Sedación + Analgesia Mejoran la PCI Transradial Reduciendo los Espasmos

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La administración rutinaria de sedación y analgesia con opiodies en el inicio de una intervención coronaria percutánea (PCI) reduce la incidencia de espasmos radiales, mejora la comodidad del paciente en lo que a la intervención se refiere y reduce la necesidad de cruzamiento en el sitio de acceso. Los resultados de un ensayo aleatorizado a este respecto se presentaron en el número de marzo de 2013 de JACC: Cardiovascular Interventions.

Investigadores dirigidos por el Dr. Georgios Giannopoulos, del Hospital General de Atenas (Atenas, Grecia), analizaron a 2.013 pacientes de 3 hospitales griegos de derivación sometidos a PCI transradial y aleatorizados a recibir sedación y analgesia (inyección intravenosa de fentanilo 0.5 µg/kg y midazolam 1 mg durante 2 minutos al inicio de la intervención durante la preparación del sitio de acceso) o a no recibir sedación ni analgesia alguna. El objetivo era ver si este tratamiento sería o no capaz de reducir los espasmos arteriales.

La incidencia total de espasmos (punto final primario) fue del 5.4%, reduciendo la sedación/analgesia el riesgo en casi un 68.7% y el riesgo de cruzamiento en el sitio de acceso en casi un 34%. Las hemorragias graves según TIMI fueron equivalentes entre uno y otro grupo (tabla 1).

Tabla 1.  Puntos Finales Primarios, Secundarios

 

Sedación/Analgesia
(n = 1,007)

Sin Sedación/Analgesia
 (n = 1,006)

Valor P

Espasmo Radial

2.6%

8.3%

< 0.001

Cruzamiento en el Sitio de Acceso

9.9%

15%

0.001

Hemorragias Graves según TIMI

1.1%

1.0%

0.812


El número de pacientes necesario para tratar para evitar 1 incidencia de espasmo fue de 18 (IC 95% 12.9-26.6). En la mayoría de pacientes con espasmos en la arteria radial (81.7%), el operador tuvo que evitar la vía transradial, siendo el espasmo la causa más frecuente (35.5%) de cruzamiento en el sitio de acceso.

Los factores asociados al espasmo incluyeron una estatura más baja, un menor IMC, el sexo femenino y el tabaquismo. Los espasmos fueron más frecuentes en aquellos pacientes sometidos a angiografía coronaria y PCI que en aquellos sometidos solo a PCI. En el análisis multivariable, la sedación/analgesia fue un predictor independiente de menos espasmos radiales (cociente de riesgos instantáneos-CRI 0.140; IC del 95% 0.073-0.271; P < 0.001).

El malestar descrito por los propios pacientes según puntuación obtenida en la escala análoga visual (VAS) de 100 puntos fue menor que el descrito por el grupo a tratamiento (18.8 ± 12.5 frente al 27.4 ± 17.4; P < 0.001), describriendo, por su parte, los pacientes una puntación VAS de casi el doble en presencia de espasmos (55.7 ± 13.8 frente al 21.2 ± 13.6; P < 0.001).

El punto final de seguridad de muerte o nuevo ingreso hospitalario a los 30 días fue similar entre el grupo que recibión sedación/analgesia y el grupo de control (4.6% frente al 4.5%; P = 0.918).

Los Espasmos son una Diana Válida

Según el Dr. Giannopoulos y sus colegas, el cruzamiento en el sitio de acceso parece ser más habitual con el abordaje transradial, a menudo debido a los espasmos arteriales severos, que dificultan el avance tanto de los alambres guías como de los catéters a través de la arteria radial. La frecuencia descrita de los espasmos durante intervenciones transradiales oscila entre el 4% y el 20% en la literatura médica publicada, añaden.

Una dosis baja de opioides y benzodiacepinas podría reducir la incidencia de espasmos por su acción sedativa y analgésica, pero también ejercer un efecto directo vasodilatador sobre la arteria radial, plantean los autores.

Aunque el descenso de espasmos no se tradujo en una mejora de los resultados objetivos, los espasmos de la arteria radial “en si mismos son una diana válida,” advierten los autores, “porque cuando sobrevienen, complican y alargan la intervención, frustran al intervencionista, aumentan la posibilidad de malestar y, básicamente, anulan las ventajas del abordaje transradial.”

Como resultado del estudio, el Dr. Giannopoulos y sus colegas sugieren que “la administración rutinaria de una sedación quirúrgica moderada durante las intervenciones transradiales podría ser útil en la práctica diaria.”

Detalles del Estudio

No hubo ningún episodio adverso grave secundario a la administración de fentanilo y midazolam. Los operadores del estudio habían realizado unas 100 intervenciones PCI transradiales al año. El espasmo se identificó por la aparición de una marcada resistencia al movimiento o una incapacidad de hacer avanzar a los catéteres, con o sin dolor acompañante en el antebrazo descrito por el propio paciente, y se confirmó arteriográficamente como una constricción severa de la luz de la arteria radial.

 


Fuente:
Deftereos S, Giannopoulos G, Raisakis K, et al. Moderate procedural sedation and opioid analgesia during transradial coronary interventions to prevent spasm. A prospective randomized study. J Am Coll Cardiol Intv. 2013;6:267-273.

 

Declaraciones:

  • El Dr. Giannopoulos no declaró conflicto de interés alguno.

 

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