PRECISE Publicado: La PCI asistida por Robot es Segura y Viable

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Un sistema robótico por control remoto para realizar intervenciones coronarias percutáneas (CPI) arroja un alto índice de éxito técnico y operatorio y reduce la exposición a la radiación del operador en casi un 95%, según los hallazgos publicados en el número del próximo 16 de abril de 2013 del Journal of the American College of Cardiology.

Los resultados del estudio PRECISE (Estudio de Intervenciones Coronarias Percutáneas Mejoradas Robóticamente) se presentaron por primera vez en mayo de 2012 en el congreso anual de la Sociedad de Angiografía e Intervenciones Cardiovasculares celebrado en Las Vegas (Nevada).

El Dr. Giora Weisz, del Centro Médico de la Universidad de Columbia (Nueva York, NY) y sus colegas utilizaron el sistema robótico CorPath 200 (Corindus, Natick, MA) para tratar a 164 pacientes sometidos a PCI voluntarias en 9 centros norteamericanos. El sistema consitió en 2 elementos principales:

  • Un cabina intervencionista remota anti-radiación y que puede ubicarse en cualquier parte del laboratorio de cateterismo
  • Una unidad a pie de cama que despliegue y manipule los alambres-guía coronarios, los balones y los stents utilizando un brazo robótico dirigido por el operador.

Todos los operadores recibieron formación sobre este sistema antes de proceder a inscribir a pacientes en el estudio.

Alto Índice de Éxito, Menos Exposición a la Radiación

Se implantaron una media de 1.1 ± 0.34 stents por paciente, precisándose post dilatación en el 20.1%. El tiempo medio de la intervención, con el sistema robótico, fue de 24.4 minutos, con un tiempo de fluoroscopia de 11.1 minutos. La dosis media acumulativa de radiación por paciente fue de 1.5 ± 0.08 Gy y el volumen medio del medio de contraste 144.2 ± 70.4 mL.

No hubo ninguna compliación secundaria al dispositivo. Dos procedimientos se llevaron a cabo mediante operación manual porque desplegar el stent presentaban una resistencia severa. La conversión a operación manual fue inmediata y no se asoció a la isquemia miocárdica, al compromiso hemodinámico ni a cualquier otras complicaciones.

El éxito clínico de la intervención, el punto final coprimario, se alcanzó en el 97.6% de los pacientes, arrojando el número igual o menor del intervalo de confianza del 95% un objetivo de rendimiento del 94.5%, más alto que el objetivo de rendimiento especificado en el protocolo del 84% (P < 0.001). Además, el éxito técnico del dispositivo, el otro punto final coprimario, se alcanzó en el 98.8%, arrojando el número igual o menor del intervalo de confianza del 95% un objetivo de rendimiento del 96.2%, por encima del objetivo especificado en el protocolo del 90% (P < 0.001).

La exposición media a la radiación para los operadores de la cabina intervencionista fue un 95.2% más baja que en la tabla de la intervención (0.98 frente a 20.6 µGy; P < 0.0001). Por eso, se cumplió el punto final de efectividad secundaria que arrojó un descenso mínimo del 50% en la exposición a la radiación para los operadores

Beneficios Sanitaros, Comodidad para los Operadores

Para usar el sistema robótico, el cardiólogo intervencionista se sienta en la cabina y realiza la PCI mediante control remoto usando los mandos de la consola o los botones táctiles de la pantalla. Los commandos de control de la consola se liberan a través de un cable de comunicaciones que va hasta el piloto robótico, sobre el que se coloca un cassette esterilizado. El cassette, cargado con los dispositivos intervencionistas y conectado a los catéteres guía, ejerce fuerzas axiales y rotacionales sobre los dispositivos intracoronarios.

Cabe destacar que el sistema es compatible con todos los alambres-guía de 0.014 pulgadas, balones de angioplastia coronarias de intercambio rápido y sistemas liberadores de stents que se comercializan hoy en día.

“Se espera que los sistemas robóticos por control remoto reduzcan los riesgos laborales que corren los cardiólogos intervencionistas,” aseguran el Dr. Weisz y sus colegas, que advierten que las sociedades profesionales seguridad ya están pidiendo más medidas de seguridad en el laboratorio de cateterismo y una menor exposición a la radiación ante las cada vez más complejas intervenciones que se realizan hoy en día.

“Los cardiólogos intervencionistas desarrollan opacidades y cataratas a edades tempranas y en índices más elevados que otros profesionales,” aseguran, añadiendo que los datos observacionales también preocupan en lo que a la exposición a la radiación durante toda la carrera professional se refiere, lo que, probablemente, desemboca en el desarrollo de tumores cerebrales en el lado izquierdo.

Otro beneficio no calculado aunque potencial del sistema asistido por robot, especulan, es la prevención de lesiones ortopédicas, ya que “llevar un pesado delantal de plomo durante horas podría afectar negativamente a los cardiólogos intervencionistas, resultando en un peor rendimiento y pérdida de productividad.” Además, advierten que “sentarse en la protegida cabina intervencionista sin tener que llevar un pesado delantal de plomo minimiza el malestar lumbar y permite al operador centrarse en la intervención sin que se distraiga por la tensión física que tiene que soportar.”

Nota: El Dr. Weisz y otros tantos coautores del estudio son profesores universitarios miembros de la Fundación para la Investigación, que dirige y opera TCTMD.

 


Fuente:
Weisz G, Metzger C, Caputo RP, et al. Safety and feasibility of robotic percutaneous coronary intervention: PRECISE (Percutaneous Robotically-Enhanced Coronary Intervention) study. J Am

Coll Cardiol. 2013;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • Este estudio está financiado por Corindus.
  • El Dr. Weisz no declaró conflicto de interés alguno.

 

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