SCIPIO: El Tratamiento con Células Madre Cardíacas Parece Prometedor a la luz de los Resultados Preliminares

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La infusion intracoronaria de células madre cardíacas autólogas mejora, de forma segura, la función sistólica ventricular izda. y reduce la magnitud del infarto en pacientes con insuficiencia cardíaca tras un infarto de miocardio (IM), según se desprende de los resultados de un estudio piloto publicado el pasado 14 de noviembre de 2011, previo a su edición impresa en The Lancet. Los hallazgos se hicieron públicos en una presentación en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón, con sede en Orlando (Florida).

Para el estudio de etiqueta abierta, de un único centro, SCIPIO (Infusión con Células Madre en Pacientes con Cardiomiopatía Isquémica), el Dr. Roberto Bolli, de la Universidad de Louisville (Louisville, KY), y sus colegas, aleatorizaron a pacientes que se habían sometido a un CABG y presentaban disfunción en el ventrículo izdo. post-infarto en proporción 2:3 a tratamiento con células madre o a ningún tratamiento. Los pacientes del brazo a tratamiento (para este análisis, n = 16; n = 7 para los controles) recibieron células madre cardíacas autólogas a través de una infusión intracoronaria, aproximadamente, 113 días después de la cirugía.

Las características basales fueron parecidas entre ambos grupos, salvo que el consumo de tabaco fue más prevalente en el brazo de control.

Mejoras en la Función Ventricular Izda., y en la Magnitud del Infarto

En los 14 pacientes tratados cuyos resultados ecocardiográficos estaban disponibles, la fracción de eyección ventricular izquierda (LVEF) aumentó, pasando del 30.3% antes de la infusión al 38.5% a los 4 meses tras la infusión (P = 0.001). En cambio, en los 7 pacientes de control, la LVEF no se vio alterada en este mismo intervalo de tiempo. En los 8 pacientes que fueron seguidos durante 1 año, los efectos positivos del tratamiento con células madre fueron mayores, si cabe, aumentando la LVEF en 12.3 unidades de fracción de eyección, con respecto al inicio del tratamiento (P = 0.0007).

El aumento en la LVEF con el tratamiento con células madre fue análogo a las mejoras descritas en el índice de valoración del movimiento de la pared regional, desde el inicio del tratamiento hasta el 4º mes, en las regiones ventriculares izdas. infundidas (1.97 frente a 1.78; P = 0.007). En el grupo de control, no se observó cambio significativo alguno en el índice de valoración del movimiento de la pared regional, ni en los segmentos ventriculares izdos. infartados así como tampoco en ninguno de los segmentos ventriculares izdos.

Además, las IMR cardíacas con gadolinio (que se llevaron a cabo en 7 pacientes tratados) revelaron que la magnitud del infarto descendió en un 24% al cabo de 4 meses (P = 0.004) y en un 30% al cabo de 1 año (P = 0.04). Las mediciones del engrosamiento de la pared ventricular izda. también arrojaron mejoras notables transcurridos 4 meses (P = 0.01).

Aunque las cifras fueron pequeñas, los pacientes tratados también mejoraron , a nivel clínico. La clase función NYHA se redujo, pasando de una media de 2.19 antes de la infusión a 1.63 al cabo de 4 meses y la calidad de vida según el Cuestionario Minnesota Vivir con  Insuficiencia Cardiaca (MLHFQ) mejoró ostensiblemente (P < 0.0001). No obstante, estos cambios tan positivos no pudieron confirmarse en los pacientes de control.

Cabe reseñar que no se observó efecto secundario alguno a las células cardíacas . El estudio sigue en marcha.

Beneficios de una ‘Magnitud Inesperada’

El Dr. Bolli y su equipo aseguran que, a pesar de que todavía hay que fijar la dosis óptima de células madre cardíacas, la terapia celular para “pacientes con cardiomiopatía isquémica crónica e insuficiencia cardíaca severa es viable, segura y, aparentemente, altamente eficaz, a la hora de restaurar la función sistólica ventricular izda., hasta 1 año después del tratamiento.”

En un editorial que acompaña a la publicación el Dr. Gerd Heusch, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Essen (Essen, Alenania), asegura que la investigación “hace que renazca un nuevo optimismo ya que el estudio se basa en rigurosos estándares de calidad, además, los beneficios descritos son de una magnitud inesperada.”

Según el Dr. Heusch, será importante hacerles seguimiento a estos pacientes durante largo tiempo. Además, sugiere que futuros ensayos utilicen “un protocolo ciego con cateterización coronaria y una infusión de placebo durante un protocolo de acondicionamiento, con varios ciclos de breve oclusión coronaria y reperfusión,” para así eliminar cualquier tipo de sesgo.

Detalles del Estudio

Se hace avanzar un catéter de balón sobre el alambre-guía (balón no compliante de Quantum Maverick, Boston Scientific, Natick, MA o balón Voyager RX, Abbott Laboratories, Abbott Park, IL) por el interior de la arteria coronaria proximal o bien un injerto para reemplazar la región ventricular izda. infartada.

El número de células madre cardíacas infundidas dependió del número y localización de los infartos. Por ejemplo, en pacientes con 1 cicatriz miocárdica, se infundieron 1 millón de células dentro de los infartos de la pared anterior y 500.000 células dentro de los infartos, en el interior de los territorios circunflejo izquierdo o de la arteria coronaria derecha. 

 


Fuentes: 

1. Bolli R, Chugh AR, D’Amario D, et al. Cardiac stem cells in patients with ischemic cardiomyopathy (SCIPIO): Initial results of a randomized phase 1 trial. Lancet. 2011;Epub ahead of print.

2. Heusch G. SCIPIO brings new momentum to cardiac cell therapy. Lancet. 2011;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • Ni el Dr. Bolli ni el Dr. Heusch declararon conflicto de interés alguno. 

 

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