Se reportó infección post-TAVR en 1 de cada 5 pacientes, pero no asociada a la mortalidad

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Las infecciones hospitalarias ocurrieron en aproximadamente 20% de los pacientes sometidos
 sustitución de válvula aórtica mediante técnicas transcatéter  (TAVR), según un estudio publicado en Internet el pasado 8 de abril de 2013, antes de su impresión en el American Journal of Cardiology. Aunque no todas las infecciones estuvieron necesariamente relacionadas con la intervención, la investigación sugiere que mejorar los cuidados a los pacientes antes y después de la TAVR podría reducir esas complicaciones.

El Dr. Peter P.T. de Jaegere, del Erasmus Medical Center (Rotterdam, Países Bajos), y sus colegas inscribieron a 298 pacientes consecutivos de 2 centros de los Países Bajos (n = 230) y Colombia (n = 68) sometidos a TAVR con el dispositivo CoreValve (Medtronic, Minneapolis, MN) entre noviembre de 2005 y noviembre de 2011.

Infección muy común

En total, 58 pacientes (19.5%) experimentaron infecciones hospitalarias, de las cuales 43.1% fueron infecciones del tracto urinario, 20.7% pulmonía, 20.7% de origen no determinado, y 12.1% infecciones en el sitio de acceso. Dos pacientes tuvieron múltiples sitios de infección.

El análisis multivariado aleatorizado mostró que los indicadores independientes de la infección después de la TAVR fueron acceso quirúrgico a la arteria femoral (Cociente de probabilidades (CP) ajustado 4.18; 95% CI  2.02-17.19), accidente cerebrovascular (ACV) grave (CP ajustado 3.21; 95% CI  1.01-9.52), y un índice de masa corporal (IMC) mayor de 25 kg/m2 (CP ajustado 2.27; 95% CI 1.12-4.59).

Sin embargo, la infección no predijo la mortalidad, en 30 días (CP ajustado 1.27; 95% CI 0.49-3.30) o 1 año (Cociente de riesgos instantáneos (CRI) ajustado 1.24; 95% CI  0.68-2.25).

Los pacientes con infecciones tenían niveles de hemoglobina antes de la intervención más bajos (P = 0.03) y intervenciones más prologadas (P = 0.023), pero no había ninguna diferencia en el conteo basal de leucocitos entre los grupos. Además, los pacientes con infecciones tuvieron una media de estadía hospitalaria más larga en comparación con los que no tuvieron infecciones (15 vs. 7 días; P < 0.0001).

Se prefieren las intervenciones ambulatorias

En una entrevista telefónica con TCTMD, el Dr. Ajay J. Kirtane, del Centro Médico de la Universidad de Columbia (Nueva York, Nueva York), dijo que no le sorprendió “la frecuencia relativamente alta de infecciones,” porque “estos pacientes son muy mayores y además enfermos.” De manera interesante, las infecciones ocurren poco tiempo después de la TAVR, señaló el Dr. Kirtane, lo que sugiere que la mayoría de los pacientes no se sometieron a intervenciones ambulatorias.

El Dr. Stephen G. Ellis, de la Cleveland Clinic (Cleveland, Ohio), dijo a TCTMD en una entrevista telefónica que su institución no realiza TAVR con reducciones quirúrgicas, lo que resulta en “mejor suerte en términos de infecciones en el sitio de acceso.”

El Dr. Ellis dijo que los resultados del estudio son previsibles, además del hecho de que la infección no se rastreó con resultados a largo plazo. Sin embargo, debido a que la población era pequeña, “decir que [la infección] no predice la mortalidad es un poco exagerado,” advirtió el Dr. Ellis, indicando que “si se observan las curvas de supervivencia, los pacientes infectados disminuyen aproximadamente a los 3 meses y luego parecen estabilizarse. Por tanto, esto podría ser una señal si se analizara un mayor número de pacientes.”

Métodos Preventivos

Reconociendo que no todas las infecciones son evitables, el Dr. Kirtane dijo que las prioridades deben centrarse en “tratar de sacar a estos pacientes del hospital tan rápido como sea posible e ir hacia el acceso percutáneo.” Además, “sería muy bueno poder ‘poner a punto’ a estos pacientes antes de que se sometan a la intervención de modo que estas comorbididades [y otros problemas potenciales] no se manifiesten,” sugirió Dr. Kirtane.

Siendo las infecciones del tracto urinario el tipo de infección más común después de la TAVR, el Dr. Ellis dijo que “tal vez una parte del mensaje aquí es retirar la cama Foley cuanto antes.” Además, el uso de la anestesia general “es una especie de escenario para la pulmonía,” dijo el Dr. Ellis.

Para seguir adelante, “sería útil ver un informe de otro grupo de ver si la tasa de infección fue similar, para ver si este es un problema global o no, y luego mirar diferencias en el tratamiento del paciente,” aconsejó el Dr. Ellis, y sugirió que otra área de estudio debiera ser la infección después de la TAVR transapical, que “si algo... sería peor” que después del acceso transfemoral.

Detalles de Estudio

Una hora antes y después de finalizar la TAVR, se administró terapia antibiótica profiláctica según las directrices de la práctica local (cefazolina 1 g en ambas ocasiones). De ser necesario, la terapia antibiótica se continuó después de la intervención. Los pacientes se sometieron a TAVR transfemoral (n = 287), subclavia (n = 9), o transapical (n =2) con anestesia general o sedación profunda.

 


Fuente:
Van der Boon RMA, Nuis R-J, Benitez LM, y otros. Frequency, determinants and prognostic implications of infectious complications after transcatheter aortic valve implantation. Am JCardiol. 2013; Publicación electronic antes de su impresión.

 

Declaraciones:

  • El Dr. de Jaegere declaró haber trabajado como procurador para Medtronic.
  • Los doctores Kirtane y Ellis no declararon conflicto de interés económico alguno.

 

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