Las Tendencias en el Desarrollo de Fármacos Cardiovasculares Indican Problemas y Posibilidades Durante la Fase de Desarrollo


Los fármacos cardiovasculares representan una proporción más pequeña de todos los fármacos en fase de investigación y desarrollo con respecto a hace 25 años, aunque ahora suelen actuar sobre vías biológicas nuevas y están fabricados por compañías de pequeña y mediana empresa y no por grandes compañías farmacéuticas, según un nuevo estudio.

“Si tenemos en cuenta la cada vez mayor carga de enfermedad cardiovascular a nivel global, este descenso en la investigación y desarrollo de nuevos tratamientos es preocupante,” tal y como aseguran el Dr. Thomas J. Hwang (Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Cambridge, MA), y sus colegas en su artículo publicado recientemente en Internet en JACC: Basic to Translational Science. “Los legisladores deberían de centrar sus esfuerzos en apoyar la investigación encaminada a mejorar lo que no sabemos de las bases patofisiológicas de los trastornos cardiovasculares y en facilitar la implantación de iniciativas translacionales para el desarrollo de nuevos tratamientos cardiovasculares.”

En comunicación por email con TCTMD, el autor principal. Dr. Aaron S. Kesselheim (Hospital Brigham de Mujeres y Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Boston, MA), se mostró más optimista. “Creo que las noticias son buenas, con el paso del tiempo, vamos viendo como un mayor porcentaje de nuevos fármacos cardiovasculares son innovadores, que son los productos que con mayor probabilidad tendrán el impacto clínico más importante. Como tales, dijo, tener menos fármacos pero más dirigidos en fase de desarrollo no es, en absoluto, malo.

Comentando el estudio para TCTMD, el Dr. Clyde Yancy (Northwestern Memorial Hospital, Chicago, Illinois), recomendó no suponer que las tendencias observadas en el período de estudio que va de 1990 a 2012 se mantendrían a día de hoy. “Durante los últimos 3 ó 4 años hemos tenido un crecimiento ciertamente emocionante en áreas relacionadas con ña biotecnología, así que sería muy difícil suponer que este es el estado actual de las cosas,” dijo, asegurando que vivimos un gran cambio encaminado a intentar entender mejor el mecanismo de la enfermedad y los tratamientos dirigidos más precisos.

Los Fármacos CV Acaparan Menos Protagonismo

Para su análisis, Hwang et al utilizaron una gran base de datos comercial para rastrear patrones en el desarrollo de fármacos cardiovasculares, habitualmente agentes antihipertensivos, seguidos de agentes reductores de los niveles lipídicos y anticoagulantes, durante un período de tiempo de dos décadas. Entre 1990 y 1995, 108 de los 679 ensayos fase I (16%) se realizaron con fármacos cardiovasculares, mientras que 125 de 2.366 ensayos fase I (5%) realizados entre 2005 y 2012 se realizaron con fármacos CV. Los ensayos fase III siguieron un patrón similar, cayendo la proporción de fármacos cardiovasculares a estudio del 21% en 1990 al 7% en 2012. Comparativamente, apuntan los investigadores, la prevalencia de los oncofármacos en este tipo de pruebas aumentó durante el mismo período de tiempo.

Los fármacos cardiovasculares tuvieron las mismas probabilidades que otros fármacos que actuaban sobre otras patología durante las distintas fases de desarrollo. De los 63 fármacos CV interrumpidos en fase II, el 44% se debió a una inadecuada eficacia y el 24% a problemas de seguridad.

Las nuevas vías biológicas fueron el objeto de estudio de la mitad de los fármacos CV a prueba en los ensayos fase III, aumentando la proporción de nuevos fármacos del 21% en 1990-1991 al 57% en 2012. La proporción de fármacos en fase de desarrollo por pequeñas y medianas empresas, en lugar de grandes corporaciones, también aumentó con el paso del tiempo.

Mucho Menos ‘Bombardeos Masivos’

En un editorial acompañante, los Dres Mona Fiuzat, Norman Stockbridge y Robert M. Califf, todos ellos de la Administración norteamericana para el Control de Alimentos y Fármacos (FDA), defienden que ha de volverse a lo básico y fundamental.

“Como el desarrollo de fármacos viene precedido por la ciencia, hace falta invertir continuamente en la biología básica de la enfermedad cardiovascular y como se ven afectadas grandes poblaciones, hay que centrar la atención en mejorar la eficacia del sistema generador de evidencias que hará falta para generar tamaños de muestras necesarios para ensayos concluyentes y a un menor coste,” aseguran. “Por último, habrá que buscar la participación de toda la comunidad, incluida la industria, los Institutos Nacionales norteamericanos de Salud, expertos académicos, agencias de financiación, reguladores, médicos y pacientes si queremos fortalecer la ciencia y avanzar en este campo.”

El hecho de que la ciencia lidere el camino significa que el abordaje de los ensayos clínicos debe cambiar, coincidió Yancy, abogando por una mayor cooperación. Citó la posibilidad de analizar la enfermedad cardiovascular de formas novedosas, como por ejemplo, con aleatorización mendeliana y tratándola con nuevos abordajes, como por ejemplo, la silenciación genética mediante inhibidores del ARN. Los recientes éxitos incluyen nuevos anticoagulantes orales e inhibidores de la proteína PCSK9, dijo.

“Estamos ante un momento ciertamente emocionante pero no tendremos tantos productos en fase de desarrollo porque la ciencia nos ayudará a refinar nuestras oportunidades,” advirtió Yancy.

Centrar nuestros esfuerzos en tratamientos que probablemente tengan éxito tiene sentido, dijo. “Cuesta mucho hacer ensayos clínicos. Cuando reclutamos a los pacientes suscribimos un importante contrato con ellos para que participen en dichos ensayos. Lo que deberíamos de hacer es perseguir ideas y utilizar aquellos compuestos cuya productividad sea alta para poder ejercer el mayor respeto posible con la decisión de un ser humano de ser sujeto de experimentación en un ensayo controlado aleatorizado.”

Lo que teníamos antes eran “bombardeos masivos,” concluyó Yancy. Todo lo que parecía que podría combatir la enfermedad cardiovascular era objeto de estudio. Ahora no todos los estudios tienen una precisión láser pero no cabe duda de que hemos estrechado el círculo: nuestras dianas son más nítidas y están más definidas, nuestras intervenciones están más alineadas científicamente, los mecanismos son más evidentes y la probabilidad de dar con un verdadero descubrimiento esta ahí.”


Fuentes:

  • Hwang TJ, Lauffenburger JC, Franklin JM, Kesselheim AS. Temporal trends and factors associated with cardiovascular drug development, 1990 to 2012. JACC Basic Transl Sci. 2016;1:301-308.
  • Fiuzat M, Stockbridge N, Califf RM. Resourcing drug development commensurate with its public health importance: the road ahead. JACC Basic Transl Sci. 2016;1:309-312.

Declaraciones:

  • Hwang dijo haber trabajado para Blackstone and Bain Capital, inversor de las compañías sanitarias.
  • Kesselheim dijo haber fondos para su investigación de la Fundación Greenwall, el Programa de la Universidad de Harvard sobre Ciencia Terapéutica, la Fundación Laura y John Arnold así como de la Oficina de Fármacos Genéricos y División de Comunicación Sanitaria de la FDA.
  • Ni Fiuzat, Stockbridge, Califf, ni Yancy declararon conflicto de interés alguno.

Caitlin E. Cox is News Editor of TCTMD and Associate Director, Editorial Content at the Cardiovascular Research Foundation. She produces the…

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