Aguda Empeora el Pronóstico Post-IAM

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Los pacientes víctimas de un infarto agudo de miocardio (IAM) tienen peores resultados a corto plazo si desarrollan hiperglucemia aguda, según un estudio de registro publicado en Internet el pasado 26 de septiembre de 2014, previo a su edición impresa en el American Journal of Cardiology. No obstante, el impacto adverso de unos niveles de glucosa muy elevados se ve neutralizado por los antecedentes de hiperglucemia.

Investigadores dirigidos por el Dr. Masaharu Ishihara, de la Facultad de Medicina Hyogo (Nishinomiya, Japón), analizaron los datos de 696 pacientes IAM que acudieron al Centro Nacional Cerebral Cardiovascular de Japón a las 48 horas de cursar síntomas que fueron inscritos en su registro entre enero de 2007 y junio de 2012. En líneas generales 652 pacientes (94%) se sometieron a una angiografía de emergencia y 606 (87%) a una PCI primaria. El flujo TIMI 3 se alcanzó en el 91% de la cohorte PCI.

Los pacientes con hiperglucemia aguda (definida como unos niveles de glucosa en plasma en el momento del ingreso hospitalario 200 mg/dL; 23%) presentaban niveles de glucosa en plasma más altos en el momento del ingreso hospitalario y valores HbA1c más altos (reflejo de unos niveles medios de glucosa a lo largo de 2 meses) que aquellos sin hiperglucemia aguda (ambos P < .001). Los pacientes con hiperglucemia aguda también presentaban más diabetes, enfermedad renal crónica y clase Killip de, al menos, 2, así como un IMC más alto.

Los pacientes con hiperglucemia crónica (definida como un HbA1c 6.5%; 30%) presentaban niveles de glucosa en plasma y HbA1c más altos en el momento del ingreso hospitalario (ambos P < .001) así como más diabetes y dislipidemia que los pacientes euglucémicos.

Los niveles máximos de creatinina quinasa y mortalidad intrahospitalaria fueron más altos para aquellos pacientes con hiperglucemia aguda que para aquellos sin dicha patología, si bien estos resultados fueron similares entre pacientes con y sin hiperglucemia crónica (tablas 1 y 2).

Tabla 1. Resultados a Corto Plazo según Estatus de Hiperglucemia

 

Con Hiperglucemia

(n = 163)

Sin Hiperglucemia

(n = 533)

Valor P

Niveles Máximos de Creatinina Quinasa, UI/L

4,094 ± 4,594

2.526 ± 2,227

< .001

Mortalidad Intrahospitalaria

9.8%

1.6%

< .001

 

Tabla 2. Resultados a Corto Plazo según Estatus de Hiperglucemia Cronica

 

Con Hiperglucemia

(n = 212)

Sin Hiperglucemia

(n = 484)

Valor P

Niveles Máximos de Creatinina Quinasa, UI/L

2,803 ± 2,661

2,940 ± 3,181

.59

Mortalidad Intrahospitalaria

3.3%

3.7%

.79

 

Según el análisis multivariado, la hiperglucemia agudo se asoció a un riesgo 6 veces mayor de mortalidad intrahospitalaria (CP-cociente de probabilidades 6.35; IC del 95% 2.29-18.9; P < .001), si bien la hiperglucemia crónica no reveló dicha relación (P = .16). Asimismo, analizada como una variable continua, la glucosa en plasma predijo la mortalidad intrahospitalaria (CP 1.21; IC del 95% 1.09-1.35; P < .001), no así HbA1c (P = .36).

Cabe destacar que entre pacientes con hiperglucemia aguda, una historia concomitante de hiperglucemia crónica se asoció a unos niveles máximos de creatinina quinasa más bajos (3,221 ± 3,001 frente a 5,904 ± 6,473 IU/L; P < .001) así como a una menor mortalidad intrahospitalaria (5.5% frente a 18.9%; P = .01).

Cómo Daña los Vasos la Hiperglucemia Aguda

La hiperglucemia aguda es frecuente entre pacientes IAM con independencia del estatus diabético, según los autores. Los estudios experimentales y clínicos han revelado que el aumento de los niveles de glucosa causa una multitud de efectos perjudiciales, incluido estrés oxidativo, inflamación, apoptosis, disfunción endotelial e hipercoagulación. Además, en pacientes sometidos a PCI primaria, la ausencia de reflujo viene predicha por la hiperglucemia aguda, no por un antecedentes de diabetes ni por el nivel HbA1c (Iwakura K, et al. J Am Coll Cardiol. 2003;41:1-7). Además, los autores del estudio indicaron anteriormente que la hiperglucemia aguda elimina todo efecto positivo que pudiera tener el preacondicionamiento isquémico.

Conjuntamente, estos factores fomentan el daño miocárdico y empeoran los resultados tras sufrir un IAM, según el Dr. Ishihara y sus colegas.

Los investigadores también ofrecen varias posibles razones por las cuales la hiperglucemia crónica podría atenuar los efectos adversos de la hiperglucemia aguda en pacientes con ambas patologías. La magnitud de la subida aguda de los niveles de glucosa en pacientes con hiperglucemia crónica podría ser relativamente pequeña porque los niveles basales probablemente ya sean altos, aseguran. Además, “estudios experimentales han sugerido que el corazón diabético es, paradójicamente, más resistente a los insultos isquémicos,” observan, añadiendo que un menor uso de la glucosa en las células diabéticas podría ser beneficioso en el marco de la glucosa alta en plasma.

Los resultados de estudios anteriores que investigaron la hipótesis de una infusión continua de insulina para normalizar los niveles de glucosa puede mejorar los resultados IAM han sido inconsistentes, observan los autores. No obstante sugieren, la inclusión de pacientes con hiperglucemia aguda y crónica concomitante podría haber diluido cualquier efecto positivo del tratamiento.

Una ‘Meticulosa’ Infusión de Insulina podría ser Beneficiosa

En entrevista telefónica con TCTMD, el Dr. Paul S. Jellinger, de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami (Miami, Florida), dijo que si bien “hay mucha evidencia experimental de que un aumento brusco y súbito de los niveles de glucosa es perjudicial para un tejido miocárdico ya dañado, la idea de que los pacientes con hiperglucemia crónica no parecen ser tan vulnerables es un nuevo giro a todo esto.” Mecanismos adaptativos podrían estar entrando en funcionamiento, dijo, aunque todo esto es pura especulación.

El Dr. Jellinger sugirió que los resultados contradictorios de estudios que pusieron a prueba las infusiones de insulina para contrarrestar cuadros de hiperglucemia aguda podrían deberse, en parte, al hecho de que la mayoría fueron realizadas por cardiólogos, que no tienen tanta experiencia en el control del azúcar en sangre como los endocrinólogos o los diabetólogos. “Creo que hay cosas que poner sobre la mesa para lograr un control razonablemente preciso de la glucosa mediante una infusión de insulina cuando se sufre un cuadro de IAM siempre y cuando se haga de manera meticulosa y el azúcar en sangre no degenere en hipoglucemia,” observó.

El presente estudio, concluyó el Dr. Jellinger, es “un poco una llamada de atención para los cardiólogos en el manejo de cuadros de IAM para volver a valorar sus dianas para el control de la glucosa, que se han relajado durante los últimos años porque preocupaban algunos estudios que revelaban que esto podría no ser de tanta ayuda.”

 


Fuente:
Fujino M, Ishihara M, Honda S, et al. Impact of acute and chronic hyperglycemia on in-hospital outcomes of patients with acute myocardial infarction. Am J Cardiol. 2014;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

 

  • Este estudio viene avalado por el Fundo de Investigación Intramural de Cardiopatías perteneciente al Centro Nacional Cerebral Cardiovascular de Japón.
  • Este estudio no contiene información alguna sobre los posibles conflictos de interés del Dr. Ishihara.
  • El Dr. Jellinger no declaró conflicto de interés alguno.

 

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