Una Encuesta Revela que, en EE.UU., la Formación Intervencionista Estructural está en su ‘Más Tierna Infancia’

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Ni un solo programa de becas de investigación de EE.UU. ofrece la suficiente formación en materia intervencionista en cada una de las 15 intervenciones estructurales avanzados como para alcanzar una competencia y habilidad mínima a este respecto. Este es sólo uno de los hallazgos que ha hecho una encuesta publicada en Internet el pasado 20 de julio de 2012, previo a su edición impresa en Catheterization and Cardiovascular Interventions y que refleja el inconexo estado de evolución los actuales programas de formación en EE.UU. en el campo de las cardiopatías estructurales.

El Dr. Konstantinos Marmagkiolis, del Hospital William Beaumont (Royal Oak, MI), y sus colegas enviaron una encuesta en nombre de la Sociedad para el Estudio de la

Angiografía y las Intervenciones Cardiovasculares (SCAI) a los 137 directores del programa intervencionista de becas de formación de centros acreditados por la Consejo de Acreditación para la Formación Médica Graduada (ACGME). La encuesta pretendía obtener información sobre la calidad y cantidad de la formación en el campo de las cardiopatías estructurales. Cincuenta (36.5%) centros respondieron a dicha encuesta, de los cuales la mayoría (casi el 86%) realizan tratamientos percutáneos de cardiopatías estructurales.

Los Programas y las Opiniones revelan la Enorme Variación Existente

Nueve (29%) ofrecen un programa de formación en intervenciones estructurales de 1 año de duración tras completar la formación en cardiología intervencionista y 16 (el51.6%) integran las intervenciones estructurales con formación coronaria y periférica dentro de la beca formal de investigación. Reflejando la diversidad de opiniones existente en torno a esta formación, más de la mitad de los directores del programa (el 58.6%) creen que incorporar formación estructural durante el primer año de un programa de formación en cardiología intervencionista es insuficiente y casi 1/3 de los directores del programa creen que un programa estructural dedicado le resta valor al programa general.

Más de 1/3 parte de la formación estructural (39.3%) se alcanza asignando casos a lo largo del año y ¼ parte (el 25%) a través de conferencias y cursos especializados. La encuesta también pidió a los directores del programa que dieran sus opiniones sobre el número mínimo de intervenciones anuales necesarias para alcanzar cierta competencia en 15 importantes intervenciones estructurales y luego hizo una comparativa con el número actual de intervenciones realizadas (gráfico 1).

Gráfico 1. Procedimientos Intervencionistas llevados a cabo en Programas Estructurales de Formacióna

Intervención

Número Medio realizado por Año

Número Medio realizado por Año por Competencia

Ecocardiografía Intracardíaca (ICE)

32

24

Cierre del FOP

30

15

Punción Transeptal

23

23

Valvuloplastia Aórtica con Balón (VAB)

21

14

Cierre del DSA

18

17

TAVR

14

20

Valvuloplastria Mitral con Balón

8

16

Cierre de Fuga Perivalvular

5

14

Valvuloplastia Pulmonar con Balón

4

10

Oclusión del Ductus Arterioso Permeable

4

10

MitraClip

2

17

Cierre del AAI

2

16

Cierre del DSV

2

12

Retorno Venoso Pulmonar Anómalo Total

2

14

Oclusión de Fístula Coronaria

2

8

a Todas las cifras son orientativas.

Abreviaturas: FOP: foramen oval permeable; DSA: Defecto septal auricular; AAI: Apéndice auricular izquierdo; DSV: Defecto septal ventricular

El número medio de intervenciones realizadas fue más alto que el que los directores del programa creían sería necesario para sólo 4 intervenciones (ICE, VAB y cierre del FOP y del DSA), aunque sólo 5 de los centros que respondieron a la encuesta realizaron un número suficiente de 10 de estas 15 intervenciones. En total, ni un solo centro ofrece un volumen suficiente en todos los 15 tipos de intervenciones estructurales avanzadas por año.

También se entró a valorar la financiación, que reflejó un marco de trabajo inconsistente con opiniones muy diversas. En la actualidad, la mitad de los programas estructurales (n = 17) se financian dentro del programa intervencionista existente del ACGME como parte integral del programa total de becas de formación y la mitad se financia gracias a subvenciones (privadas, instituciones, de la SCAI o de la propia industria). Más de la mitad (el 60%) de los directores del programa creen que el gobierno debería de financiar programas estructurales de becas de formación y un 43% cree que la industria debería hacer alguna aportación a este respecto. Otras fuentes de financiación propuestas son los Hospitales de la Administración de Veteranos, aportaciones de hospitales privados, de sociedades médicas y filantropía.

“Resulta evidente que la formación en intervenciones estructurales está en su más tierna infancia salvo en unos cuantos centros de EE.UU.,” concluyen los autores. “La mayoría de los programas de formación en cardiología intervencionista incorporan algún tipo de intervención estructural pero sólo algunos ofrecen un programa de formación dedicado a las cardiopatías estructurales.”

Muchos Dispositivos Esperan la Aprobación de la FDA

En entrevista telefónica concedida a TCTMD, el coautor del estudio, Dr. Mehmet Cilingiroglu, MD, del Centro Médico e Instituto Cardiovascular de la Universidad de Pittsburgh (Pittsburgh, PA), advirtió que los resultados de esta encuesta no fueron especialmente sorprendentes. “Algunas de estas tecnologías siguen formando parte de ensayos de la FDA, en EE.UU., y todavía están pendientes de aprobación, como por ejemplo MitraClip,” dijo. “Cada mes se despliegan 100 clips en Europa pero nosotros, en EE.UU., no llegamos a esta cifra porque estamos todavía en la fase de ensayo.”

Añadió que los centros de EE.UU. se diferencian unos de otros dependiendo del nivel de aptitud y habilidad. “¿Podemos llamar a un centro que sólo realiza cierres del FOP o del DSA pero que no tiene experiencia en TAVR, ‘centro de intervenciones cardíacas estructurales’ ?” preguntó el Dr. Cilingiroglu. “El debate sigue abierto.”

El Dr. Robert J. Sommer, del Centro Médico de la Universidad de Columbia (Nueva York, NY) coincidió en señalar que este campo está, todavía, en fase incipiente. En comunicación por email mantenida con TCTMD, advirtió que “la mayoría de centros están aprendiendo a realizar intervenciones a través de colegas y congresos. Lo cierto es que hay pocos programas de formación, muchos de los cuales sólo dan formación en determinadas intervenciones. Para la mayoría de intervenciones, no hay un estándar de formación salvo en determinadas intervenciones indicadas por las compañías fabricantes de dispositivos.”

Según el Dr. Cilingiroglu, todavía se debate sobre cuáles son los estándares adecuados para una adecuada formación intervencionista estructural. “¿De verdad hace falta un año de formación dedicada tras un número x de años ya dedicados a formarse como cardiólogo intervencionista?” preguntó. “Algunos creen que esto es estrictamente necesario, que solo unas cuantas TAVR y someterse a supervisión no basta para poder realizar una intervención con clips, una intervención completamente distinta. Otros creen que estos conocimientos y habilidades pueden transmitirse durante la propia beca de formación en cardiología intervencionista.”

La Opción Europea

“Es difícil diseñar un año estructural dedicado ya que estas intervenciones (salvo el cierre del FOP y del DSA) son infrecuentes e impredecibles,” advirtió el Dr. Sommer. “Sería difícil diseñar los criterios para la formación igual que es difícil garantizar que, durante el año, se verá un número mínimo de cada tipo de caso. De ahí que exponer al mayor número de personas posible al pequeño número de intervenciones parece una mejor estrategia formativa.”

Marcharse a Europa una temporada podría también ser una posibilidad a tener en cuenta. “Muchos prefieren la formación que se da en Europa,” dijo el Dr. Cilingiroglu. “Se realizan muchas más intervenciones porque los dispositivos ya han sido aprobados por la Unión Europea. En Europa, en 3-6 meses se adquiere la formación que en EE.UU. cuesta adquirir casi un año enterno.” Aseguró que la SCAI pretende llevar la encuesta a Europa y Canadá a fin de identificar a aquellos centros dispuestos a aceptar colegas estadounidenses para formarles en intervenciones estructurales.

El Dr. Sommer dudó de si esta táctica sería viable como abordaje general. “En Europa la formación sería excelente para unas intervenciones (como por ejemplo el AAI), si bien la impredecibilidad de otras limita esta estrategia,” dijo. “Hasta que no se aprueben los dispositivos, la mayoría seguirá necesitando aprendizaje sobre la marcha tal y como ocurre hoy en día.”

La financiación, en cambio, sigue siendo “el tema estrella del debate,” subrayó el Dr. Cilingiroglu. “Hoy en día, en EE.UU., los programas intervencionistas están cofinanciados por el gobierno y la SCAI así como por subvenciones ilimitadas en educación,” concluyó. “Pero ¿quién va a financiar las becas de formación estructural dedicadas? Este es el reto más acuciante al que nos enfrentamos en la actualidad.”

 


Fuente:
Marmagkiolis K, Hakeem A, Cilingiroglu M, et al. The Society for Cardiovascular Angiography and Interventions structural heart disease early career task force survey results: Endorsed by the Society for Cardiovascular Angiography and Interventions. Catheter Cardiovasc Interv. 2012:Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • Los Dres. Marmagkiolis, Cilingiroglu y Sommer no declararon conflicto de interés económico alguno.

 

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