Los Cardiólogos Destacan por sus Lazos con la Industria en una Base de Datos del Gobierno de EE.UU.


No todo los cardiólogos reciben pagos de la industria, pero sí son más propensos a recibirlos que los médicos de cualquier otra especialidad, según un nuevo análisis. Además, los pagos a especialistas cardiovasculares suelen ser más cuantiosos, según las cifras de 2013 extraídas del programa Pagos Abiertos.

El programa Pagos Abiertos de los Centros para los Servicios de Medicare & Medicaid procede de la que se ha dado en llamar “Ley Sunshine,” promulgada en 2010 como parte del plan de asistencia sanitaria del Presidente Obama.

 

Implicaciones

Según James Blankenship, “no cabe duda de que estamos en una era de mayor transparencia y el cardiólogo prudente evitará no solo relaciones impropias sino que parezcan relaciones impropias.”

En un estudio publicado en el número de 2016 de Mayo Clinic Proceedings, el Dr. Jona A. Hattangadi-Gluth, de la Facultad de Medicina de San Diego de la Universidad de California (La Jolla, California), y sus colegas repasaron la primera oleada de datos hechos públicos del citado programa que cubrían pagos hechos a médicos entre agosto y diciembre de 2013. Un total de 4.4 millones de dólares en pagos que ascendieron a 2.6 billones de dólares fueron declarados durante este período de tiempo. De esta suma, 2.6 millones de pagos que totalizaron 475 millones de dólares fueron detallados hasta el punto de que los investigadores podían identificar el tipo de pago hecho, es decir, si eran compensaciones por servicios prestados, contribuciones benéficas, honorarios como consultor o regalías/pagos por derechos de autor o relacionados con la formación.

Casi 4 de cada 4 médicos (el 78%) especializados en enfermedades cardiovasculares reciben algún tipo de incentivo comparado con, por ejemplo, el 77% de los neurocirujanos y el 63% de los dermatólogos. En el lado opuesto de la balanza están los patólogos que se sitúan en el 9%. Aunque los pagos medios por cardiólogo para pagos no relacionados con la investigación fue de solo 175 dólares, estos sumaron casi 34 millones de dólares durante un período de tiempo de 5 meses. El mayo pago de todos en medicina cardiovascular a un médico fue de 445.000 dólares.

Solo los cirujanos torácicos recibían pagos medios más altos (181 dólares). Los médicos de emergencias eran los que recibían los pagos más bajos de todos (28 dólares) siendo los oncólogos pediátricos los que tenían el valor más bajo de todos para su mayor pago (51.320 dólares) de todos los especialistas.

Cabe destacar que solo el 0.36% de los especialistas cardiovasculares tenían intereses como propietarios en alguna compañía.

La Apariencia de Inapropiado

El Dr. James C. Blankenship, del Centro Médico Geisinger (Danville, PA), dijo que hacer públicos los pagos de los médicos podría, al igual que ocurre cuando se hacen públicos los resultados de las PCI (intervenciones coronarias percutáneas) tener consecuencias inesperadas. “No cabe duda de que estamos en una era de mayor transparencia y el cardiólogo prudente evitará no solo relaciones impropias sino todas aquellas que puedan parecer relaciones impropias,” dijo a TCTMD, señalando que “lo que constituye un conflicto de interés” tiene diferentes definiciones.

Por ejemplo, dijo Blankenship, el Colegio Americano de Cardiología exige que la mitad de los miembros de un comité de redacción no tengan relación alguna con la industria, incluidos los miembros que participan en ensayos de investigación financiados por la industria. “Resulta difícil encontrar profesionales para un grupo de redacción que no estén ya involucrados en esta o aquella investigación,” dijo, prediciendo que la citada política quizá desanime a algunos médicos a participar en nuevas investigaciones.

Blankenship dijo que los presentes hallazgos son una “llamada de atención para que los cardiólogos eviten la apariencia de inapropiado porque, si estás en la lista y da la impresión de que estás recibiendo dinero de la industria,” la gente podría extraer conclusiones sin saber exactamente cómo es esta relación con la industria.

En entrevista con TCTMD, el Dr. James N. Kirkpatrick, del Centro Médico UW (Seattle, WA), que escribió en 2011 un informe sobre conflictos de interés y las directrices del Colegio Americano de Cardiología/Asociación Americana del Corazón, dijo que le ha impresionado el amplio abanico de opiniones entre cardiólogos sobre estas cuestiones, si bien la mayoría de estas en la zona media del espectro. No cabe duda de que algunos, tras leer el presente estudio, entenderán que todo esto lo único que está haciendo es airear los conflictos de la cardiología como “algo que no sirve para nada,” advirtió.

En cuanto a por qué el 78% de los cardiólogos están en la lista de Pagos Abiertos, Blankenship dijo que “la cardiología es uno de los campos de la medicina que avanzan con mayor rapidez, con más fármacos, dispositivos e intervenciones nuevas que otras especialidades. Por eso hay más conocimiento nuevo que compartir…Además, como la cardiología es una profesión de alto riesgo, está claro que la industria va a estar ahí intentando formar a los médicos sobre el uso apropiado de nuevos dispositivos y fármacos. Así que la industria no escatima en cenas y simposios y cada vez que asistes a una, entras en la lista.”

El mero hecho de cenar mientras se asiste a uno de estos eventos podría entenderse como una suma de dinero que no te hace quedar muy bien, observó. Este escenario podría explicar la “inmensa mayoría de estos pagos,” sugirió Blankenship.

Aunque muchos de los pagos puedan explicarse por las cenas, dijo Kirkpatrick, esto no es justificación. “Bueno, no deberíamos de acudir a dichas cenas. Para algunos, que esto esté sucediendo resulta perturbador porque sugiere que se están recibiendo compensaciones de la industria. Una suma pequeña sí pero si la cena es buena, eso puede influirte” dijo, bromeando de que una mala cena también te puede dejar cierta impresión.

“Presumiblemente lo que está sucediendo es que las compañías están pasándoles los costes a los pacientes,” dijo Kirkpatrick. “¿Es esto justo?, ¿deberíamos de recibir estos beneficios ya que nos están pagando por aprender en estos casos? Y luego está la duda de si ese aprendizaje está muy sesgado y se trata, solo, de publicidad.”

Un Cambio Cultural con Efectos Todavía Desconocidos

También existe la posibilidad de que lo visto en 2013 ya no sea así, advirtió Blankenship. “Sospecho que cuando analicen los datos de agosto-diciembre de 2015, el patrón que veremos será otro,” ahora que todos estamos más concienciados a este respecto.

A medida que la cultura va cambiando, los médicos que reciben las sumas más pequeñas, quizá las eviten en un futuro, predijo Kirkpatrick, ahora que saben que están bajo el punto de mira e incluso advertidos por sus propios pacientes. Otro aspecto es que las sociedades profesionales, que quizá estén más preocupadas que los individuos sobre la imagen pública, ahora pueden volver a examinar los conflictos de interés facilitados por los propios médicos, dijo.

Puede haber consecuencias inesperadas del programa Pagos Abiertos, añadió Kirkpatrick. “En parte, la razón de que los cardiólogos estén en este embrollo no tiene solo que ver con los conflictos de interés sino con otras cosas, como por ejemplo que el Departamento de Justicia de EE.UU. está cada vez más interesado en perseguir el fraude, ya que son el fraude y los abusos los que están haciendo que aumente el gasto sanitario. Si dan con un caso de alguien importante, teóricamente quizá esto desanime a otros a meter la mano en la caja.”

Si vemos cómo está redactada la Ley Sunshine, “está redactada con toda la intención de que esta información pueda utilizarse por el Departamento de Justicia de EE.UU. y de hecho, por la Hacienda Pública, advirtió. “Teóricamente, puede acarrear casos de mala praxis y cosas por el estilo.”

Estos datos podrían utilizarse de forma productiva para “averiguar” malas conductas o usarse incorrectamente, advirtió.


Fuente:
Marshall DC, Jackson ME, Hattangadi-Gluth JA. Disclosure of industry payments to physicians: an epidemiologic analysis of early data from the open payments program. Mayo Clin Proc. 2016;91:84-96.

Declaraciones:

  • Hattangadi-Gluth dijo haber recibido una subvención para su investigación de los Sistemas Médicos Varian que nada tiene que ver con el presente estudio.
  • Blankenship dijo ser investigador principal de estudios financiados por, aproximadamente, ocho compañías distintas. En la actualidad, es presidente de la Sociedad para el Estudio de las Angiografías e Intervenciones Cardiovasculares (SCAI).
  • Kirkpatrick no declaró conflicto de interés alguno.

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