Un Sueño No Reparador se asocia a Patología Cerebrovascular en Ancianos


Un estudio de autopsia ha establecido un nexo entre la fragmentación del sueño y los indicadores cuantitativos de patología cerebrovascular en ancianos, si bien la dirección de esta relación sigue siendo un misterio.

 

Siguientes Pasos

Según los autores, “tenemos que seguir trabajando para aclarar si estas patologías son consecuencia o causa de la fragmentación del sueño, saber cuál es el papel que juegan factores contribuyentes específicos de la fragmentación del sueño (como por ejemplo, la apnea del sueño) así como los mecanismos biológicos subyacentes.”

“Aunque nos basamos, solo, en este estudio, no sabemos seguro que la fragmentación del sueño contribuya a daños en los vasos cerebrales y a la patología del infarto y no al revés, nuestros datos son consistentes con esta hipótesis y vienen a sumarse al creciente cuerpo de evidencias que sugiere que la calidad del sueño se asocia a lesiones cerebrales en ancianos,” dijo el autor del estudio, Dr. Andrew Lim, del Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook (Toronto, Canadá), a TCTMD en comunicación por email.

En una investigación anterior, su equipo ha revelado que la fragmentación del sueño se asocia a la demencia y al declive cognitivo durante la edad anciana, si bien este mecanismo no ha podido ser establecido. Como los datos experimentales han sugerido que un sueño no reparador acarreó una peor salud vascular, Lim y sus colegas analizaron la relación existente entre fragmentación del sueño y distintos tipos de lesión cerebral.

El estudio, que se publicó en Internet esta semana en Stroke, incluyó 315 sujetos fallecidos (media de edad en el momento de la muerte, 90.4 años; el 70% mujeres) que participaron en el Proyecto Rush sobre Memoria y Envejecimiento. La fragmentación del sueño calculada mediante una actigrafía se asoció a la severidad de la arterioesclerosis, ateroesclerosis y angiopatía amiloide cerebral así como al número de infartos patológicos macro y microscópicos valorados mediante una autopsia cerebral estructurada. En líneas generales, el 61% de los fallecidos presentaban, al menos, una patología vascular de carácter entre moderado y severo.

Una desviación estándar 1 en la fragmentación del sueño se asoció a más arteriosclersosis severa (CP-cociente de probabilidades 1.27; IC del 95% 1.02-1.59) y a más infartos macroscópicos subcorticales (CP 1.31; ; IC del 95% 1.01-1.68). Ambas relaciones fueron independientes de los posibles factores de confusión, incluidos los factores de riesgo cardiovascular establecidos y las comorbilidades.

La interrupción del sueño no se asoció a la severidad de la aterosclerosis, a la angiopatía amiloide ni a otros tipos de infarto o ACV clínicamente evidentes.

Los Posibles Mecanismos No Terminan de Estar Claros

Hay tres posibles explicaciones para estos hallazgos, según los autores: la patología cerebrovascular provoca la fragmentación del sueño, la interrupción del sueño provoca lesiones cerebrales o bien una variable no medida predispone a ambas.

Rebatiendo la primera posibilidad está el hecho de que “tanto el hipotálamo como otros centros del sueño representan un volumen diminuto del cerebro y que el infarto hipotalámico es raro por su rico aporte sanguíneo,” explican los autores. “Además, aunque los sujetos que cursan síntomas de ACV clínicos deberían de ser los más propensos a presentar fragmentación del sueño inducida por el ACV, estas relaciones fueron independientes de los ACV evidentes a nivel clínico.”

A favor de la posibilidad de que la fragmentación del sueño provoque lesiones cerebrales, “otras formas de interrupción del sueño se asocian a factores de riesgo fisiológico para la patología cerebrovascular, incluida la hipertensión diurna y nocturna y el procesamiento anómalo de la glucosa, entre otros…” explican.

“Tenemos que seguir trabajando para aclarar si estas patologías son consecuencia o causa de la fragmentación del sueño, saber cuál es el papel que juegan factores contribuyentes específicos de la fragmentación del sueño (como por ejemplo, la apnea del sueño) así como los mecanismos biológicos subyacentes,” concluyen.


Fuente: 
Lim ASP, Yu L, Schneider JA, et al. Sleep fragmentation, cerebral arteriolosclerosis, and brain infarct pathology in community-dwelling older people. Stroke. 2016;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Este estudio está financiado por los Institutos canadienses de Investigación Sanitaria, la Fundación del Corazón y los ACV de Ontario y los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.
  • Lim no declaró conflicto de interés alguno.

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