Los Balones Recubiertos de Fármacos son Más Aptos para el Manejo de la Reestenosis Intra-Stent en SMD que en SLF


Los balones recubiertos de fármacos (BRF) podrían ser más aptos para el tratamiento de la reestenosis cuando ésta aparece en SMD (stents de metal desnudo) en lugar de SLF (stents liberadores de fármacos), tal y como revelan los resultados de un nuevo estudio. Incluso después del análisis de emparejamiento por puntuación de la propensión, los riesgos al cabo de un año de IM y RLD (revascularización de la lesión diana) solían ser mayores para pacientes con reestenosis de los SLF, acusándose especialmente esta diferencia en lesiones no ostiales.

Los predictores de RLD entre pacientes tratados con un BRF fueron la enfermedad renal en fase terminal y los antecedentes de insuficiencia del BRF. Los hallazgos, de un estudio de un único centro llevado a cabo en el Kaohsiung Chang Gung Memorial Hospital (Kaohsiung, Taiwan), se publicaron en Internet a primeros de este mes en el Journal of Invasive Cardiology.

Comentando el estudio para TCTMD, el Dr. Robert Schwartz (Instituto del Corazón de Minneapolis, Minneapolis, MN), lo describió como “positivo” y dijo que viene a confirmar que los BRF son una opción viable para el tratamiento de algunos casos de reestenosis intra-stent. En cuanto a por qué al grupo con los SLF le fue peor, “podría ser la misma cuestión de siempre de la inhibición de la neoíntima: Also, with DES, “que quizá en algunos casos, los SLF son demasiado y hace que quede ahí colgando más metal desnudo,” sugirió. También con los SLF, “el fármaco dura mucho más tiempo por lo que quizá sea una cuestión de sobredosis.”

Hoy en día, más que el uso de un BRF, “yo creo que lo que hacen la mayoría de profesionales es poner un segundo stent encima de la reestenosis intra-stent,” aseguró Schwartz. “Los resultados son decentes. No son los mejores que podríamos tener así que hay margen de mejora; en cualquier caso, funcionan bien en líneas generales.”

Más Resultados Adversos al cabo de 1 Año

Para el estudio, el Dr. Wei-Chieh Lee y sus colegas examinaron los resultados de 426 lesiones coronarias con reestenosis intra-stent en 312 pacientes. Todos recibieron el balón recubierto de paclitaxel SeQuent Please (B Braun Melsungen AG, Alemania) entre noviembre de 2011 y diciembre de 2014. Poco más de la mitad estaban a tratamiento por reestenosis del SMD y los restantes de reestenosis del SLF.

Según el análisis multivariante de regresión de Cox, los predictores de reesteosis recurrente al cabo de un año fueron tanto la enfermedad renal en fase terminarl (P = 0.047) como y los antecedentes de insuficiencia del BRF (P < 0.001).

El análisis de emparejamiento por puntuación de la propensión se llevó a cabo como un intento por superar las diferencias basales tanto en las características como en las comorbilidades de la lesión entre los dos grupos. Tras estos ajustes, los pacientes con reestenosis del SLF eran más propensos al cabo de un año a correr riesgos de sufrir IM (8.3% vs 2.8%; P = 0.075) y RLD (15.4% vs 8.1%; P = 0.051). La disparidad en el riesgo de RLD alcanzó importancia estadística cuando se analizó holgadamente en lesiones no ostiales (14.9% vs 5.7%; P = 0.030). Aunque no se observó diferencia alguno en el riesgo de mortalidad por todas las causas, la ocurrencia tanto de episodios cardíacos o cerebrales adversos mayores (IM, RLD, ACV y mortalidad cardiovascular) fue más habitual en el grupo con SLF que en el grupo con SMD (22.1% vs 11.7%; P = 0.038).

Al igual que advirtió Schwartz, los investigadores aseguran que los SLF siguen considerándose la “mejor opción posible de tratamiento” para el manejo de la reestenosis intra-stent, aunque también tienen sus limitaciones. El abordaje puede reducir, aún más, la flexibilidad del vaso y limitar la posibilidad de tener que volver a repetir el procedimiento. Además, los stents no siempre se pueden implantar en todos los sitios, sobre todo en los puntos en los que sobreviene la reestenosis intra-stent, y el tratamiento repetido de stents dentro de otros stents puede provocar pérdida de luz y una nueva reestenosis. Los BRF son una opción “razonable” cuando no se desean incorporar stents adicionales, concluyen Lee y sus colegas.


Fuente:

  • Lee W-C, Fang Y-N, Fang C-Y, et al. Comparison of clinical results following the use of drug-eluting balloons for a bare-metal stent and drug-eluting stent instent restenosis. J Interv Cardiol. 2016;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Este estudio no contiene información alguna sobre posibles conflictos de interés.
  • Schwartz no declaró conflicto de interés alguno.

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Caitlin E. Cox is News Editor of TCTMD and Associate Director, Editorial Content at the Cardiovascular Research Foundation. She produces the…

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