Un Documento de Consenso Actualiza los Estándares que deben Regir la Práctica en los Laboratorios de Cateterismo

Durante la pasada década, los laboratorios de cateterización cardíaca se han transformado en entornos muy sofisticados con dispositivos y opciones terapéuticas de última generación. Mientras los intervencionistas de hoy en día se van adaptando a cada vez más intervenciones cardíacas estructurales y periféricas vasculares, un nuevo documento de consenso elaborado por expertos intenta aclarar muchas cuestiones y preocupaciones que han ido saliendo a la palestra.

Este comunicado de consenso ha sido elaborado por un panel de expertos de la Fundación del Colegio Americano de Cardiología y la Sociedad para el Estudio de la Angiografía y las Intervenciones Cardiovasculares. Se publicó el pasado 8 de mayo de 2012, previo a su edición impresa en el Journal of the American College of Cardiology y se publicará en un próximo número de la revista Catheterization and Cardiovascular Interventions.

El documento actualiza un anterior consenso de expertos, publicado en 2001, sobre los estándares que deben regir en un laboratorio de cateterismo cardíaco. En entrevista telefónica concedida a TCTMD, un miembro del comité redactor, el Dr. Jeffrey J. Cavendish, de Kaiser Permanente (San Diego, CA), dijo que aunque el documento recoge muchas cuestiones novedosas, otros asuntos no han cambiado mucho en la última década.

Lo Más Importante del Documento

Según el Dr. Cavendish, una de las secciones más oportunas del documento es la que se refiere a los laboratorios de cateterismo híbrido, que son salas operatorias que combinan las herramientas y equipos que normalmente nos encontramos en un laboratorio de cateterismo con la anestesia, las instalaciones quirúrgicas y la esterilidad de un quirófano. Los laboratorios híbridos están recomendados para intervenciones TAVR, aunque no son requisito indispensable.

“Esta sección puede ser un recurso interesante para todos aquellos intervencionistas que desean realizar intervenciones cardíacas estructurales más avanzadas,” dijo.

El comité revisa, en detalle, las consideraciones especiales del diseño, construcción y equipamiento del laboratorio.

“En resumen, un laboratorio híbrido requiere de una notable planificación y de una firme comprensión de cómo debe de utilizarse la sala antes de su construcción,” aseguran los autores. “Su doble función ofrece la oportunidad de ampliar las intervenciones que se realizan en el laboratorio de cateterismo. Entre sus rigurosos requisitos para que la empresa sea segura y exitosa está una relación de trabajo cooperativa con diferentes disciplinas.”

Estas son otras de las cuestiones que se abordan en este documento:

  • Cateterización cardíaca con o sin apoyo quirúrgico cardíaco en el sitio
  • Requisitos de formación para médicos que realicen procedimientos invasivos e intervencionistas
  • Resultados aceptables para los pacientes
  • Seguridad en la toma de imágenes así como en la emisión de radiaciones
  • Sistemas de archivo y almacenamiento digital
  • Avances en monitorización hemodinámica
  • Cuidado de pacientes que padecen enfermedad renal
  • Cateterización cardíaca pediátrica

En entrevista telefónica concedida a TCTMD, el Dr. Sorin J. Brener, de la Facultad de Medicina Weill Cornell (Nueva York, NY), felicitó al grupo de trabajo por sintetizar tanta información y extraer una referencia que los médicos pueden utilizar.

“Tener toda esta información recopilada en el mismo sitio es una herramienta impresionante,” dijo, añadiendo que además de servir de guía tanto a los directores como a los operadores del laboratorio de cateterismo, es útil para que los médicos cardiovasculares en prácticas sepan cuándo pueden iniciar una carrera en cardiología intervencionista.

Una Cuestión de Volumen

Otro asunto clave al que se refiere el documento es el referente a los volúmenes mínimos de casos como un indicador de la calidad del médico a la hora de realizar una cateterización cardíaca diagnóstica. El anterior documento que incluía los estándares que regían los laboratorios de cateterismo de 2001 proponía 150 casos al año como el nº mínimo de casos para estos centros, siendo el volumen mínimo anual por operador de 75 casos/año el estándar aceptado. No obstante, el Dr. Cavendish y su equipo creen que estas cifras son arbitrarias y no están avaladas por datos. En su lugar, el grupo de trabajo asegura que la clave para garantizar que los estudios sobre cateterización cardíaca sean apropiados y se lleven a cabo e interpreten de la manera correcta es un programa efectivo que garantice la calidad.

“Obviamente, la relación que existe entre el volumen y los resultados es compleja y se hacen evidentes muchos factores de confusión,” aseguran. “Los operadores que gestionan volúmenes bajos en laboratorios que gestionan volúmenes grandes suelen tener un mejor rendimiento. Para complicar aún más la cuestión, está el hecho de que muchos y competentes cardiólogos intervencionistas no realizan más de 75 intervenciones al año. Algunos cardiólogos realizan intervenciones coronarias percutáneas (PCI) principalmente cuando están de guardia y otros cuando están empezando o terminando sus carreras o bien en el punto álgido o en el declive de su práctica médica. Algunos realizan intervenciones en diferentes centros y los datos de estos pacientes suelen ser incompletos.”

Los autores añaden que los datos de las PCI primarias suelen ser difíciles de catalogar por los bajos volúmenes de casos que se gestionan. Recomiendan que todas las PCI primarias sean valoradas por el comité de garantía de calidad del centro, con independencia del volumen de casos que gestione el operador así como que los operadores que deseen participar en una PCI primaria deban asistir, primero, a dichass sesiones de revisión.

El Dr. Brener estuvo totalmente de acuerdo.

“Con respecto a este punto, son muchas las cuestiones que debemos abordar, tales como los nuevos dispositivos que son bastante difíciles de utilizar si uno no está familiarizado con ellos ya que no se realizan muchos procedimientos,” dijo. “Aunque para mí la parte más importante de la relación volumen/resultados es la que se refiere a la angioplastia primaria. En estos casos, cuando se trata de pacientes que están muy enfermos, es importantísimo ser un buen profesional. En última instancia, la solución pasa por sumar fuerzas de tal forma que si no realizas muchas intervenciones pero trabajas en un hospital que sí hace muchas, no haya ningún problema. Son aquellos que trabajan por su cuenta y se ocupan de 5 casos al año los que corren riesgos.”

El Dr. Cavendish dijo que se está elaborando otro documento adjunto que, se espera, se publique a finales de año, y que abordará la cuestión de los volúmenes mínimos de casos a realizar.

El Foco de Atención se centra en la Mejora de la Calidad

Este documento con los estándares que deben regir un laboratorio de cateterismo define los elementos más importantes del programa de mejora/garantía de la calidad, incluida la participación en una base de datos clínica a nivel nacional, el seguimiento de los indicadores de calidad específicos y la monitorización de la adecuidad y calidad del procedimiento. También asegura que las instituciones deberían recoger todos aquellos indicadores relacionados con los resultados, como por ejemplo, los siguientes:

  • Las complicaciones de cada médico
  • Los resultados del servicio (como por ejemplo, el abordaje, los tiempos puerta a intervención o las encuestas de satisfacción)
  • Los resultados finales

El documento asegura que todas las complicaciones más graves deben ser revisadas por el comité de garantía de la calidad, como mínimo, cada 6 meses y que “el director al cargo de la supervisión de la calidad deberá revisar y hacer seguimiento por escrito de las consecuencias derivadas de las actuaciones de todo operador que tenga índices de complicaciones por encima de los puntos de referencia para 2 intervalos consecutivos cada 6 meses.” También se recomienda que los operadores sean supervisados, al azar, al menos, una vez al año, y que asistan a conferencias sobre cateterización cardíaca y, como mínimo, a 12 hrs. de cursos de formación médica al año.

“Esta sigue siendo una cuestión importante para determinar cómo nos va en el laboratorio de cateterismo, reduciendo la morbididad, la mortalidad y las complicaciones que provocan efectos secundarios cardíacos,” concluyó el Dr. Cavendish. “Para mí este documento es importante no sólo porque mira más allá de lo que estamos haciendo hoy en día sino porque remarca lo que deberíamos de hacer para darles a nuestros pacientes la mejor asistencia médica posible.”

 


Fuente:
Bashore TM, Balter S, Barac A. American College of Cardiology Foundation/Society for Cardiovascular Angiography and Interventions expert consensus document on cardiac catheterization laboratory standards update. J Am Coll Cardiol. 2012;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • Los Dres. Cavendish y Brener no declararon conflicto de interés alguno.

 

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