Los Pacientes Ancianos que sufren un IAM Tardan Demasiado en Buscar Asistencia Médica


Hombres y mujeres ancianos siguen haciéndose los remolones a la hora de acudir al hospital después de que han cursado los síntomas de un infarto agudo de miocardio (IAM), según los resultados de un nuevo estudio.

 

El Mensaje 

De media, los pacientes ancianos esperan más de 3.5 hrs. antes de buscar asistencia médica tras sufrir un IAM, una demora que no ha cambiado mucho en los últimos 10 años.

Durante un reciente período de 10 años, no ha habido ninguna mejora notable en la oportunidad de buscar asistencia médica entre pacientes ancianos de 65 o más años, un molesto problema que “sigue preocupando considerablemente a nivel de la salud pública,” aseguran los investigadores.

“Es una conducta muy difícil de modificar,” dijo el investigador principal, Dr. Robert Goldberg (Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, Worcester, MA) a TCTMD. “Por la cabeza de un paciente pasan infinidad de cosas cuando empiezan los síntomas: miedo, rechazo y muchas cosas más. Se han llegado a escuchar anécdotas, podría contarte muchas de mi propia familia, de gente que espera a que se le pase, que espera que no se trate de un ataque al corazón.”

Ha habido avances notables en lo que se refiere al tratamiento de los IAM, aunque los beneficios completos de las reperfusiones coronarias e intervenciones de revascularización dependen de que un paciente acuda al hospital en el momento adecuado, algo que solo podemos lograr si conseguimos minimizar la demora pre-hospitalaria, aseguran los investigadores.

No ha Cambiado Nada en 10 Años

Publicado en Internet el pasado 21 de abril de 2016 en el Journal of the American Heart Association, el estudio poblacional es un análisis de 1.542 pacientes > 65 años ingresados en 11 hospitales de la región central de Massachusetts con un diagnóstico confirmado de IAM entre 2001 y 2011.

Durante el período de estudio de 10 años, la duración media de las demoras prehospitalarias fue de 3.7 horas. Cuando se estratificó a los pacientes en tres categorías: entre 65 y 74 años, entre 75 y 84 años y > 85 años, los tiempos medios de demora fueron de 3.5, 4.0 y 3.4 horas, respectivamente. Poco menos de la mitad de los pacientes acudieron al hospital a las dos horas de cursar síntomas y el 37% entre 2 y 6 horas después. Otro 16% de los pacientes acudieron más de 6 horas después de cursar síntomas.

La duración media de las demoras prehospitalarias estuvieron en torno a 2 horas durante un período de 10 años. En los diferentes tres grupos de edad, la duración media de las demoras descendió marginalmente de 2001-2003 a 2009-2011, si bien este cambio fue irrelevante a nivel estadístico. La duración media de las demoras prehospitalarias descendió de 3.9 horas en 2001-2003 a 3.2 horas en 2009-2011, pero una vez más se trató de un descenso irrelevante desde el punto de vista estadístico. En 10 años, el porcentaje de pacientes que acudieron al hospital a las dos horas de cursar síntomas se mantuvo estable, según los investigadores.

Los sujetos que demoraron su llegada al hospital fueron más propensos a desarrollar síntomas agudos durante la tarde, noche y a primera hora de la mañana (entre las 6 pm y las 5:59 am) y a debutar con síntomas atípicos como dolor abdominal y palpitaciones que aquellos pacientes que acudieron al hospital antes. Los sujetos víctimas de STEMI (infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST) y menos comorbilidades fueron más propensos a buscar ayuda médica antes.

En cuanto a por qué algunos pacientes no acuden al hospital ni llaman a la ambulancia cuando cursan los síntomas, Goldberg dijo que la decisión de buscar asistencia médica es compleja y que depende de variables psicosociales, contextuales y de otras variables personales. “Mucha gente no reconoce sus síntomas y muchos los atribuyen a otras patologías,” dijo. Aunque algunos están asustados o se muestran cohibidos, otros factores como por ejemplo, tener o no seguro médico, también influyen en la decisión de esperar o buscar asistencia médica.

Desde el punto de vista de la investigación, medir las demoras prehospitalarias resulta difícil es un punto final que Goldberg tildó de “no muy sólido.” En otras palabras, definir exactamente cuánto tiempo esperaron los pacientes antes de acudir a urgencias o llamar a la ambulancia es difícil de decir. “¿Cómo cronometra uno sus síntomas?” preguntó. “¿Se empieza cuando aparece cierto dolor torácico, cuando éste es moderado o cuando el dolor es intenso?, ¿es un dolor lumbar o es un dolor más incapacitante? La mayoría de las personas no miran el reloj cuando esto sucede. Además, dependiendo del proveedor y de sus intereses, es algo que no se pregunta ni anota por regla general.

Goldberg dijo a TCTMD que los resultados del estudio sugieren que hay que seguir trabajando para educar a los pacientes sobre los riesgos de demorarse cuando aparecen los primeros síntomas y para identificar y eliminar las barreras a la hora de buscar asistencia médica. En líneas generales, sospecha que lo mejor que podríamos hacer es reducir el número de “rezagados,” es decir, esos sujetos que esperan 6 horas o más antes de acudir al hospital tras cursar síntomas de infarto de miocardio.”

“Uno de los aspectos de las cardiopatías coronarias es que pueden matarte en cuestión de segundos o minutos,” concluyó. “Si la gente espera, pueden terminar convirtiéndose en uno de estos desafortunados casos de muertes cardíacas extra-hospitalarias, muchas de las cuales sobrevienen súbitamente. Algunas personas pueden morir en cuestión de segundos y otras podrían tener un curso más prolongado del que les gustaría solo por el mero hecho de esperar. Estadísticas de las que nadie quiere formar parte.”

 


Fuente:

  • Makam RP, Erskine N, Yarzebski J, et al. Decade long trends (2001-2011) in duration of pre-hospital delay among elderly patients hospitalized for an acute myocardial infarction. J Am Heart Assoc. 2016;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Este estudio está financiado por los Institutos Nacionales norteamericanos de Salud.
  • Goldberg no declaró conflicto de interés alguno.

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Michael O’Riordan is the Associate Managing Editor for TCTMD and a Senior Journalist. He completed his undergraduate degrees at Queen’s…

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