Sin Sincronía: Los Monitores de Actividad No Marcan lo Mismo Cuando Miden la Frecuencia Cardíaca


Los monitores de actividad de muñeca son más populares que nunca pero, ¿hasta qué punto miden tu frecuencia cardíaca? Aparentemente no tan bien, según un nuevo estudio que halló importantes variaciones entre modelos conocidos de venta en el mercado.

Para algunas personas, estas lecturas inexactas de la frecuencia cardíaca pueden provocar ansiedad innecesaria y visitas al médico, tal y como aseguró el autor principal Dr. Marc Gillinov (Cleveland Clinic, Cleveland, OH) a TCTMD.

“Vemos a muchos pacientes cardíacos que llevan estos dispositivos y muchos de ellos refieren lecturas erróneas que les preocupan,” dijo. “Intentamos analizar los datos validando estos monitores llevables o ponibles y nos dimos cuenta que casi ninguno era preciso.”

Dirigido por su colega de Cleveland Clinic, el Dr. Robert Wang, los investigadores realizaron su propio estudio comparando monitores de actividad con monitores ECG (electrocardiograma) estándar de muñeca y cinta torácica en 50 adultos sanos. Los cuatro modelos estudiados fueron: Apple Watch (Apple), Mio Fuse (Mio Global), Fitbit Charge HR (Fitbit) y el ahora difunto Basis Peak (Basis). Se hizo una valoración de la frecuencia cardíaca de los voluntarios mientras hacía ejercicio a 3.2-9.6 kilómetros por hora en cinta andadora en intervalos de tres minutos.

Diferentes Tecnologías, Diferentes Resultados

El estudio, publicado en Internet el pasado 12 de octubre de 2016 como carta de investigación en JAMA Cardiology, confirmó que ninguno de los monitores fueron tan precisos como el ECG. Los dispositivos Apple Watch y Mio Fuse coincidieron con el ECG el 91% de las veces, mientras Fitbit y Basis coincidieron con el ECG el 84% y 83%, respectivamente. Los monitores fueron más precisos cuando una persona estaba en reposo que cuando estaba haciendo ejercicio, probablemente por cierta pérdida de contacto entre la piel y el sensor cuando el brazo de la persona estaba en movimiento.

A diferencia de los ECG, que miden los impulsos eléctricos, los monitores de actividad miden la frecuencia cardíaca utilizando, para ello, la luz, advirtió Gillinov. “Emiten luz al tejido y determinan cuánta luz es absorbida o reflejada y relacionan dicha cantidad de luz con el flujo sanguíneo, que está a su vez vinculado a tu frecuencia cardíaca. La tecnología de un ECG y la de un monitor de actividad son totalmente distintas.”

Gillinov dijo que el estudio nos deja dos mensajes interesantes. “El primero que si una persona desea conocer cuál es su frecuencia cardíaca, debe usar una cinta torácica,” dijo. Ejemplos serían pacientes o alguien a quien se le ha dado un “rango saludable de frecuencia cardíaca” para hacer ejercicio. “El mensaje número dos es que si usas uno monitor de muñeca y ves valores fuera de rango, no te preocupes. Relájate y vuelve a comprobarlo porque el monitor probablemente no esté bien. Esta variabilidad no es peligrosa para la mayoría de nosotros,” observó Gillinov.

De momento, los resultados son solo aplicables a caminar sobre una cinta andadora, aunque Gillinov dijo que su grupo pretende estudiar más estos dispositivos en diferentes ámbitos de ejercicio físico como, por ejemplo, la bicicleta y la elíptica, así como en poblaciones distintas de personas con factores de riesgo o problemas de salud establecidos.

 


Fuente:

  • Wang R, Blackburn G, Desai M, et al. Accuracy of wrist-worn heart rate monitors [research letter]. JAMA Cardiol. 2016;Epub ahead of print.

Declaracionees:

  • Este estudio ha sido financiado por el Fondo Mary Elizabeth Holdsworth de Cleveland Clinic.
  • Ni Wang ni Gillinov declararon conflicto de interés alguno.

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