La Indicación Sí Importa: El Mayor Índice de MACE de Pacientes Implantados con Stents por IM Garantiza Mayores Demoras en la Realización de Cirugías Electivas No Cardíacas


Los pacientes que reciben un stent tras sufrir un IM son más propensos que los que reciben stents coronarios por presentar otras patologías a sufrir episodios cardíacos adversos graves (MACE) tras una cirugía no cardíaca, según los resultados de un nuevo análisis.

 

El Mensaje

Dado el mayor índice de MACE post-cirugía en pacientes que recibieron un stent tras sufrir un IM, los investigadores sugieren retrasar las cirugías no emergentes durante, al menos, 6 meses tras la realización de una PCI.

El mayor riesgo de MACE en pacientes implantados con un stent tras sufrir un IM aparece dentro de los primeros 30 días y se mantiene hasta dos años después de haber sido sometidos a cirugía, siendo el riesgo de sufrir episodios adversos, condicionado sobre todo por nuevos infartos, el más alto de todos a los 3 meses, según los autores.

“Para los pacientes con stents coronarios que son sometidos a cirugía, este estudio arroja luz sobre la importancia de la indicación de un stent como un predictor del riesgo perioperatorio,” según la investigadora principal Dra. Carla Holcomb, de la Universidad de Alabama (Birmingham, AB), y sus colegas. Cabe destacar que también tiene implicaciones para las presentes directrices sobre el timing de la cirugía tras la implantación de un stent, aseguran.

En la actualidad, las directrices no abordan la indicación para la implantación de stents y, en cambio, se centran en retrasar la cirugía durante, al menos, 12 meses, en pacientes con un stent liberador de fármacos (SLF) para evitar interrumpir el tratamiento antiplaquetario doble. Para aquellos con un stent de metal desnudo (SMD), recomiendan demorar la cirugía electiva, al menos, 30 días.

Índice Más Alto de MACE en Pacientes Víctimas de IM Revascularizados

Publicado el pasado 30 de diciembre de 2015 en el Journal of the American Medical Association: Surgery, el análisis incluyó a 26.661 pacientes del Departamento de Veteranos sometidos a 41.185 intervenciones quirúrgicos a los 24 meses de someterse a una PCI intervención coronaria percutánea). Entre los pacientes, el 32.8% se sometieron a la implantación de un stent tras sufrir un IM, el 33.8% recibieron un stent tras sufrir una angina inestable y el 33.5% recibieron un stent por una indicación no-SCA (síndrome coronario agudo).

El índice no ajustado de MACE a los 30 días para pacientes implantados con un stent tras sufrir un IM fue del 7.5%, un índice muy por encima del 2.7% y 2.6% observados en pacientes implantados, con anterioridad, con un stent por una indicación de angina inestable o no-SCA, respectivamente. Cuando se realizó la cirugía a los 3 meses de la PCI, el índice de MACE de aquellos pacientes con una indicación de stent por haber sufrido un IM con anterioridad fue del 22.2%, si bien descendió con el paso del tiempo. Al cabo de 3-6 meses, 6-12 meses y 12-24 meses, el índice de MACE en pacientes víctimas de IM fue del 9.4%, 5.8% y 4.4%, respectivamente. Someterse a la cirugía poco después de haberse sometido a la PCI fue algo que ocurrió con mayor frecuencia entre pacientes con anginas inestables y no-SCA, aunque esta diferencia se atenuó, notablemente, en pacientes víctimas de IM.

Los investigadores apuntan que los pacientes quirúrgicos que habían recibido previamente un stent tras haber sufrido un IM eran pacientes más enfermos que aquellos con angina inestable y no-SCA. No obstante en un análisis ajustado, el riesgo de MACE fue 5 veces mayor cuando la cirugía se realizó durante los primeros tres meses tras la realización de la PCI para una indicación IM que en pacientes no-SCA (cociente de probabilidades 5.25; IC del 95% 4:08-6.75). En el análisis ajustado, el riesgo no aumentó entre pacientes implantados con un stent por angina inestable. En pacientes víctima de IM, el índice de MACE siguió siendo elevado en el análisis ajustado al cabo de 3-6 y 6-12 meses comparado con pacientes quirúrgicos con un stent previo por un cuadro no-SCA.

“Los índices de MACE descendieron notablemente durante los primeros 6 meses para la indicación de stent para el grupo víctima de IM, si bien los grupos víctimas de anginas inestables y cuadros no-SCA no cambiaron mucho en lo que al riesgo MACE se refiere con el paso del tiempo desde la realización de la PCI,” aseguran Holcomb y sus colegas. “De ahí que podría ser importante demorar la cirugía hasta 6 meses en pacientes con stents implantados por un cuadro de IM con independencia del tipo de stent y quizá sería razonable intervenir antes a pacientes con stents colocados por indicaciones no-IM.”

El Dr. Gilbert Upchurch, de la Universidad de Virginia (Charlottesville, VA), que escribió un editorial que acompaña al estudio, coincidió con esta valoración. El presente estudio subraya la importancia de obtener la historia de la indicación para la implantación de un stent coronario mientras se procede a preparar a los pacientes para la cirugía y que “demorar una cirugía no emergente en aquellos pacientes víctimas de un IM como su indicación para recibir la implantación de un stent coronario durante seis meses probablemente sea prudente.”



Fuentes:
1. Holcomb CN, Hollis RH, Graham LA, et al. Association on coronary stent indication with postoperative outcomes following noncardiac surgery. JAMA Surg 2015; epub before print.
2. Upchurch GR. Add indication for coronary stent as a risk factor for poor outcomes following noncardiac surgery. JAMA Surg 2015; epub before print.

Declaraciones:

  • Autores ni editorialista no declararon conflicto de interés alguno.

Artículos Relacionados:

Comments