Una Prueba Temprana de Esfuerzo Físico tras una PCI Primaria resulta Simple, Segura y Económica

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La prueba de esfuerzo físico realizada una semana después de someterse a una intervención coronaria percutánea (PCI) primaria parece segura y podría ser un método simple y económico para valorar tanto el pronóstico como la funcionalidad, tal y como se desprende de un estudio prospectivo realizado en Australia. Los resultados se publicaron en Internet el pasado 1 de mayo de 2012, previo a su edición impresa en el European Heart Journal: Acute Cardiovascular Care.

Los informes anecdóticos y los estudios de caso han indicado que realizar la prueba de esfuerzo físico poco después de someterse a una PCI podría acarrear un riesgo de trombosis del stent, aunque faltan datos de mayor peso que lo confirmen.

Para examinar con detalle esta cuestión, un grupo dirigido por el Dr. Ajita Kanthan, del Hospital Westmead (Australia), inscribió a 689 pacientes que se sometieron a una PCI primaria y luego fueron incluidos en un programa de rehabilitación cardíaca. De estos pacientes, 230 se sometieron a una prueba de esfuerzo en una cinta andadora limitada por síntomas y signos y supervisada por personal de enfermería 7 días después de someterse a una PCI, mientras los 443 pacientes restantes se sometieron a una prueba de esfuerzo diferida en una fecha posterior; 16 pacientes no se sometieron a prueba de esfuerzo alguna por limitaciones en la movilidad.

Ausencia de Efectos Secundarios

Todos los pacientes recibieron aspirina y clopidogrel en el momento de la prueba. El grupo de la prueba temprana arrojó índices más bajos de tratamiento con abciximab, menor número de pacientes con más de 1 válvula con stent, menor longitud total del stent y menor número de pacientes con stent liberador de fármacos.

Hubo más pruebas de esfuerzo positivas en el grupo de la prueba temprana que en el grupo de la prueba diferida. Sin embargo, el punto final, un compuesto de muerte, de infarto de miocardio (IM), y de episodios cardiovasculares adversos graves (MACE) durante la prueba o 24 horas después de la misma, no se dio en ningún paciente de ningún grupo (gráfico 1).

Gráfico 1. Prueba Precoz de Esfuerzo Físico tras PCI

 

Prueba Temprana
(≤ 7 días)
(n = 230)

Prueba Diferida
(> 7 días)
(n = 443)

Valor P

Punto Final Compuesto al cabo de 1 Añoa

0

0

No Disponible

Tiempo transcurrido hasta la Prueba de esfuerzo físico

4,9 días

21,4 días

< 0,01

Prueba de Esfuerzo Positiva

12,2%

5,6%

< 0,01

a Muerte, IM y MACE.

La razón más común para interrumpir la prueba de esfuerzo fue la disnea (58%), seguida de la fatiga (24%), la angina (9%) y un descenso de la tensión sistólica de, al menos, 20 mm Hg (1,3%).

Según los autores del estudio, la prueba temprana de esfuerzo físico tiene varias ventajas.

En primer lugar, podría incorporarse a un protocolo de estratificación por riesgos para determinar la idoneidad para que el paciente regrese, pronto, a sus actividades cotidianas,” aseguraron en el estudio. “En segundo lugar, logra identificar a aquellos pacientes que tienen un peor pronóstico.” También posibilitaría una evaluación temprana de la importancia funcional de la enfermedad de las arterias coronarias (EAC) residual, según planetó el Dr. Kanthan en un intercambio de e-mails con TCTMD.

Riesgo Potencial y Pocas Ventajas

No obstante, aún contando sólo con pruebas anecdóticas, algunos expertos se muestran reacios debido a los posibles riesgos que supone realizar una prueba de estas características cuando ha transcurrido tan poco tiempo desde la PCI.

El Dr. Ajay J. Kirtane del Centro Médico de la Universidad de Columbia (Nueva York), indicó en una entrevista telefónica concedida a TCTMD que aunque el estudio es interesante a nivel académico, probablemente no vaya a afectar demasiado a la práctica clínica.

“Aunque han demostrado que para ellos la prueba sí ha resultado segura, creo que va a haber reticencias ya que no queremos que este único caso se nos dé a nosotros, aunque la proporción sea de 1 entre 500 o 1 entre 1.000,” dijo. “Nadie desea correr este riesgo, sobre todo teniendo en cuenta que tampoco se obtienen muchas ventajas de realizar a prueba de esfuerzo 7 días después de una PCI.”

El Dr. Kirtane reconoció que podría ser una ventaja para determinar rápidamente la importancia de la enfermedad residual en los vasos sin tratar así como para programar, también más rápidamente, la rehabilitación cardíaca. No obstante, aumentar el uso de la reserva de flujo fraccional (FFR) podría restarle relevancia a dicha prueba. “Si se realiza una FFR en el laboratorio de cateterismo ya no es necesario realizar una prueba de esfuerzo,” dijo el doctor.

El Dr. Kirtane añadió que los facultativos suelen esperan al menos 6 semanas desde la PCI para realizar la prueba de esfuerzo, aunque cada vez preocupa más la sobredosis de este tipo de pruebas. Hay sociedades profesionales, señaló, que están elaborando directrices que no recomiendan, bajo ningún concepto, la realización de pruebas de esfuerzo, ni siquiera 1 año después de la PCI.

“Lo cual limitará la aplicabilidad, en EE.UU., de estudios como el que nos ocupa,” concluyó. “Si bien ahora, si tenemos que realizar una prueba precoz de esfuerzo, estamos algo más tranquilos ya que sabemos que es segura.”

 


Fuente:
Kanthan A, Tan TC, Zecchin RP, et al. Early exercise stress testing is safe after primary percutaneous coronary intervention. Eur Heart J Acute Cardio Care. 2012;Epub ahead of print.

 

Declaraciones:

  • Los Drs. Kanthan y Kirtane no declararon conflicto de interés económico alguno.

 

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