Los Índices de ACV Silente son Similares tanto para el Cateterismo Radial como para el Femoral en Pacientes con Enfermedad Aórtica

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En pacientes con estenosis aórtica severa sometidos a cateterización cardíaca, el índice posoperatorio de infarto cerebral silente es alto pero el mismo tanto en los abordajes radiales como femorales, según un pequeño estudio publicado en Internet el pasado 15 de junio de 2012, previo a su edición impresa en el American Heart Journal.

Para su prospectivo estudio multicentro, el Dr. Martial Hamon, del Hospital Universitario de Caen (Francia) y sus colegas aleatorizaron a 160 pacientes con estenosis aórtica severa programados para ser sometidos a cateterización cardíaca previa a la cirugía, bien mediante abordaje radial (n = 83) o femoral (n = 77). Se tomaron IRM mediante técnica de difusión de imágenes para observar la ocurrencia de nuevos infartos cerebrales 24 hrs. antes y 48 hrs. después del cateterismo. Tanto el paciente como las características del cateterismo, incluida la duración de la intervención, fueron similares en ambos grupos. En cualquier caso, 3 pacientes cruzaron del grupo radial al femoral por fracaso del abordaje femoral.

El infarto cerebral posoperatorio sobrevino en 14 pacientes (15 radiales y 9 femorales). De ellos, 22 pacientes se mantuvieron asintomáticos (91.6%), no observándose diferencia alguna entre la incidencia del infarto cerebral observado en aquellos intervenidos mediante abordaje radial o femoral (12.5% frente al 17.5%; P = 0.51 para la comparativa por protocolo).

Un subanálisis valoró el deterioro cognitivo agudo comparando el estado mental antes y después de la cateterización en pacientes con (n = 13) o sin infarto cerebral silente (n = 56); no se observó diferencia alguna entre los dos grupos (P = 0.88).

Los investigadores también utilizaron el Doppler transcraneal en un subgrupo de 21 pacientes para analizar el número de señales transitorias de alta intensidad (HITS) por intervención, una medición que ayuda a catalogar los microembolismos. Se hallaron HITS similares para intervenciones realizadas mediante abordaje radial o femoral (56.2 ± 36.4 frente al 52.7 ± 21.7; P = 0.87) así como entre pacientes con y sin infarto cerebral tras la cateterización (61.3 ± 20.6 frente al 52.4 ± 26.8; P = 0.59).

En el análisis multivariado que consideró varios parámetros clínicos y operatorios, sólo la mayor altura de los pacientes (cociente de probabilidades-CP 8.24; IC del 95% 2.71-25.02; P < 0.0001) y un menor gradiente transvalvular (CP 0.96; IC del 95% 0.93-0.99; P = 0.027) se asociaron a un mayor riesgo de tromboembolismo cerebral perioperatorio tal y como detectaron las IRM

Habrá que llevar a cabo Estudios Más Extensos

“Entre las cuestiones planteadas por nuestros resultados, podemos mencionar la necesidad de informar tanto a pacientes como a cardiocirujanos,” aseguran el Dr. Hamon y sus colegas. “De hecho, especialmente entre ancianos podría hacerse necesaria una nueva cateterización cardíaca y si se lleva a cabo una cirugía cardíaca que requiera anticoagulación, un infarto cerebral silente reciente podría aumentar el riesgo de ACV sintomático o transformación hemorrágica. Postponer la cirugía cardíaca y permitir infartos cerebrales silentes con fines curativos debería tenerse en cuenta y es una cuestión que tendrán que abordar futuros estudios.”

Los resultados de las IRM cerebrales podrían actuar como “marcadores indirectos,” sugieren, fomentando ajustes en la terapia médica o en aspectos técnicos de la cateterización que reducirían las complicaciones isquémicas.

Los investigadores abogaron por estudios más extensos para establecer no sólo el impacto clínico de las lesiones isquémicas cerebrales asintomáticas sino también “el índice de embolización a otros órganos periféricos como riñones e intestinos y su correspondiente impacto sobre los resultados de los pacientes.

“Es necesario llevar a cabo nuevos estudios que analicen este fenómeno así como el impacto relativo que tienen más agentes antitrombóticos efectivos o nuevos filtros capaces de reducir los embolismos cerebrales silentes durante la cateterización cardíaca izquierda y las intervenciones cardiovasculares percutáneas,” concluyen.

Detalles del Estudio

El uso intravenoso de la heparina no fraccionada (50 UI/kg) se recomendó a todos los pacientes al inicio de la cateterización.

 


Fuente:
Hamon M, Lipiecki J, Carrié D, et al. Silent cerebral infarcts after cardiac catheterization: A randomized comparison of radial and femoral approaches. Am Heart J. 2012;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • El Dr. Hamon no declaró conflicto de interés económico alguno.

 

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