Según los Datos Angiográficos, Acuerdo Solo Moderado entre las Lecturas del NCDR y del Laboratorio Central

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Aunque las implicaciones para el manejo de pacientes son inciertas, los datos de un registro nacional demuestran que la interpretación de angiogramas en la práctica clínica suele variar de las conclusiones a las que llega un laboratorio central independiente, según un estudio publicado en Internet el pasado 5 de febrero de 2014, previo a su edición impresa en Circulation: Cardiovascular Interventions.

Investigadores dirigidos por el Dr. C. Michael Gibson, del Centro Médico Beth Israel Deaconess (Boston, Massachusetts), evaluaron los historiales médicos de 2.013 pacientes del Registro Nacional de Datos Cardiovasculares (NCDR); en última instancia, el 46.3% de la cohorte terminaron por someterse a una PCI y el 53.7% a una intervención CABG en 54 hospitales, entre 2004 y 2007. Se valoró la concordancia entre los centros clínicos y un laboratorio central angiográfico independiente para determinar si había alguna lesión importante (< 50%), según valoración visual, en cualquier punto del vaso.

Solo hubo un cierto acuerdo entre el NCDR y el laboratorio central, observándose la mayor concordancia en torno a las lesiones de la arteria coronaria derecha.

En lo que a la enfermedad de tronco principal se refiere, el 11.2% of de los casos descritos como tal por el laboratorio central se consideraron normales por el NCDR, si bien el 56.7% de los casos considerados patológicos por el NCDR no resultaron presentar lesión del tronco coronario izquierdo en el laboratorio central.

En total, el 20.9% de los casos leídos como enfermedad de 3 vasos por centros del NCDR fueron considerados enfermedad de 3 vasos menos extensiva según el laboratorio central, y el 23.0% de los casos leídos como enfermedad de 3 vasos por el laboratorio central fueron considerados enfermedad de 3 vasos menos extensiva según los centros del NCDR.

Comparando a los pacientes para quienes sí hubo concordancia con aquellos que el registro NCDR sobrevaloró, no se observó diferencia alguna en la mortalidad (11.3% frente al 12.7%; P = 0.21) ni en los IM (3.7% frente al 2.5%; P = 0.47) a los 3 años. Tampoco se observó diferencia alguna en los resultados en base al acuerdo alcanzado en la enfermedad de tronco coronario izquierdo.

Importantes Implicaciones

“Estos hallazgos demuestran, en el mejor de los casos, consistencia entre los datos del registro y el análisis del laboratorio central en lo que a pacientes con enfermedad arterial coronaria de 2 y 3 vasos se refiere, una cohorte de pacientes en quienes la selección de la estrategia de revascularización es obligatorio,” explican el Dr. Gibson y sus colegas, que añaden que el tamaño de la muestra fue lo bastante grande “como para ofrecer una excelente estabilidad para el análisis.”

Los autores observan que los resultados tienen importantes implicaciones para la investigación y, potencialmente, para la práctica clínica, si bien no especifican cómo. “La validación de los datos angiográficos del NCDR es necesaria para un estudio coherente a nivel nacional de la estrategia de revascularización óptima para pacientes que presentan cuadros de coronariopatía multivaso,” explican.

No obstante, los autores advierten contra extrapolar los resultados a centros no NCDR “ya que los angiogramas no estandarizados podrían no demostrar el mismo nivel de acuerdo.”

¿Y Qué Pasa con la Isquemia?

En entrevista telefónica con TCTMD, el Dr. James K. Min, de la Facultad de Medicina Weill Cornell (Nueva York, NY), dijo que, inevitablemente, “siempre se observa cierta variabilidad con estas pruebas,” ya sea con la definición del vaso de referencia, con la severidad de la estenosis o de la interpretación visual frente a la del laboratorio central. También veremos variabilidad interobservador,” añadió.

Para mejorar el consenso diagnóstico, dijo el Dr. Min, “necesitamos averiguar qué es, exactamente, lo que desencadena la variabilidad para intentar mejorar la concordancia. Las lecturas que hace el laboratorio de cateterismo probablemente sean más precisas porque en el laboratorio de cateterismo pasan mucho tiempo interpretando las lecturas, algo que hacen más cuantitativa que visualmente.”

Así pues, podríamos tener varios métodos para ayudar a los centros clínicos a mejorar la precisión, comentó el Dr. Min, incluidos softwares automatizados así como un análisis más cuantitativo que visual. “La advertencia podría ser que, al final, lo que todos buscan son estenosis, razón por la cual quizá nosotros también deberíamos de valorar la isquemia concomitante secundaria a dichas estenosis,” añadió. “Podría ser que cuando incorporas la isquemia, las diferencias son menos sólidas.”

En lo que a futuros estudios se refiere, el Dr. Min recomendó una iniciativa para mejora de la calidad que forme a los médicos en cómo demostrar más concordancias con el laboratorio central. “El siguiente paso, si logran encontrar los datos, sería ver si estas diferencias en la severidad de la estenosis angiográfica se corresponden, o no, con los indicadores de isquemia,” concluyó. “De ser así, entonces tenemos un problema porque estarían descartando a gente de la mesa del laboratorio de cateterismo con cuadros de isquemia sintomática…Si esto no es relevante, entonces es una cosa buena, pero algo, en cualquier caso, que alguien debería de revisar.”

Detalles del Estudio

La única diferencia basal entre pacientes en cuyos datos coincidieron tanto el NCDR como el laboratorio central y aquellos con, al menos, 1 desacuerdo, fue el antecedente de enfermedad pulmonar crónica (16.7% frente al 22.0%; P = 0.003).

Fuente:             

Chakrabarti AK, Grau-Sepulveda MV, O’Brien S, et al. Angiographic validation of the American College of Cardiology Foundation—The Society of Thoracic Surgeons collaboration on the comparative effectiveness of revascularization strategies study. Circ Cardiovasc Interv. 2014;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Este estudio está avalado por el Instituto Nacional Norteamericano del Corazón, del Pulmón y la Sangre.
  • Los Dres. Gibson y Min no declararon conflicto de interés alguno.

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