Una Actitud Positiva Post-SCA se Traduce en Menos Rehospitalizaciones a los 6 Meses


Los pacientes que dicen sentirse optimistas poco después de sufrir un cuadro de SCA (síndrome coronario agudo) son más activos, físicamente, y tiene menos rehospitalizaciones cardíacas a los 6 meses, tal y como sugiere un estudio. Estos mismos beneficios no son de aplicación a pacientes que dicen sentir gratitud, tal y como aseguraron hoy en Internet los investigadores en Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes.

Según el investigador Dr. Jeff C. Huffman, un psiquiatra del Hospital General de Massachusetts (Boston, MA), “estas relaciones estuvieron por encima y más allá de los predictores tradicionales de salud, recuperación y rehospitalización.” Además, el hecho de que el optimismo se asoció a la actividad al margen de otros factores basales sugiere que “aquí parece estar sucediendo algo distinto e importante,” dijo a TCTMD en comunicación mantenida por email.

 

Siguientes Pasos

Según los investigadores, todavía está por ver si pueden utilizarse estrategias específicas para fomentar el optimismo en pacientes cardiópatas y si estas intervenciones mejoran, de hecho, los resultados clínicos.

No obstante, los hallazgos han de reproducirse en un estudio más extenso a largo plazo, subrayó, añadiendo “Todavía no sabemos si cultivar activamente el optimismo es posible, y caso de ser serlo, si mejora la salud cardíaca.”

Para el estudio de un único centro GRACE (Investigación de la Gratitud en Episodios Coronarios Agudos), Huffman y sus colegas estudiaron a 164 pacientes (media de edad 61.5 años; el 84% varones) sometidos a valoración basal a las 2 semanas de haber sido hospitalizados por un cuadro de SCA. De estos, 156 completaron el seguimiento de 6 meses de duración.

El optimismo, calculado utilizando el Test Revisado de Orientación Vital de 6 Ítems, se asoció a un mayor número de pasos diarios (β = 102.5; IC del 95% 13.6-191.5; P= .024) así como a un menor riesgo de rehospitalización cardíaca no electiva a los 6 meses (CRI-cociente de riesgos instantáneos 0.92; IC del 95% 0.86-0.98; P = .006), incluso cuando los resultados se ajustaron por la actividad basal, los factores sociodemográficos y médicos, la depresión comórbida y la ansiedad. No obstante, el optimismo no influyó en los niveles a 6 meses de biomarcadores cardíacos incluida la proteína C reactiva de alta sensibilidad y NT-proBNP, entre otros.

La gratitud, valorada mediante el Cuestionario de Gratitud-6, parece que no tuvo efecto alguno sobre los resultados a 6 meses.

Los Pacientes siguen los Apuntes que les dan sus Cardiólogos

“El estrés y la depresión en pacientes cardíacos ha sido siempre un punto importante en cardiología, sin embargo…fomentar el optimismo podría ser solo tan importante a la hora de prosperar tras sufrir un episodio cardíaco grave,” advirtió Huffman.

Los cardiólogos “han sido sorprendentemente receptivos,” a esta línea de investigación, dijo. “Según mi propia experiencia, los cardiólogos son conscientes del papel que juegan el estrés y el estado de ánimo en la salud de sus pacientes y se han mostrado interesados en investigar esta idea tan revolucionaria analizando los efectos que tiene el pensamiento positivo y las emociones en lugar de centrarse, solo, en ‘evitar’ el estrés o la tristeza.”

Huffman advirtió que a menudo los pacientes “siguen los apuntes que les dan sus cardiólogos sobre cuánta esperanza han de tener y cómo han de sentirse.”

Esta cuestión ha de circunscribirse apropiadamente dentro del siguiente marco: “Este ataque al corazón que ha sufrido no es el final de su vida sino el principio de una nueva vida, en la que usted se cuida más y en la que su salud es su prioridad, algo que cuando la gente pone en práctica, es cuando empieza a prosperar.”

Este abordaje manda dos mensajes,” explicó Huffman. En primer lugar, da esperanza a la gente, jugando un papel activo en su recuperación y en segundo lugar, al “estar la gente motivada, comprometida y ser consistente, realmente se operan cambios tanto en su salud como en su pronóstico.”

Tal y como advierten los investigadores en su estudio, no todos los estados psicológicos tienen el mismo peso específico. El optimismo, dicen, “se centra en expectativas futuras” y se “basa más en la acción, un sentimiento de que uno puede hacer algo para alcanzar un objetivo, lo cual puede fomentar cambios beneficiosos en el estado de salud.” En cambio, la gratitud se basa en personas que experimentan sentimientos “de bienestar cuando rememoran experiencias presentes y pasadas.”

Además, todavía está por ver si pueden utilizarse estrategias específicas para fomentar el optimismo en pacientes cardiópatas y si estas intervenciones mejoran, de hecho, los resultados clínicos, concluyn.

 


Fuente:
Huffman JC, Beale EE, Celano CM, et al. Effects of optimism and gratitude on physical activity, biomarkers, and readmissions after an acute coronary syndrome: the Gratitude Research in Acute Coronary Events study. Circ Cardiovasc Qual Outcomes. 2015;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • Este estudio viene avalado por el Proyecto Expandir la Ciencia y Práctica de la Gratitud dirigido por le Centro de Ciencia para un Bien Mayor de la Universidad de Berkeley en colaboración con UC David y con financiación de la Fundación John Templeton y de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. Tanto el Programa Catalizador de Harvard como Singulex Corporation ofrecieron su colaboración en el análisis con biomarcadores.
  • Huffman no declaró conflicto de interés alguno.

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Caitlin E. Cox is News Editor of TCTMD and Associate Director, Editorial Content at the Cardiovascular Research Foundation. She produces the…

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