Tras la Aprobación de la FDA, los Médicos son Optimistas sobre las PCI Robóticas

A la luz de la aprobación de la Administración para el Control de Alimentos y Fármacos de EE.UU. (FDA) el pasado 25 de julio de 2012, de un sistema robótico que permite a los médicos realizar intervenciones coronarias percutáneas (PCI) por control remoto, los médicos entrevistados por TCTMD mostraron su satisfacción al respecto. Probablemente, esta nueva tecnología mejorará la seguridad del operador sin poner en riesgo a los pacientes, vaticinan, aunque su alto coste podría ser prohibitivo para los hospitales.

Los resultados del ensayo PRECISE, presentados el pasado 10 de mayo de 2012 en las sesiones científicas de la Sociedad para el Estudio de la Angiografía y las Intervenciones Cardiovasculares (SCAI), celebradas en Las Vegas (Nevada), revelaron que el sistema CorPath 200 (Corindus Vascular Robotics, Natick, MA) es seguro y viable en 164 pacientes. El éxito de este dispositivo fue de casi el 98.8% con 2 conversiones a operación manual. Al cabo de 30 días no hubo IM sin onda Q (2.4%), muertes, IM con onda Q, RVD (revascularización del vaso diana) ni trombosis del stent. Además el sistema redujo la exposición a la radiación del operador en casi un 95.2%.

Obstáculos para la Adopción de este Sistema

La investigadora jefe del PRECISE, el Dr. Giora Weisz, del Hospital Presbiteriano de Nueva York/Centro Médico de la Universidad de Columbia (Nueva York, NY), dijo a TCTMD en una entrevista que la aprobación de la FDA se debe a los “excelentes resultados” cosechados en el mencionado ensayo. “Yo diría que es un gran salto en tecnología robótica para los laboratorios de cateterismo que aporta cierta estandarización a las PCI y estabilidad a los dispositivos intravasculares,” dijo.

Según el Dr. Weisz, son muchos los centros de EE.UU. que se han mostrado interesados en adquirir este sistema y espera que sean muchos más. “Es una tecnología completamente nueva y lleva tiempo convencer a la gente de los beneficios potenciales que tiene,” advirtió. “Al igual que ocurre con cualquier tecnología, siempre habrá centros que la adopten los primeros.”

El Dr. Weisz dijo que la curva de aprendizaje era “muy, muy corta.” Como los intervencionistas que serán los que, en última instancia, utilizarán este sistema robótico ya conocen la anatomía y los dispositivos implicados, sólo necesitan “cogerle el tranquillo,” dijo, en clara alusión a los datos que se presentarán el próximo mes de octubre del presente año en el simposio científico de Terapéutica Cardiovascular Transcatéter que se celebrará en Miami (Florida), y que revelan que los operadores ya adquieren competencia tras realizar, sólo, 3 intervenciones.

Aunque admitió haber sido escéptico sobre las PCI robóticas en el pasado, el Dr. Morton J. Kern, de la Universidad de California en Irvine (California), dijo que probar un modelo demostrativo en el congreso de la SCAI, el pasado mes mayo, le convenció de que el sistema “era capaz de hacer lo que se decía que era capaz de hacer” a pesar del entorno artificial.

“No hubo nada que no me gustara pero no me convencí hasta que me puse a trabajar con este sistema,” añadió. Para intervenciones complejas, no obstante, “No sé lo capaz ni preparado que me sentiré ni lo fácil que será usar este dispositivo.” De ahí que el Dr. Kern dijera que es necesario llevar a cabo más estudios que analicen casos complejos tratados con este sistema robótico a fin de determinar la seguridad clínica en la práctica diaria.

Debido al alto coste y a la limitada experiencia, a nivel nacional, con este nuevo dispositivo, el Dr. Kern dijo no saber en qué grado se podrá integrar este sistema en la práctica diaria, al menos, inicialmente. Además, los beneficios del CorPath200 para el operador sólo se observan en el plano de la protección a la radiación, dijo, añadiendo que la principal pregunta es, “¿a qué precio es rentable la protección a la radiación?”

“Por ejemplo, para una simple angioplastia, el coste podría ser alto. Pero, una vez más, es una enorme inversión sólo para que no le duela la espalda al operador,” dijo el Dr. Kern. “Así que quizá despegue o quizá no. Es una oportunidad ante la que el mercado tendrá que expresarse al respecto.”

Todo se reduje a lo que es rentable para los hospitales, concluyó el Dr. Kern. La inversión podría ser rentable en centros con muchos volúmenes de pacientes, dijo, pero no en operadores que sólo realizan unos cuantos casos a la semana.

Los Riesgos Laborales No deben Tomarse a la Ligera

En cualquier caso, los riesgos laborales son un tema más serio de lo que parece, dijo el Dr. Weisz. “Tenemos evidencias de que tras 20 años de práctica, el 60% de los cardiólogos intervencionistas padecen fuertes dolores de espalda que hoy se pasan por alto,” dijo, añadiendo que las cataratas y los tumores cerebrales son, también, un problema que debemos tener en consideración.

El Dr. Weisz dijo que su centro pretende adquirir esta tecnología y espera aplicarla a su práctica diaria. “Cuando acaba cada jornada, me duele la espalda, por eso sé que sentándome en la cabina intervencionista del sistema robótico CorParth 200 sin mi delantal de plomo protegiéndome de la radiación, me cansaría menos,” concluyó. “Si te cansas menos, te sientes mejor, te duele menos la espalda y rindes más con tus pacientes.”

 


Fuente:
Corindus Vascular Robotics. FDA clears first robotic-assisted system for coronary artery disease stent procedures [press release]. http://www.corindus.com/Libraries/PR/Corindus_Press_Release_1.sflb.ashx. Published July 25, 2012. Accessed July 31, 2012.

 

Declaraciones:

  • El Dr. Weisz no declaró conflicto de interés económico alguno.
  • El Dr. Kern dijo ser asesor de St. Jude Medical y Volcano.

 

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