Un Estudio Resalta las Diferencias de Género en el Riesgo Hemorrágico tras una PCI

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Las mujeres son las que más riesgo hemorrágico corren tras someterse a una intervención coronaria percutánea (PCI) en comparación con los hombres, según un estudio publicado en Internet el pasado 19 de marzo de 2013, previo a su edición impresa en el Journal of the American College of Cardiology. El estudio también confirma la ya descrita “paradoja riesgo-tratamiento” según la cual los pacientes que más riesgo corren de sufrir hemorragias son, también, los menos propensos a recibir terapias de evitación hemorrágica, con independencia del género que tengan.

Investigadores dirigidos por la Dra. Stacie L. Daugherty, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado (Aurora, CO), analizaron el uso de las estrategias de evitación hemorrágica utilizando para ello el Registro CathPCI del Registro Nacional de Datos Cardiovasculares de 570.777 hombres y mujeres sometidos a PCI entre Julio de 2009 y marzo de 2011.

Estas estrategias de evitación hemorrágica incluyeron:

  • Al dispositivo de cierre vascular, únicamente
  • El uso de bivalirudina, solamente
  • Bivalirudina + dispositivo de cierre vascular
  • Abordaje radial, únicamente
  • Abordaje radial + bivalirudina

Más Mujeres de Alto Riesgo

El riesgo hemorrágico medio estimado fue mayor para las mujeres que para los hombres (8.0% frente al 4.0%; P < 0.01). Además, las mujeres fueron más propensas a ser catalogadas como pacientes de riesgo hemorrágico alto (54.1% frente al 23.3%) o intermediao (38.9% frente al 30.7%) que los hombres, si bien estos fueron mucho más propensos a ser catalogados como pacientes de riesgo bajo (46.0% frente al 7.0%; P < 0.01 para cada comparativa). En los modelos de resultados hemorrágicos ajustados, las mujeres fueron el doble de propensas a sufrir hemorragias que los hombres (CP-cociente de probabilidades 2.23, IC del 95%  2.17-2.30).

En total, el 7.8% de las mujeres y el 3.7% de los hombres sufrieron algún episodio hemorrágico tras la PCI (P < 0.01). Las transfusiones post-PCI y las caídas en los niveles de hemoglobina por encima de 3 g/dL fueron los principales desencadenantes de las hemorragias, tanto en hombres como en mujeres.

Las estrategias de evitación hemorrágica se utilizaron, con frecuencia, en mujeres y hombres (75.4% frente al 75.7%; P = 0.01). Cuando no se utilizaron, las mujeres fueron el doble de propensas que los hombres a sufrir hemorragias (12.5% frente al 6.2%; P < 0.01).

Comparadas con los hombres, las mujeres fueron más propensas a recibir bivalirudina (31.0% frente al 27.5%; P < 0.01) y menos propensas a ser intervenidas mediante abordaje radial (3.0% frente al 3.5%; P < 0.05) o a que les implantasen un dispositivo de cierre (16.4% frente al 18.6%; P < 0.01).

La interacción entre el género y la categoría de riesgo para recibir cualquier estrategia de evitación hemorrágia fue significativa, observándose las mayores diferencias de género en las estrategias de evitación hemorrágica entre las mujeres y hombres de mayor riesgo (71.4% frente al 63.9%). No se observó interacción alguna entre el género y las estrategias específicas de evitación hemorrágica salvo en el grupo sometido a abordaje radial + bivalirudina, donde el descenso del riesgo relativo fue mayor en las mujeres (P = 0.02 para la interacción).

Las estrategias de evitación hemorrágia de cualquier tipo se utilizaron con menor frecuencia en los hombres y mujeres de mayor riesgo hemorrágico comparado con aquellos en los terciles de riesgo más bajo (hombres: 63.9% alto frente a un 76.4% intermedio y un 81.2% bajo; mujeres: 71.4% alto frente a un 79.7% intermedio y un 82.4% bajo; P < 0.01 para ambas comparativas).

Las mujeres y los hombres experimentaron similares descensos ajustados del riesgo cuando se utilizó cualquier estrategia de evitación hemorrágica (CP 0.60 frente a 0.62). Ambos géneros tenían riesgos hemorrágicos absolutos más bajos con estas estrategias; no obstante, el descenso absoluto en el riesgo fue mayor en mujeres que en hombres (6.3% frente al 3.2%; P < 0.01).

‘La Punta del Iceberg’

“Muchos datos como estos han sido de naturaleza histórica por eso esta es una mirada mucho más contemporánea al panorama de las PCI y a los resultados de estas en mujeres,” dijo el coautor del estudio, Dr. Sunil V. Rao, del Instituto para la Investigación Clínica de la Universidad de Duke (Durham, Carolina del Norte), a TCTMD en entrevista telefónica.

El Dr. Rao añadió que los datos avalan lo dicho por otros estudios que aseguran que las estrategias de evitación hemorrágica aceptadas suelen infrautilizarse en mujeres lo que pone de relieve la necesidad que tienen los operadores de “ser más conscientes de los distintos subgrupos de pacientes que corren un mayor riesgo hemorrágico para intentar evitar esta ‘paradoja riesgo tratamiento’…curiosamente, los pacientes menos propensos a beneficiarse de una estrategia de evitación hemorrágica son los que más probabilidades tienen de recibir una de estas estrategias.”

Dijo que la formación de los operadores sobre el mayor riesgo hemorrágico de las mujeres es un facto clave a la hora de optimizar los resultados PCI aunque otro es saber, ante todo, por qué las mujeres corren un mayor riesgo hemorrágico que los hombres.

“La verdad es que no está nada claro,” continuó el Dr. Rao. “¿Metabolizan los fármacos de forma distinta?, ¿hay algo distinto en su estructura vascular que les predisponga a sufrir hemorragias? En cierto sentido, este estudio probablemente solo sea la punta de un enorme iceberg.”

Aunque el estudio no estuvo dotado de las herramientas necesarias para analizar diferencias de eficacia entre las distintas estrategias hemorrágicas, dijo, “a mí no me queda nada claro ni con este ni con otros estudios que estas estrategias sean todas iguales. Hemos visto algunas diferencias pero todavía hemos de llevar a cabo nuevas investigaciones que busque interacciones, sobre todo, entre algunas de estas terapias y el sitio de acceso. Por ejemplo, si usamos bivalirudina con abordajes radiales, ¿obtenemos el mismo beneficio que con el abordaje femoral?”

Algunas respuestas a estas preguntas podrían estar en el ensayo SAFE-PCI para Mujeres, actualmente en fase de desarrollo, y que está haciendo una comparativa entre PCI radiales y femorales en más de 3.000 mujeres.

 


Fuente:
Daugherty SL, Thompson LE, Kim S, et al. Patterns of use and comparative effectiveness of bleeding avoidance strategies in men and women following percutaneous coronary interventions: An observational study from the National Cardiovascular Data Registry. J Am Coll Cardiol. 2013;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • La Dra. Daugherty no declaró conflicto de interés alguno.
  • El Dr. Rao dijo haber sido consultor de Terumo y The Medicines Company.

 

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