SCAI Publica las Mejores Prácticas de los Laboratorios de Cateterismo

Un comunicado de consenso publicado recientemente ofrece una serie de recomendaciones para que laboratorios de cateterización cardíaca operen mejor y puedan garantizar tanto la calidad como la seguridad en la atención al paciente. El documento, redactado por un comité de expertos de la Sociedad para el Estudio de la Angiografia y las Intervenciones Cardiovasculares (SCAI), se publicó en Internet el pasado 20 de marzo de 2012, previo a su edición impresa en Catheterization and Cardiovascular Interventions.

“Este documento será un punto de referencia para los laboratorios de cateterismo,” dijo en una declaración el presidente de la SCAI, Dr. Christopher J. White, del Instituto Cardiovascular Ochsner (Nueva Orleans, LA).

Aunque ya existen materiales más técnicos sobre equipos del laboratorio de cateterismo “queríamos reunir una especia de manual práctico y fácil de consultar en el que el paciente fuera lo primero,” tal y como aseguró a TCTMD en entrevista telefónica, el autor principal, Dr. Srihari S. Naidu, del Hospital Universitario Winthrop (Mineola, NY). En consecuencia, las recomendaciones que ofrece este documento se organizan en torno a una maniobra típica con el paciente en el laboratorio, dividiéndose las prácticas en aquellas que pueden aplicarse antes, durante y después de la intervención.

Antes: Lista de Comprobación con lo Más Importante

Primeramente, tanto los médicos de un laboratorio de cateterismo como el personal médico, incluidas enfermeras, tecnólogos y ayudantes médicos deben estar debidamente acreditados y  tener la experiencia necesaria. Los resultados de la intervención, incluidos los índices de éxito y las complicaciones hospitalarias deben documentarse.

Se recomienda una lista de comprobación que asegure que ninguna revisión ni evaluación preoperatoria se pase por alto, lo cual incluye:

  • Una intervención programada y planificada
  • La historia del paciente y su estado físico actual
  • Cuestiones sobre sedación y analgesia
  • Fármacos del paciente y capacidad de adherirse a un régimen exigido
  • Trabajo de laboratorio necesario y ECG basal
  • Valoración tanto del riesgo de hemorragias como de las alergias farmacológicas
  • Consentimiento informado

En particular, el consentimiento informado debería de cubrir todo lo que recoge el procedimiento, sus riesgos y beneficios, así como las posibles complicaciones y alternativas, todas presentadas en un lenguaje claro y, si es posible, en presencia de una tercera parte. Todos los tratamientos que pudieran derivarse de un determinado procedimiento diagnóstico deben debatirse.

Durante: Tiempo Muerto para Hacer Comprobaciones

El médico que realiza la intervención debería, también, dirigir la sedación y un equipo especializado debe monitorizar la administración de la medicación así como cualquier efecto secundario y la estabilidad respiratoria y hemodinámica del paciente. Debe ponerse especial atención en minimizar la exposición a la radiación, con tiempos de fluoroscopia, llevando a cabo un registro de la dosis de radiación total a la que está expuesto el paciente.

Justo antes de la cateterización, se recomienda un ‘tiempo muerto’ para que todos los miembros del equipo puedan hablar sobre:

  • El nombre del paciente y el número de historial médico
  • La intervención que van a realizar
  • El abordaje que van a emplear
  • La disponibilidad del equipo necesario, incluido el tipo de stent indicado para aquellos pacientes que vayan a ser sometidos a una PCI
  • Alergias y fármacos que haya podido tomar el paciente en el pasado
  • Condiciones del laboratorio y patologías (por ejemplo, cociente internacional normalizado [INR] o enfermedad renal crónica)

Después: Debate sobre el Paciente, su Traslado y Derivación

El médico de turno debe debatir los resultados del procedimiento así como cualquier complicación o hallazgo o episodio inesperado, tanto con el paciente como con su familia. Esta información también debe quedar documentada y pasarse a todos y cada uno de los miembros del personal sanitario que van a atender al paciente. El plan de gestión y las instrucciones sobre la medicación, como por ejemplo, la terapia antiplaquetaria doble, deben ponerse en común y explicarse la adherencia al tratamiento. Además, debe resolverse cualquier discrepancia entre los fármacos administrados en el  hospital y los que tomará en su casa el paciente. También deben fijarse citas para llevar a cabo evaluaciones de seguimiento con el cardiólogo intervencionista o el médico de atención primaria 2-4 semanas después de recibir el alta hospitalaria.

Según el Dr. Naidu, el documento de la SCAI incorpora muchas de las prácticas que agencias reguladoras tales como la Comisión Conjunta llevan tiempo pidiendo a los hospitales que pongan en práctica: listas de comprobación y traslados a la sala de recuperación o a los médicos derivadores.

Aunque, intuitivamente, los laboratorios de cateterismo ya han ido gravitando hacia muchas de estas prácticas, nunca han emitido un comunicado integral por escrito detallándolas. “Ahora pueden echar un vistazo y decir, ‘bueno, vamos a hacer el 80% aunque aquí hay cosas que faltan y que tienen sentido desde el punto de vista de la atención al paciente.’”

Un área en la que muchos laboratorios se quedan cortos es en preparación preoperatoria, sugirió el Dr. Naidu.

“No todos los laboratorios tienen un sistema sólido que garantice que toda la información necesaria esté documentada en la historia del paciente, en su examen físico o en los expedientes,” dijo. “Y como esto se está convirtiendo en una de las partes más importantes de la intervención, decidimos que sería perfecto incluir una lista de comprobación que garantice que hemos abordado todo lo que podría llegar a ser un problema.” En particular, eso incluye asegurarnos de que un paciente al que podría colocarse un stent es un buen candidato para recibir terapia antiplaquetaria doble, es decir, que no tiene ninguna cirugía programada ni un riesgo hemorrágico alto.

Más Reiteración que Innovación

Aunque celebró el documento, el Dr. Morton J. Kern, de la Universidad de California, en Irvine (Irvine, CA), dijo a TCTMD, en una entrevista telefónica, que viene a “reiterar lo que ya dicen muchos libros de texto sobre esta cuestión.” Para la mayoría del personal que trabaja en laboratorios de cateterismo, “vuelve a poner de relieve lo que ya saben y, probablemente, lo que ya hacen,” dijo.

Refiriéndose a los médicos en formación, el Dr. Kern dijo que el documento “parece haberse redactado teniendo en cuenta los programas de formación.” Alabó tanto la incorporación de una lista de comprobación preoperatoria como la elegibilidad para la terapia antiplaquetaria doble, dos cuestiones que las directrices suelen pasar por alto. Por otro lado, el documento omitió mencionar el abordaje radial para pacientes con un INR alto, dejando entender que el riesgo hemorrágico es una “omisión menor,” dijo.

El Dr. Kern reconoció que el documento menciona un buen número de prácticas no incluidas en la mayoría de manuales de los laboratorios de cateterismo tales como reconciliar la medicación, el traslado/derivación del paciente y le evaluación de seguimiento. Sin embargo, añadió, esto ocurre porque estos aspectos son parte de la práctica médica estándar dictada por el propio hospital, más que cuestiones específicas del propio laboratorio de cateterismo.

En líneas generales, el Dr. Kern encontró que el uso de la expresión “mejores prácticas” es una ampliación en la caracterización de las recomendaciones de la SCAI. “Podrían ser las prácticas actuales y parecen ser las mejores,” dijo. “No obstante, para ser ‘el mejor’ tienes que tener resultados.” De hecho, los autores abogan por llevar a cabo nuevas investigaciones sobre procesos en los laboratorios de cateterismo y mejoras de la calidad.

En cualquier caso, el Dr. Kern terminó diciendo que a los líderes en cardiología intervencionista “les alegrará saber que la codificación de la actividad del laboratorio de cateterismo ahora sí se ha establecido bien, una codificación que debe seguirse al pie de la letra para reducir el índice de errores que provocan fatalidades.”

 


Fuente:
Naidu SS, Rao SV, Blankenship J, et al. Clinical expert consensus statement on best practices in the cardiac catheterization laboratory: Society for Cardiovascular Angiography and Interventions. Catheter Cardiovasc Interv. 2012;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • El Dr. Naidu no declaró conflicto de interés económico alguno.
  • El Dr. Kern dice ser asesor de Merit Medical, St. Jude y Volcano.

 

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