Un IMC Bajo Per Se Acarrea una Mala Supervivencia Después de Sufrir un IAM


Los pacientes que tienen un peso bajo cuando son hospitalizados tras sufrir un IAM corren un mayor riesgo de mortalidad que sus homólogos que tienen un peso normal, no pudiendo explicarse esta diferencia, solo, aludiendo a la caquexia o a la debilidad, según un nuevo estudio observacional.

El Mensaje. Un IMC Bajo Per Se Acarrea una Mala Supervivencia Después de Sufrir un IAM

Cabe destacar que el aparente impacto sobre la supervivencia se mantuvo 17 años después del ataque al corazón inicial.

La mayoría de estudios sobre la cuestión del índice de masa corporal (IMC) en este contexto han “enterrado” los sujetos con bajo peso entre todas las demás categorías, dijo la autor principal, Dra. Emily M. Bucholz (Hospital Infantil de Boston y Boston Medical Center, MA) a TCTMD. “En especial, los sujetos con bajo peso suelen pasarse por alto en los estudios ya que es un grupo que, comprensiblemente, tiene una mayor mortalidad, aunque nadie analiza, realmente, los factores que contribuyen a eso.”

La suposición habitual es que los pacientes presentan caquexia o debilidad, dijo. No obstante, a tenor de lo que indican los actuales hallazgos, advirtió Bucholz, ésta no parece ser la única explicación.

Bucholz, el autor principal Dr. Harlan M. Krumholz (Hospital Yale-New Haven, New Haven, CT), y la coautora Dra. Hannah A. Krumholz (Yale University, New Haven, CT), publicó los resultados en Internet el pasado 19 de abril de 2016 en PLOS Medicine.

Las Curvas se Separan Pronto

Para el estudio, Bucholz et al analizaron los datos de casi 58.000 pacientes fueron reunidos como parte del Proyecto Cardiovascular Cooperativo, un estudio de cohorte de beneficiarios de Medicare hospitalizados tras sufrir un IAM entre enero de 1994 y febrero de 1996. A nivel basal, el 9.8% presentaban bajo peso (IMC < 18.5 kg/m2) y el 90.2% tenían un peso normal (IMC ≥ 18.5 a < 25 kg/m2.

La tasa de mortalidad cruda fue mayor para los pacientes de bajo peso que para los de peso normal al cabo de 30 días (25.2% vs 16.4%), 1 año (51.3% vs 33.8%), 5 años (79.2% vs 59.4%) y 17 años (98.3% vs 94.0%; P < 0.001 para todos).

Tras realizar los correspondientes ajustes por las comorbilidades que se sabe provocan caquexia, tales como insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), ACV, cirrosis/enfermedad hepática, enfermedad renal crónica, infección por VIH o estado inmunodeprimido, cáncer, enfermedad de Alzheimer o demencia y otras patologías terminales, así como por los marcadores del estado nutricional y de la debilidad, los pacientes con bajo peso siguieron corriendo un mayo riesgo de muerte.

Tabla. Un IMC Bajo Per Se Acarrea una Mala Supervivencia Después de Sufrir un IAM

Un análisis aislado limitado a pacientes sin comorbilidades arrojó una mortalidad similar a los 30 días entre las distintas categorías de IMC pero siguió confirmando un mayor riesgo de muerte del 21% para el grupo de bajo peso frente al de peso normal al cabo de 17 años.

Al ser preguntado si los pacientes suelen mantenerse en la misma categoría de IMC durante tanto tiempo después de sufrir un IAM, Bucholz dijo que no hay muchos estudios que hayan investigado esta cuestión. No obstante los limitados datos que existen han “revelado que, a nivel universal, los pacientes, con independencia de la intervención que se les proponga, asesoramiento sobre el peso o sobre el ejercicio físico, no pasan de una categoría de IMC a otra,” dijo. “Así que hay poco que podamos hacer, al menos de momento, para ayudar a que los pacientes mantengan un peso más saludable.”

La durabilidad de la diferencia de mortalidad en el presente estudio llama la atención al analizar las curvas de supervivencia Kaplan-Meier, dijo. “Las curvas se separan…bastante drásticamente los primeros días,” advirtió Bucholz, que añadió que “el mayor riesgo de todos sobrevino durante los primeros 30 días hasta aproximadamente 1 año tras sufrir el IAM, pero entonces se ve la persistencia de este efecto a largo plazo.”

Lo cual, por supuesto, trae a colación la pregunta de qué podemos hacer para mitigar dicho efecto, dijo. Antes de diseñar una determinada intervención, dijo, hemos de saber más acerca de por qué los pacientes de bajo peso tienen una peor supervivencia.

¿Qué Podemos Hacer?

Comentando el estudio para TCTMD, el Dr. Carl “Chip” Lavie, del Centro Médico Ochsner (Nueva Orleans, LA), señaló que el estudio no entró a valorar la forma física ni la masa/fortaleza muscular. “La forma física influye enormemente en el pronóstico de casi cualquier patología, sobre todo de la enfermedad cardiovascular,” escribió en comunicación mantenida por email.

En este sentido, sugirió que tanto la nutrición como la forma física juegan un papel importante a la hora de ayudar a los pacientes de bajo peso. ““Aumentar la ingesta de calorías, proteínas y el ejercicio aeróbico para mejorar la condición física…ayudaría mucho,” dijo Lavie, al igual que dar formación en materia de resistencia así como una ingesta necesaria en la dieta para aumentar la masa muscular.

Bucholz reconoció que la forma física podría influir pero señaló que la naturaleza de la base de datos que, aunque fue “rica” se recopiló en el momento de la hospitalización. Los pacientes que habían sufrido, recientemente, un cuadro de IAM no pudieron someterse a ninguna prueba que determinase la composición de la grasa corporal ni la tolerancia al ejercicio físico tan poco tiempo después de sufrir dicho episodio, dijo. “Yo creo que sería un estudio fascinante si lo llevásemos a cabo, aunque probablemente no durante el período agudo que sucede a un IAM.”

La relación dosis-respuesta que suele observarse entre IMC y mortalidad, observándose el mayor riesgo de todos en el grupo de bajo peso y el más bajo de todos en la categoría de obesidad, implica que las posibles dianas para pacientes con un bajo IMC son el estado nutricional y ganar peso. “Así que si tenemos ingresados en el hospital a pacientes de bajo peso,” dijo Bucholz, merece la pena preguntarnos, “¿qué podemos hacer por ellos a nivel nutricional?, ¿y para aumentar sus suplementos calóricos mientras están hospitalizados¿, ¿y después del alta hospitalaria? La nutrición no es algo a lo que todo el mundo le preste atención en el tratamiento post-IAM.”

En lo que a la insuficiencia cardíaca se refiere, añadió, “varios agentes farmacéuticos parecen hacer aumentar el peso y también mejorar…la supervivencia.” Aunque estos agentes todavía hay que probarlos en poblaciones de pacientes que sufre IAM,” concluyó Bucholz.


Fuente:

  • Bucholz EM, Krumholz HA, Krumholz HM. Underweight, markers of cachexia, and mortality in acute myocardial infarction: a prospective cohort study of elderly Medicare beneficiaries. PLOS Med. 13(4):e1001998.

Declaraciones:

  • Bucholz y Harlan Krumholz dijeron haber recibido subvenciones del Instituto Nacional norteamericano del Corazón, del Pulmón y la Sangre
  • Krumholz también dijo haber suscrito acuerdos de investigación con Medtronic y Johnson & Johnson a través de la Universidad de Yale y trabajar con contrato con los Centros para los Servicios de Medicare & Medicaid para desarrollar y mantener indicadores del rendimiento y ser presidente de la junta asesora científica cardíaca de Health.
  • Ni Bucholz ni Hannah Krumholz declararon conflicto de interés alguno.
  • Lavie dijo ser autor del libro The Obesity Paradox.

Artículos Relacionados:

Caitlin E. Cox is News Editor of TCTMD and Associate Director, Editorial Content at the Cardiovascular Research Foundation. She produces the…

Read Full Bio

Comments