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La angioplastia de la arteria pulmonar mejora tanto los síntomas subjetivos como la hemodinámica en un nivel tolerable en pacientes que padecen hipertensión pulmonar tromboembólica crónica, según un pequeño estudio publicado en Internet el pasado 6 de noviembre de 2012, previo a su edición impresa en Circulation: Cardiovascular Interventions. Aunque el procedimiento no produce ninguna mejora hemodinámica inmediata, sí se observa un efecto terapéutico mensurable tras varios meses.

El Dr. Toru Satoh, de la Facultad de Medicina de la Universidad Kyorin (Tokyo, Japón), y sus colegas analizaron a 29 pacientes con hipertensión pulmonar tromboembólica crónica que se sometieron a una angioplastia por presentar lesiones pulmonares, entre enero de 2009 y diciembre de 2011. Un paciente presentaba perforación del cableado como una complicación del procedimiento falleciendo 2 días más tarde. Los restantes 28 pacientes (media de edad, 61.9 años; el 78.6%, mujeres) fueron analizados inmediatamente después de someterse a la intervención y al cabo de 6 meses.

El Efecto que tiene la Intervención es Bueno aunque No Inmediato

Se realizaron un total de 51 intervenciones. No se observó ninguna mejora hemodinámica inmediatamente después de la intervención (tabla 1).

Tabla 1. Efectos Hemodinámicos Agudos

Al cabo de 6 meses, no obstante, sí se observaron mejorías con respecto a los valores basales en la clase funcional NYHA (P < 0.01) así como en los niveles de BNP en plasma (306 ± 271 pg/mL frente a 98 ± 197 pg/mL; P < 0.01).

Los parámetros hemodinámicos también mejoraron a los 6 meses de seguimiento. La presión arterial pulmonar descendió de 45.3 ± 9.8 mm Hg a 31.8 ± 10.0 mm Hg y el rendimiento cardíaco aumentó de 3.6 ± 1.2 L/min a 4.6 ± 1.7 L/min (P < 0.01 para ambos). Resultados que fueron consistentes en aquellos pacientes que mantuvieron su medicación original. Sin embargo, la comparativa de la hemodinámica entre los valores basales y el seguimiento en 4 pacientes que recibieron terapia dirigida aumentada confirmó solo una mejora en la presión arterial pulmonar media (P < 0.05).

En general, el edema pulmonar fue la principal complicación, ocurriendo tras 27 intervenciones (53%). Otras complicaciones fueron la disección de 1 de las arterias pulmonares diana justo después de la dilatación con balón y una fuga extravascular que siguió a la dilatación.

Muchas Ventajas

“El estudio demuestra que la angioplastia pulmonar es clínicamente efectiva para el tratamiento de la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica,” aseguran el Dr. Satoh y sus colegas.

Aun así, los autores reconocen que la intervención “no genera una efecto terapéutico inmediato” y que “se necesita cierta cantidad de tiempo tras la angioplastia antes de que el efecto terapéutico máximo sobre la capacidad funcional y la hemodinámica sean mensurables.”

Las principales ventajas de la angioplastia de la arteria pulmonar, advierten, son que puede tratar lesiones estrechas distales no accesibles por endoarterectomía pulmonar, que es menos invasiva y que no requiere anestesia. Además, el procedimiento, que se espera se extienda ampliamente, solo requiere una formación minima tanto a operadores como a centros con experiencia en el tratamiento de la hipertensión pulmonar y en la realización de intervenciones con catéteres.

Yendo un paso más allá, hará falta un estudio observacional más largo y extenso antes de poder confirmar los resultados, concluyen los autores.

Detalles del Estudio

Al principio, los pacientes tomaban los siguientes fármacos

• Bosentan (n = 14): 228 ± 47 mg
• Ambrisentan (n = 2): 7.5 ± 3.5 mg
• Sildenafil (n = 20): 55 ± 13 mg
• Tadalafil (n = 4): 30 ± 12 mg
• Beraprost oral (n = 5): 96 ± 33 µg
• Beraprost oral de liberación sostenida (n = 10): 312 ± 34 µg

Los fármacos de 22 pacientes (el 78.6%) siguieron siendo los mismos hasta llegado el momento de la última cateterización de seguimiento.

Delaraciones:

• El Dr. Satoh no declaró conflicto de interés económico alguno.