La Masa Corporal Magra Ofrece una Nueva Evidencia a la ‘Paradoja de la Obesidad’ de los Pacientes con EAC

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La grasa corporal solamente no parece explicar la denominada paradoja de la obesidad en virtud de la cual los pacientes que padecen enfermedad de las arterias coronarias (EAC) y tienen sobrepeso u obesidad tienen mejores resultados cardiovasculares. En cambio, un estudio publicado en Internet el pasado 5 de septiembre de 2012, previo a su edición impresa en el Journal of the American College of Cardiology, sugiere que la masa muscular podría jugar un papel más importante ya que los pacientes que tienen el índice de masa magra más alto tienen un índice de supervivencia mucho mayor que aquellos que tienen poco músculo y poca grasa.

Investigadores dirigidos por el Dr. Carl J. Lavie, del Centro Médico Ochsner (Nueva Orleans, LA), estudiaron a 570 pacientes consecutivos con EAC derivados para rehabilitación cardíaca. Los pacientes fueron catalogados como pacientes con poca grasa corporal (≤ 25% en hombres y ≤ 35% en mujeres) o mucha grasa corporal y con un índice de masa magra (IMM) bajo (≤ 18.9 kg/m2 en hombres y ≤ 15.4 kg/m2 en mujeres) o alto, un indicador del porcentaje de peso corporal que no procede de la grasa, dando, así, lugar a 4 grupos de pacientes:

  • Grasa corporal baja/IMM bajo (n = 62)
  • Grasa corporal alta/IMM alto (n = 53)
  • Grasa corporal baja/IMM alto (n = 179)
  • Grasa corporal alta/IMM alto (n = 276)

A los 3 años de seguimiento, la mortalidad fue mucho mayor en pacientes con un índice bajo de grasa corporal/IMM bajo que en los otros grupos. Al contrario, la tasa de mortalidad más baja se observó en pacientes del grupo con un índice alto de grasa corporal/IMM alto (gráfico 1).

Gráfico 1. Mortalidad a los 3 Años

 

Tasa de Mortalidad

Valor P a

Grasa Corporal Baja/IMM Bajo

15%

< 0.0001

Grasa Corporal Baja/IMM Alto

4.5%

0.001

Grasa Corporal Alta/IMM Bajo

5.7%

0.0025

Grasa Corporal Alta/IMM Alto

2.2%

< 0.0001

a Cada valor P representa una comparativa con otros 3 grupos.

 

En un análisis multivariado, tanto un IMM bajo (cociente de riesgos instantaneous-CRI 3.1; 95% CI 1.3-7.1) como un índice bajo de grasa corporal (CRI 2.6; 95% CI 1.1-6.4) fueron predictivos de una mortalidad más alta, mientras un índice alto de grasa corporal (CRI 0.91; IC del 95% 0.85-0.97) y un IMM alto (CRI 0.81; IC del 95% 0.65-1.00) fueron predictivos de una mortalidad más baja. Tanto la masa magra sobrante (cociente de probabilidades-CP 0.90; IC del 95% 0.84-0.97) como la masa grasa sobrante (CP 0.92; IC del 95% 0.86-0.99) fueron, ambos, factores predictivos independientes de una menor mortalidad. No se observó interacción alguna entre la grasa corporal y el IMM en ninguno de los 4 subgrupos.

Además, a mayor edad se observó una tendencia hacia una peor supervivencia.

La mortalidad fue más alta en aquellos pacientes EPOC que en aquellos sin dicha patología (18.5% frente al 3.9%; P = 0.004). En cambio, en el análisis multivariado, la condición de EPOC no fue un factor predictivo independiente de mortalidad ni tuvo un efecto importante en el impacto de la grasa corporal como factor predictivo independiente de mortalidad (CRI 0.91; IC del 95% 0.85-0.97), si bien sí debilitó tímidamente el efecto del IMM (CRI 0.96; IC del 95% 0.85-1.08).

La hipertensión se asoció a un IMM más alto (CP 1.31; IC del 95% 1.00-1.69) que con un índice alto de grasa corporal (CP 1.18; IC del 95% 0.82-1.69) tras ajustar pore dad y sexo, si bien los triglicéridos se asociaron tímidamente a la grasa corporal así como a un IMM alto. Los niveles de proteína C reactiva no se asociaron especialmente al índice de grasa corporal ni al IMM.

La ‘Paradoja de la Obesidad’ Necesita Músculo

En entrevista telefónica concedida a TCTMD, el Dr. Lavie dijo que el estudio coincide con lo descrito por otros estudios sobre la ‘paradoja de la obesidad’ revelando que entre pacientes con EAC estable, aquellos que padecen sobrepeso u obesidad tienen un mejor pronóstico que sus homólogos magros. No obstante, dijo que a diferencia de dichos estudios, que utilizaron el IMC como el indicador principal de grasa corporal, este estudio ofrece una imagen más general de la grasa corporal y del IMM más grasa corporal, calculado, sencillamente, midiendo los pliegues de la piel.

“Este estudio nos dice que la masa magra es importante,” dijo el Dr. Lavie. “Calcular el IMC de estos pacientes no basta. Aquí fuimos capaces de demostrar que el grupo que tenían una masa corporal magra baja y un índice bajo de grasa corporal tenían una tasa de mortalidad 7 veces superior a aquellos pacientes con una masa magra alta y un índice alto de grasa corporal, una diferencia enorme en la superevivencia a los 3 años. Estos datos, sin duda, avalarían la importancia de los intentos por mejorar el índice de masa corporal magra” en pacientes de la categoría de índice bajo de grasa corporal/IMM bajo.

“Se puede ayudar a estos pacientes de 2 formas, con aporte calórico y ejercicio físico, poniendo especial atención a la resistencia y al trabajo con pesas para aumentar la masa magra,” añadió. “Tomando nuestros datos al pie de la letra, también podría decirse que mejorar el índice de grasa corporal también ayuda, pero creo que es precisamente aquí donde solo vimos una cierta asociación. Podría no ser que a los pacientes obesos les vaya tan bien dado que a los muy magros les van tan mal y son ellos en los que debemos centrar nuestros esfuerzos.”

Lo cual abona la teoría de la ‘paradoja magra,’ dijo el Dr. Lavie, ya que sería lógico pensar que los pacientes más delgados deberían de ser los más sanos y tener mejores resultados que aquellos con sobrepeso.

“Podemos explicar esto completamente, pero sabemos que una vez que estos pacientes desarrollan la cardiopatía, les va peor que a los pacientes obesos,” concluyó. “Lo cual creo que sugiere que la causa de la propia cardiopatía no es la misma, aunque no sabemos, con exactitud, qué factores son los que están implicados.”

Fuente:

Lavie CJ, De Schutter A, Patel DA, et al. Body composition and survival in stable coronary heart disease: Impact of lean mass index and body fat in the “obesity paradox.” J Am Coll Cardiol. 2012;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • El Dr. Lavie no declaró conflicto de interés económico alguno.

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