Nuevos Roles de las Clínicas Especializadas en Anticoagulación en una Era de Opciones Sin Warfarina


La disponibilidad de varios anticoagulantes orales directos (ACOD) permite que el sistema de las clínicas especializadas en anticoagulación no tenga que considerar necesaria la administración de warfarina, sino que más bien tenga que “re-imaginar” qué pueden hacer dichas clínicas para mejorar, todavía más, la seguridad de sus pacientes, según una perspectiva.

 

Siguientes Pasos

Según los autores, “la justificación económica que avalaría la existencia de una clínica supervisora de la seguridad de los fármacos sería incluso mayor que la que avalaría una clínica especializada en anticoagulación de miras más estrechas.”

Una clínica especializadas en anticoagulación reformada tendría tres roles fundamentales: seleccionar los regímenes de tratamiento más apropiados, reducir los riesgos de sufrir hemorragias graves y mejorar la adherencia al tratamiento de los pacientes, tal y como aseguran el Dr. Geoffrey Barnes (Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan; Ann Arbor), y sus colegas en una perspectiva publicada en Internet esta semana en Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes.

“Tanto el apoyo como el asesoramiento dados las clínicas especializadas en anticoagulación deberían de utilizarse para garantizar un tratamiento anticoagulante de alta calidad,” aseguran.

En EE.UU. operan más de 3.000 clínicas especializadas en anticoagulación que abogan por, cuando sea necesario, administrar warfarina a pacientes con fibrilación auricular, tromboembolismos venosos y sustitución de válvula mecánica con monitorizaciones activas por parte de laboratorio y ajustes de las dosis. Este sistema ha demostrado ser capaz de evitar las visitas a urgencias, las hospitalizaciones y la ocurrencia de complicaciones tromboembólicas.

Desde 2009 se han aprobado cuatro ACOD: dabigatran (Pradaxa; Boehringer Ingelheim), rivaroxaban (Xarelto; Janssen Pharmaceuticals), apixaban (Eliquis; Bristol-Myers Squibb) y edoxaban (Savaysa; Daiichi Sankyo). Estos fármacos no precisan monitorizar el INR (índice internacional normalizado) ni ajustar las dosis, lo que ha llevado a muchos a cuestionarse la necesidad de las clínicas especializadas en anticoagulación, explican los autores.

“No obstante, en lugar de restarles importancia a las clínicas especializadas en anticoagulación, pensamos que el número cada vez mayor de fármacos ACOD nos obliga, con urgencia, a ampliar el papel que han jugado tradicionalmente estas clínicas,” explican.

Una clínica especializada en anticoagulación reconvertida podría ayudar a la hora de tener que optar por el fármaco y la dosis más apropiados para un determinado paciente, haciendo uso de la experiencia de farmacéuticos y enfermeras especializados que ya trabajan en estos centros, aseguran Barnes y sus colegas.

Este mismo conocimiento especializado podría utilizarse durante las monitorizaciones a largo plazo a fin de mitigar los riesgos hemorrágicos graves que podrían sobrevenir tras un empeoramiento de la función renal, así como para saber cuándo interrumpir la anticoagulación cuando un paciente ha de ser intervenido. “El tiempo necesario para interrumpir la anticoagulación antes y después de una intervención varía enormemente y depende de la medicación, de la función renal de un paciente y del riesgo hemorrágico de la intervención programada,” advierten los autores.

Y por último, una clínica especializada en anticoagulación reconvertida podría fomentar la adherencia al régimen de tratamiento seleccionado al actuar como foro en el que volcar las dudas y preocupaciones de los pacientes de forma habitual, aseguran.

Obstáculos para esta Transición

Cambiar el rol de las clínicas especializadas en anticoagulación precisaría llevar a cabo modificaciones en los patrones de práctica habitual y volver a trabajar en políticas institucionales “dando poderes a enfermeras y farmacéuticos especializados capaces de gestionar estos escenarios clínicos tan específicos,” señalan Barnes y sus colegas.

No obstante, el principal reto es económico. “Con el uso cada vez mayor de los ACOD, sistemas sanitarios y aseguradoras podrían sentirse tentados a desaconsejar recurrir a las clínicas especializadas en anticoagulación para evitar tener que pagar por estos servicios,” aseguran los autores. “Esto es especialmente así porque los estudios que tenemos sobre la rentabilidad de los fármacos ACOD no incluyeron los costes de soporte y mantenimiento de las clínicas especializadas en anticoagulación.”

Superar este obstáculo económico podría depender de hacer que las clínicas especializadas en anticoagulación pasen a ser clínicas de amplio espectro para la gestión de la seguridad de los fármacos en un abanico mucho mayor de pacientes con patologías cardiovasculares que están a tratamiento con fármacos de alto riesgo. Esto incluiría a pacientes que toman antagonistas del receptor mineralocorticoide contra la hipertensión o la insuficiencia cardíaca o a aquellos que toman amiodarona para controlar sus cuadros de arritmia, por ejemplo.

“Una clínica supervisora de la seguridad de los fármacos serviría de contrapunto a la infraestructura existente de las clínicas especializadas en anticoagulación de enfermeras y expertos farmacéuticos diseñadas para la monitorización longitudinal de los fármacos a fin de reducir las complicaciones secundarias a fármacos cardiovasculares potencialmente peligrosos,” concluyen los autores. “De esta forma, la justificación económica que avalaría la existencia de una clínica supervisora de la seguridad de los fármacos sería incluso mayor que la que avalaría una clínica especializada en anticoagulación de miras más estrechas.”


Fuente: 
Barnes GD, Nallamothu BK, Sales AE, Froehlich JB. Reimagining anticoagulation clinics in the era of direct oral anticoagulants. Circ Cardiovasc Qual Outcomes. 2016;Epub ahead of print.

Declaraciones: 

  • Barnes dijo haber recibido apoyos del Instituto Nacional norteamericano del Corazón, del Pulmón y la Sangre, financiación para su investigación de Bristol-Myers Squibb/Pfizer y Blue Cross Blue Shield de Michigan y ser consultor de Portola.

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Todd Neale is the Associate News Editor for TCTMD and a Senior Medical Journalist. He got his start in journalism at …

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