La Pruebas de Esfuerzo podrían estar Aumentando en Pacientes Más Jóvenes con Seguro Médico Comercial

Stress Testing May Be Increasing Among Younger Patients With Commercial Health Insurance

Una reciente investigación sugiere que el uso de la prueba de esfuerzo cardíaca va a menos en poblaciones de pacientes Medicare, si bien un nuevo estudio revela que en pacientes más jóvenes con seguro médico, el uso de estas pruebas podría estar yendo en la dirección contraria.

“Parece que se observaron tendencias divergentes en el uso de la prueba de esfuerzo entre determinadas poblaciones de pacientes,” dijo el Dr. Vinay Kini (Hospital Universitario de Pennsylvania, Philadelphia, PA), en una entrevista con TCTMD. Kini presentó sus hallazgos en una presentación oral que hizo la semana pasada en las Sesiones Científicas de 2016 organizadas por la Asociación Americana del Corazón y celebradas en Nueva Orleans, LA. También se publicaron, simultáneamente, como Informe Breve en JAMA Cardiology.

Para analizar las tendencias temporales en el volumen anual de pruebas de estrés cardiaco, Kini y sus colegas examinaron las reclamaciones de seguros comerciales por pruebas realizadas entre 2005 y 2012 en más de 32 millones de miembros de una gran compañía nacional de planes de salud. Todos los pacientes tenían entre 25 y 64 años de edad. En líneas generales, se observó un aumento del 3% durante el período del estudio (de 3.486 pruebas al año hasta 3.589 pruebas; P = 0.01 para la tendencia). En cambio, hubo un descenso en el número de pruebas de esfuerzo del 25% documentado entre beneficiarios de Medicare durante los últimos años. “Y lo cierto es que se ha observado un descenso del 50% en el uso de estas pruebas en Kaiser Permanente,” advirtió Kini.

Tanto él como sus colegas creen que las diferentes tendencias observadas en los índices de pruebas entre Medicare, sistemas de salud integrados y seguros privados se deben más a las características únicas de poblaciones y sistemas de salud que a los propios esfuerzos nacionales por reducir la sobreutilización de pruebas de esfuerzo cardíacas.

“Yo creo que esto sugiere que las características organizativas de los sistemas de asistencia sanitaria podrían estar influenciando, fuertemente, los patrones de uso de las pruebas de esfuerzo,” dijo Kini a TCTMD. Los modelos de pago por paciente, los intentos de mejora de la calidad y la tendencia hacia los historiales médicos electrónicos podrían jugar, todos ellos, un factor importante en los recientes descensos descritos, advirtió, si bien el aumento entre la población con seguro médico es un poco más difícil de explicar.

Aunque identificar las tendencias en el  uso de pruebas apropiadas frente a inapropiadas fue más allá del ámbito del estudio, Kini dijo que, probablemente, será la clave que permita aclarar estas diferencias entre los distintos sistemas de asistencia sanitaria. Su grupo también está explorando cómo procesos y estructuras internas de manejo clínico tales como recordatorios clínicos, métricas de rendimiento, intervenciones pedagógicas e incentivos de pagos podrían influir en la frecuencia de las pruebas a niveles locales.

El Descenso de SPECT se ve Compensado por las Subidas de Otras Pruebas

Cuando los investigadores analizaron las técnicas por separado descubrieron un descenso del 15% en el uso de tomografías computarizadas por emisión de fotón único (SPECT), subidas del 27.8% en la realización de ecocardiografías de esfuerzo y del 12.5% en la realización de electrocardiografías de esfuerzo. Además, nuevas técnicas de imágenes tales como las angiografías coronarias por tomografía computarizada y las resonancias magnéticas cardíacas aumentaron un sorprendente 65.5%.

“Seguimos intentando entender mejor qué podría ser responsable de estos hallazgos,” dijo Kini. “Una posibilidad es que en 2008-2010 se investigó extensamente en el campo de la exposición a la radiación, así que esto podría haber explicado parte del alejamiento de las pruebas de esfuerzo nuclear. Otra posibilidad es que como las consultas más pequeñas de cardiología van siendo asumidas, cada vez más, por sistemas hospitalarios más grandes, buena parte de las pruebas de esfuerzo nuclear que se realizaban en dichas pequeñas consultas ya no se realizan tras adaptarse estas consultas a las preferencias de uso de los hospitales a los que, ahora, pertenecen,” añadió.

En lo que a los patrones de los pacientes se refiere, los pacientes más jóvenes (edades comprendidas entre los 25 y 34 años) experimentaron un aumento de casi el 60% en los índices de realización de pruebas de esfuerzo, mientras que los pacientes de mediana edad (edades comprendidas entre los 35 y los 44 años) experimentaron un aumento de más del 30%. En cambio, los índices de pruebas descendieron en casi un 12.3% entre pacientes de entre 55 y 64 años de edad. 

Como, ordinariamente, los pacientes más jóvenes serían lo que correrían un menor riesgo de confirmárseles enfermedad coronaria en la prueba de esfuerzo, los hallazgos sugieren que es necesario analizar, más de cerca, la incidencia de los resultados clínicos, en pacientes más jóvenes que son sometidos a pruebas de esfuerzo. Los hallazgos tampoco indican con seguridad que esta prueba está siendo sobreutilizada, concluyó Kini, ya que está más allá del ámbito de un estudio de datos de reclamaciones administrativas.

Sources
  • Kini V, McCarthy FH, Dayoub E, et al. Cardiac stress test trends among us patients younger than 65 years, 2005-2012. JAMA Cardiol. 2016;Epub ahead of print.

Disclosures
  • Kini no declaró conflicto de interés alguno.

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