Una Nueva Válvula Ajustable arroja Buenos Resultados TAVR en la 1ª Experiencia en Humanos

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Una nueva válvula cardíaca transcatéter reposicionable ha arrojado resultados positivos a corto plazo en la primera experiencia llevada a cabo en humanos, según los hallazgos descritos en Internet el pasado 30 de mayo de 2012, previo a su edición impresa en el Journal of the American College of Cardiology. La capacidad de recapturar y reposicionar la válvula podría ayudar a reducir la regurgitación paravalvular así como otras complicaciones inherentes a la sustitución de la válvula aórtica mediante técnicas transcatéter (TAVR).

Investigadores dirigidos por el Dr. John G. Webb, del Hospital St. Paul (Vancouver, Canadá), implantaron la prótesis aórtica Portico (St. Jude Medical, Minneapolis, MN) mediante abordaje transfemoral en 10 pacientes con estenosis aórtica severa en 2 centros canadienses, entre junio y septiembre de 2011. La válvula Portico consiste en un marco auto-expandible de nitinol y un manguito porcino para el sellado pericárdico. Incorpora mecanismos para desenvainar y liberar la válvular usando una ruedecilla rotadora rotación, lo que permite el reposicionamiento, así como la posibilidad de volver a desplegar y retirar la válvula.

Los autores dicen que todos estos ajustes son muy bienvenidos cuando el implante inicial es subóptimo.

Éxito en la Liberación, con Algunos Ajustes

La liberación, despliegue y retirada del sistema de liberación así como el cierre vascular percutáneo tuvieron éxito en todos los casos, si bien el posicionamiento inicial de la válvula expandida fue subóptimo en 4 pacientes. En cada caso, la válvula se recapturó y reposicionó con facilidad sin necesidad de tener que retirar el sistema de la raíz aórtica.

El gradiente transaórtico descendió pasando de 44.9 ± 16.7 mm Hg a 10.7 ± 4.5 mm Hg en el momento del alta hospitalaria (P < 0.001) y el área de la válvula aórtica aumentó pasando de 0.6 ± 0.1 cm2 a 1.4 ± 0.2 cm2 (P < 0.001). La regurgitación paravalvular calculada mediante ecocardiografía transtorácica en el momento del alta hospitalaria fue prácticamente insignificante en 4 pacientes (40%), de carácter leve en 5 (50%) y de carácter moderado en 1 paciente (10%).

Un paciente experimentó una fuga paravalvular de carácter moderado con una válvula que parece que se posicionó un poco baja. Se tiró, entonces, de la válvula unos cuantos milímetros usando entre 1 y 3 válvulas de retención . La regurgitación paravalvular pasó, entonces, a ser de carácter leve desapareciendo toda regurgitación transvalvular.

Los Resultados a los 30 Días son Alentadores

Al cabo de 30 días no se observó ningún episodio de muerte, IM, hemorragia grave o leve así como tampoco ninguna complicación a nivel vascular. Hubo un ACV de carácter leve y 1 complicación vascular (hematoma). Por otro lado, señalar que el procedimiento tuvo que repetirse 1 vez por una disfunción propia de la válvula. Sobrevino un bloqueo de rama izquierda, de nueva aparición, en 2 pacientes si bien ningún paciente sin marcapasos pre-existente (n = 9) precisó la inserción de un marcapasos permanente.

Al cabo de 30 días, la clase funcional según la NYHA fue clase I en 6 pacientes (75%) y clase II en 4 (25%). El gradiente medio transaórtico en la ecocardiografía fue 10.9 ± 3.8 mm Hg (P < 0.001 frente a los valores basales) y el área media de la válvula aórtica de 1.3 ± 0.2 cm2 (P < 0.001 frente a los valores basales). No hubo que rehospitalizar a ningún paciente.

Los investigadores advierten que el gradiente medio transaórtico es comparable al de otras válvulas aórticas transcatéter y el área media estimada del orificio es, en realidad, más pequeña de lo que se ha descrito a nivel general. No obstante, el dispositivo de 23 mm está diseñado para pacientes con un diámetro anular pequeño, de entre 18 mm y 21 mm.

Además, gracias a las características de la nueva válvula, el reposicionamiento se completó con éxito en 4 pacientes. “La capacidad de reposicionar la válvula podría resultar útil para reducir la problemática probabilidad de regurgitación paravalvular, obstrucción coronaria, interferencia mitral y bloqueo aurículoventricular,” aseguran los investigadores.

Además, tanto la expansión total como la excentricidad residual de la válvula “parece que fueron similares a las del dispositivo auto-expandible CoreValve,” aseguran.

En líneas generales, a pesar de que la experiencia se llevó a cabo con pocos pacientes, “los resultados clínicos y ecocardiográficos son alentadores,” concluyen el Dr. Webb y su equipo. “Nuevas investigaciones están plenamente justificadas.”

 


Fuente:
Willson AB, Rodès-Cabau J, Wood DA, et al.
Transcatheter aortic valve replacement with the St. Jude Medical Portico valve: First-in-human experience. J Am Coll Cardiol. 2012;Epub ahead of print.

Declaraciones:

  • El Dr. Webb dijo ser asesor del St. Jude Medical.

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