La TAVR Logra Resultados Positivos a Corto Plazo en Válvulas Bicúspides

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La sustitución de la válvula aórtica mediante técnicas transcatéter (TAVR) es viable en pacientes con válvulas aórticas bicúspides y logra resultados clínicos a corto plazo y mejoras hemodinámicas a pesar de que esta patología está contraindicada para intervenciones de este tipo. Los resultados de se publicaron en Internet el pasado 8 de junio de 2012 en el American Journal of Cardiology.

El Dr. Dominique Himbert, del Hospital Bichat-Claude Bernard Hospital de Paris (Francia) y sus colegas revisaron los resultados de 15 pacientes con estenosis de la válvula bicúspide que fueron sometidos, en dicho centro, a TAVR con el sistema CoreValve (Medtronic, Minneapolis, MN), entre enero de 2009 y enero de 2012. La media de edad de los pacientes era de 80 años, la puntuación media según la Sociedad de Cirujanos Torácicos del 8% y la puntuación de la escala logística EuroSCORE del 17%. Los pacientes pertenecían a las clases III y IV según la clasificación de la Asociación Cardíaca de Nueva York (NYHA).

Las intervenciones se realizaron mediante abordaje transfemoral en 14 casos y mediante abordaje subclavio en 1. El dispositivo de 29 mm de CoreValve se utilizó en 13 pacientes y el de 26 mm en 2. El éxito operatorio se alcanzó en 14 pacientes y no hubo ninguna muerte intraoperatoria. Un paciente desarrolló disnea respiratoria aguda algunas horas después del implante porque la prótesis se implantó demasiado baja. El paciente no sobrevivió a pesar de que se practicó una sustitución de la válvula de emergencia.

Sin Efectos Secundarios Salvo 1 Muerte Intra-Hospitalaria

El rendimiento hemodinámico inmediato de la prótesis fue satisfactorio en 13 pacientes, observándose regurgitación aórtica central o paraprotésica grado ≤ 1+ y gradiente transprotésico < 20 mm Hg. La estancia hospitalaria media desde la intervención hasta el alta fue de 9 días y el punto final de seguridad del Consorcio para la Investigación Académica de las Válvulas se alcanzó en 14 pacientes (93%). Al margen de 1 muerte intra-hospitalaria, no se observó ningún otro efecto secundario grave. Hubo que implantarles marcapasos permanentes a 6 pacientes.

En el momento del alta, el gradiente protésico medio post-implantación fue de 11 ± 4 mm Hg y se observaron ≤ 1+ fugas paraprotésicas en todos salvo en 2 pacientes. El índice de elipticidad protésica media fue de 0.7 ± 0.2 a nivel del anillo nativo y de 0.8 ± 0.2 a nivel de las valvas protésicas. Tras un período medio de seguimiento de 8 ± 7 meses, 1 paciente había fallecido por una disección aórtica no observándose ningún otro efecto secundario. Salvo 2 pacientes todos los que sobrevivieron al alta eran pacientes clase I o II según la NYHA.

“Nuestros resultados sugieren que, usando el sistema CoreValve y el abordaje transarterial, la TAVI (implantación de la válvula aórtica mediante técnicas transcatéter) es viable y podría asociarse a buenos resultados hemodinámicos y clínicos a medio plazo y a plazo intermedio en pacientes seleccionados de alto riesgo con estenosis aórtica y válvula aórtica bicúspide,” concluyen los investigadores.

Advierten, no obstante, que las presentes series de pacientes no permiten evaluar la durabilidad de la prótesis a largo plazo en este marco.

Por lo general, advierten los autores, los pacientes con válvulas aórticas bicúspides han sido excluidos de los ensayos TAVR por lo que tenemos muy poca experiencia clínica con casos de este tipo. La válvula bicúspide se ha considerado contraindicada para la TAVR por varias razones:

  • Diámetros del anillo aórtico demasiado largos o no aptos para las actuales válvulas transcatéter
  • Distribución asimétrica de calcificación que impide la expansión total de la prótesis y un mayor riesgo de regurgitación aórtica paravalvular y rotura del anillo
  • Lesiones asociadas de la aorta ascendente

Se optó por el sistema CoreValve por los grandes diámetros del anillo de los pacientes (≥ 25 mm en 11 casos) y la supuesta teórica ventaja de la posición supra-anular de las valvas del dispositivo.

“En la práctica clínica, debido a las limitaciones anatómicas y a desafíos técnicos, el uso de la TAVI debería de limitarse en pacientes con válvulas aórticas bicúspides y proponerse caso por caso…siempre y cuando así lo establezca la indicación clínica correspondiente y en ausencia de un tratamiento alternativo,” concluyen los autores.

Detalles del Estudio

A nivel basal, la puntuación de calcio según la TC multicorte fue de 4.553 ± 1.872 unidades arbitrarias. El area de la válvula aórtica fue de 0.8 ± 0.3 cm2 y el gradiente, 60 ± 19 mm Hg.

 


Fuente:
Himbert D, Pontnau F, Messika-Zeitoun D, et al. Feasibility and outcomes of transcatheter aortic valve in high-risk patients with stenotic bicuspid aortic valves. Am J Cardiol. 2012;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • Este estudio no contiene ninguna declaración sobre conflictos de interés económicos.

 

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